Alerta ante el centenar de muertes por ahogamiento: ¡°En Espa?a sabemos flotar, pero no nadar¡±
Los expertos reclaman atenci¨®n a la ciudadan¨ªa, m¨¢s medios, formaci¨®n y mejores normativas a las Administraciones ante el incremento de casos en lo que va de a?o
Siete personas murieron ahogadas en Espa?a el pasado fin de semana y no es una tragedia aislada. El recuento de los primeros 12 d¨ªas de junio ascendi¨® a 19 fallecidos por esta causa y elev¨® el contador de 2022 que registra la Federaci¨®n de Salvamento y Socorrismo a 102 muertos frente a los 66 de 2021 en ese mismo punto del calendario. Nos encaminamos, como en 2020, a otro a?o con m¨¢s de 350 muertos en espacios acu¨¢ticos y el dron de ¨²ltima generaci¨®n que seguramente cualquier d¨ªa saldr¨¢ en las noticias como nuevo vigilante de la playa no va a cambiar la tendencia, aunque pueda ser ¨²til, seg¨²n los expertos.
¡°Los medios siempre van a ser limitados. Hemos de conseguir que la gente sea consciente de los peligros. Hay que informar sin alarmar¡±, apunta el experto en seguridad acu¨¢tica Rams¨¦s Mart¨ª. Las Administraciones, subraya, tienen el deber de proteger y de informar pero la ciudadan¨ªa debe escuchar y aprender. ¡°Es imposible proteger a una sociedad que no es consciente de los riesgos a los que est¨¢ sometida y que no es corresponsable de su propia seguridad. Drones, inteligencia artificial, perros¡ todo puede ayudar, pero nunca conseguiremos reducir el fen¨®meno si no vinculamos a la poblaci¨®n. Preparemos a los menores y eduquemos a los adultos en conductas de seguridad¡±, reclama.
Coincide en la receta, Francisco Cano, director de prevenci¨®n y seguridad de la Federaci¨®n Espa?ola de Salvamento y Socorrismo. ¡°Es fundamental que llegue a la sociedad informaci¨®n de la manera m¨¢s clara posible. Mucha gente no sabe qu¨¦ significa el color de las banderas, qu¨¦ son las corrientes de retorno o no interpreta los carteles de identificaci¨®n de zonas de peligro. Hacen falta campa?as de informaci¨®n e incluir en el curr¨ªculo escolar la prevenci¨®n y la seguridad y no s¨®lo en el mundo acu¨¢tico. M¨¢s all¨¢ de multas lo que hace falta es informaci¨®n¡±, recalca.
El papel de las escuelas
Cuando ?ric Nievas, delegado de CGT de Socorristas de Barcelona, ve a determinados ba?istas en el agua se inquieta. ¡°Mucha gente nada en el agua en vertical, haciendo mucha fuerza con los brazos para sostenerse a flote, cuando lo que deben hacer es desplazarse en horizontal para ser eficiente y no cansarse¡±, explica. Nievas acumula seis a?os de experiencia en las playas de Catalu?a como socorrista y cree que muchos ba?istas no pasan de las nociones m¨¢s b¨¢sicas para nadar. ¡°En Espa?a la gente sabe flotar, pero no nadar¡±, concreta. La falta de formaci¨®n acu¨¢tica, unida a diferentes y numerosos factores, dice, condiciona parte de los crecientes ahogamientos en las costas espa?olas.
No parece sencillo conocer con exactitud el nivel medio en nataci¨®n de la poblaci¨®n espa?ola. Y ello, entiende Frederic Tortosa, presidente de la federaci¨®n catalana de salvamento y socorrismo, limita las pol¨ªticas p¨²blicas de salvamento. ¡°En las escuelas se marcan objetivos por curso y materia¡±, compara, ¡°pero como la nataci¨®n no forma parte del curr¨ªculum escolar no sabemos qu¨¦ nivel tienen los j¨®venes, y sin estos datos es complicado saber si en Espa?a se nada bien. Pero el nivel es menor del que deber¨ªa ser¡±, insiste. Tortosa pone un ejemplo: si hubiera una edad en el que se garantiza que los j¨®venes son capaces de nadar 200 metros seguidos, dice, entonces se limitar¨ªa parte de la mortalidad en el agua. El conocimiento del medio acu¨¢tico y la capacidad para reaccionar a las emergencias tambi¨¦n son factores que influyen en los ahogamientos, indica Tortosa.
