Aislamiento geogr¨¢fico, bolsas de pobreza y abandono del Estado: el caldo de cultivo para el arraigo del fraude electoral en Melilla
La compra de voto por correo se remonta a finales de los a?os ochenta y en los intentos de los partidos por hacerse con el voto de una creciente comunidad musulmana
Detr¨¢s de los juzgados de Melilla, en los que se investiga una causa por presunto fraude electoral, se alza una panor¨¢mica de la fortaleza renacentista, una de sus im¨¢genes m¨¢s ic¨®nicas y s¨ªmbolo de la espa?olidad de la ciudad aut¨®noma. Menos explotada, de fronteras para afuera, es la riqueza arquitect¨®nica y social que supone la integraci¨®n de la comunidad hispanobereber en la sociedad melillense. A lo que se suman tapas baratas, buenas playas y un abanico cultural que, sin embargo, compiten con la ¡°leyenda negra de Melilla¡±, a menudo objeto de malas noticias. La ¨²ltima, la de la operaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional en la que se ha detenido a 10 personas como sospechosos por la compra de votos por correo. Una pr¨¢ctica delictiva arraigada desde finales de los a?os ochenta, y cuya ra¨ªz se encuentra en los intentos de los partidos por hacerse con el voto de una comunidad musulmana cada vez m¨¢s numerosa.
A la cuesta del Porvenir se sube por una carretera desde la que pueden verse las casitas de colores habituales de los barrios perif¨¦ricos de la ciudad, donde principalmente residen melillenses de origen rife?o. ¡°Hoy la comunidad musulmana supera ya a la de origen espa?ol¡±, explica Marcos Rober, soci¨®logo en la ciudad aut¨®noma. Electoralmente, este sector poblacional de Melilla era y es m¨¢s abstencionista, por lo que los partidos pol¨ªticos, desde finales de los ochenta ¡ªcuando se regularizaron los permisos de residencia de este colectivo¡ª, empezaron a intentar captar sus votos a toda costa, ya fuera con dinero, ayudas, licitaciones o favores burocr¨¢ticos. Y la herramienta principal para garantizar la supuesta compra de esos sufragios era la del voto por correo, que ha ido en aumento con los a?os.
Fue a mediados de los a?os noventa cuando un partido que defend¨ªa la identidad de la comunidad hispanorrife?a irrumpi¨® en el tablero pol¨ªtico de la ciudad aut¨®noma. Coalici¨®n por Melilla (CpM) supo ¡°copiar¡±, revelan fuentes judiciales, las pr¨¢cticas que las formaciones pol¨ªticas hab¨ªan adoptado para atraer el caladero de votos de la comunidad musulmana. ¡°Los partidos pol¨ªticos se han aprovechado de las necesidades de una poblaci¨®n sin recursos, de bajo nivel acad¨¦mico, que necesita cubrir sus necesidades b¨¢sicas¡±, a?ade Sara Ouchen, presidenta de Kahina, asociaci¨®n de mujeres amazigh de Melilla. El PIB per c¨¢pita de la ciudad aut¨®noma fue de 19.266 euros en 2021 (¨²ltimo dato registrado), lo que la sit¨²a como la cuarta autonom¨ªa espa?ola m¨¢s pobre; la renta bruta de los hogares es de 12.793 por habitante, la segunda m¨¢s baja.
Corruptelas, pol¨ªticos ¡°que hacen trampas¡± y cierta sensaci¨®n de ¡°impunidad¡± a lo largo de los a?os han perpetuado estas pr¨¢cticas hasta hoy; adem¨¢s de la sensaci¨®n de ¡°lejan¨ªa¡± que los melillenses tienen de los poderes de la Administraci¨®n central, a diferencia de Ceuta, m¨¢s pr¨®xima a la Pen¨ªnsula en distancia f¨ªsica y en conexiones de transporte. ¡°Melilla siempre se ha sentido abandonada¡±, lamenta el polit¨®logo Enrique Delgado, quien adem¨¢s apunta a que en Ceuta no existe un partido localista con tanta fuerza como el de CpM, ni capaz de movilizar tanto a la comunidad musulmana.
Cerca de la cuesta del Porvenir, en el conocido popularmente por el barrio del Cuerno, ha vivido Habiba toda su vida. De origen rife?o, lleg¨® a Melilla con 15 a?os tras contraer matrimonio con un hombre con papeles para residir en la ciudad aut¨®noma. Tuvieron 10 hijos. Uno de ellos, apodado el Peco, es a su vez uno de los 10 detenidos en la trama de compra de votos que ahora investiga el Juzgado N¨²mero 2 de Melilla. Nada m¨¢s entrar en casa, ofrece t¨¦. Sus hijos viven de esto y de aquello ¡ªcuenta¡ª, empleos de escaso sueldo en un barrio donde el tr¨¢fico de estupefacientes es algo com¨²n. Tras la pandemia, y el cierre de la frontera, el contrabando de mercanc¨ªas con Marruecos decay¨® exponencialmente. Lo que se ha incrementado ahora es el voto por correo, como los sobres que Habiba y toda su familia tienen preparados en su vivienda del Cuerno.
Con un alto porcentaje de funcionarios, a Melilla le falta explotar el sector tur¨ªstico. ¡°Hemos exportado la espa?olidad de la fortaleza en lugar de la mezcla de culturas, de que la comunidad musulmana est¨¢ integrada, que te ofrezcan t¨¦, sus barrios. Pero eso habr¨ªa sido exportar una marroquinizaci¨®n, que no ha interesado a muchos pol¨ªticos¡±, critica el economista Jaime Bustillo. Pese al esfuerzo por atraer agentes culturales, historiadores, empresarios, al final las noticias en Melilla ¡°siempre son la valla, el voto por correo o la droga¡±. ¡°Tendr¨ªamos que darnos a conocernos m¨¢s, porque el que viene a Melilla, repite¡±, sostiene la historiadora Paloma Moratinos. Mientras tanto, el sistema afianza desigualdades y barrios con familias desfavorecidas, que ven en los ofrecimientos por sus votos una salida.
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