Si la nataci¨®n no se ense?a en las escuelas de forma obligatoria, ?d¨®nde se aprende a nadar? ¡°Ahora depende mucho de la implicaci¨®n de las familias y de la predisposici¨®n de los centros educativos¡±, responde Fernando S¨¢nchez, presidente de la federaci¨®n andaluza de salvamento y socorrismo. Muchos colegios ofrecen cursos organizados por las asociaciones de madres y padres, aunque no tienen peso acad¨¦mico y no son obligatorios. ¡°Esto puede generar un sesgo socioecon¨®mico en el acceso al aprendizaje¡±, alerta Vict¨°ria Mor¨ªn Fraile, investigadora de educaci¨®n y promoci¨®n de la salud en la Universitat de Barcelona. Hay centros que s¨ª incluyen la nataci¨®n en el horario lectivo, aunque otros no ofrecen ninguna posibilidad de sumar horas de agua. ¡°Sin la garant¨ªa de las Administraciones, existe el riesgo de que los ni?os con menos capacidades econ¨®micas no tengan acceso a las clases de nataci¨®n¡±, insiste la investigadora.
Mor¨ªn se?ala la contradicci¨®n que suponer tener un d¨¦ficit de conocimiento acu¨¢tico en un pa¨ªs de mar. ¡°La promoci¨®n de la salud debe aprovechar el entorno propio¡±, reivindica. Y se?ala los h¨¢bitos de las poblaciones de los Pirineos, donde las escuelas ense?an generalmente a esquiar por su proximidad con las pistas, algo que no ocurre mayoritariamente en los colegios costeros. ¡°Ir al agua es recomendable para hacer actividad f¨ªsica y para la salud¡±, apunta la investigadora. Cree que las Administraciones deben incentivar ¡°refrescarse en el mar¡± para combatir el calor, por ejemplo, pero que a su vez deben garantizar un acceso seguro. Nievas, desde su puesto de socorrista, coincide con el an¨¢lisis: ¡°Es extra?o que en un pa¨ªs rodeado de mar la nataci¨®n no tenga m¨¢s fuerza¡±.
Adem¨¢s de la evidente necesidad de aprender a nadar para prevenir ahogamientos, ambos coinciden en que, dado el n¨²mero de accidentes al que nos enfrentamos, hace falta otra formaci¨®n. ¡°Hay que aprender a actuar en caso de accidente. Hay que alertar cuanto antes a Emergencias porque tienen su tiempo de reacci¨®n, hay que sacar al accidentado del agua y hacerle maniobras de soporte vital b¨¢sico. Es muy importante que la gente sepa c¨®mo ayudar, es vital¡±, resalta Mart¨ª. En esa parcela, los colegios pueden hacer un gran papel al concentrar a todos los menores. ¡°A ni?os de cinco a?os ya se les puede ense?ar a qu¨¦ numero han de llamar si se encuentran en peligro. ¡®Tienes una boca, una nariz y dos ojos as¨ª que marcas el 1-1-2¡ä, les dices. Un ni?o de 12 a?os tanto a nivel f¨ªsico como de madurez es ya capaz de hacer una compresi¨®n tor¨¢cica a una persona que est¨¦ inconsciente y que pensamos que no respira¡±, afirma.
Las carencias de la Administraci¨®n
Pero todo eso no cambia las obligaciones y carencias que tiene la Administraci¨®n. ¡°Notamos cierta apat¨ªa cuando no inacci¨®n por parte de las Administraciones . Hay que informar a la sociedad y tambi¨¦n poner medios. Es imposible poner socorristas en todos los puntos pero debe haber una mejor dotaci¨®n¡±, subraya Cano.
Con los datos del informe de su federaci¨®n del mes de mayo, critica tambi¨¦n la tardanza en desplegar los dispositivos de seguridad. ¡°Vendemos turismo y clima todo el a?o pero no hay servicios. Hay Administraciones para las que la campa?a de verano empieza en junio y en mayo hubo ya 30 muertos. Uno por d¨ªa¡±, denuncia.
Tanto ¨¦l como Mart¨ª reclaman tambi¨¦n un m¨ªnimo com¨²n en las playas. ¡°No hay una normativa estatal que marque c¨®mo se debe vigilar una playa. S¨®lo Canarias y Baleares intentan poner un poco de orden, pero playas con las mismas condiciones pueden estar vigiladas de manera diferente. Ni siquiera los socorristas ir¨¢n vestidos igual¡±, ejemplifica Mart¨ª.
Algo parecido pasa en la formaci¨®n. ¡°Las exigencias son totalmente diferentes para los socorristas entre unas comunidades aut¨®nomas y otras. Eso genera un movimiento de socorristas hacia donde es m¨¢s f¨¢cil obtener el t¨ªtulo y que haya otras que tengan dificultades para encontrar candidatos¡±, advierte Cano.
Los ahogamientos tambi¨¦n tienen g¨¦nero en este caso fundamentalmente el masculino. ¡°Desde siempre, y llevo 25 a?os dedic¨¢ndome a esto, los hombres se ahogan dos veces m¨¢s que las mujeres¡±, confirma Mart¨ª, que admite que puede que exista una ¡°peor¡± conciencia del riesgo en ellos pero que destaca que faltan estudios sobre el tema. Apunta tambi¨¦n otra posible causa. ¡°Mi percepci¨®n es que tenemos a m¨¢s ni?as apuntadas a clase de nataci¨®n¡±, desliza. La tendencia en esta estad¨ªstica no hace m¨¢s que crecer este a?o. Hasta mayo, los muertos varones fueron un 83% del total y de los 7 ahogados del pasado fin de semana 6 eran hombres.
Una valla, una tarjeta al cuello para los padres y otros consejos para evitar un drama infantil
De las 30 muertes por ahogamiento en mayo hay 4, las de menores de seis años, que seguro que se podrían haber evitado y que están entre las más dolorosas. “El ahogamiento infantil no puede ser asumido en ningún caso como inevitable porque podría ser cero”, remarca Ramsés Martí. La razón es sencilla: “Dependen exclusivamente de la supervisión de los adultos”, remarca.
La primera medida para evitarlo es igualmente muy básica. “La Organización Mundial de la Salud lo tiene muy claro: hay que evitar el acceso al agua. Las piscinas deberían tener un control de acceso aunque sean privadas. Actualmente tenemos el hándicap de que cualquiera puede ir a un centro de bricolaje y montarse una piscina de un tamaño importante en su casa. Lo que hay que hacer es controlar el acceso”, apunta. Eso puede ser una simple valla, algo que en Francia por ejemplo es obligatorio.
La segunda gran medida “obviamente”, apunta, “es el aprendizaje de habilidades de natación” pero no solo respecto a “flotar y desplazarse”, también en cuanto a conducta dentro y fuera del agua. Martí anima además a estas escuelas a dar un paso que hasta ahora no quieren dar. “Se debe cambiar el chip. La natación no es solo una actividad deportiva, se debe asumir como una destreza de supervivencia a la que se le debe dedicar un tiempo. No hay centros que quieran tirar a los niños vestidos al agua y flotar no es lo mismo con ropa que sin ropa”, pone como ejemplo.
Este profesor de salvamento acuático recuerda que en el agua los menores siempre han de estar “bajo la supervisión” de un adulto y aclara que ni un menor de siete años debe cuidar de uno de cinco ni tampoco todos los mayores están preparados para hacerlo. “Una persona muy mayor o con problemas de movilidad puede que no tenga tiempo para ayudar en esos 20 segundos en los que se puede ahogar un menor”, afina.
Entre los que sí que pueden estar al cargo se extiende el problema de los despistes, para el que propone una solución muy gráfica. “Está muy extendido el ‘¿pero no estabas vigilándolo tú?’ porque estamos en situación de tiempo libre, de relajación. Yo a los padres les propongo una tarjeta, una cartulina. Quien la lleva es el que vigila y durante 20 minutos, porque se trata de algo cansado y no puede ser largo. Esa persona no puede estar mirando el WhatsApp o distraído. No deja de vigilar hasta que le pasa la tarjeta a otra persona”, explica.
Para acabar, unos consejos clásicos: no se deben dejar juguetes en las piscinas porque atraen a los más pequeños y hay que tomar los flotadores como elementos lúdicos y puntualmente de aprendizaje pero no de seguridad. Hay que acabar con el "es que llevaba los manguitos".
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