¡°Paseo y para casa¡±: votar con un epidemi¨®logo al lado
EL PA?S acompa?a al jefe de Medicina Preventiva del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona a su colegio electoral. Celebra el cumplimiento de las medidas, pero pide que la gente evite juntarse
En rigurosa fila india y midiendo a ojo de buen cubero un metro y medio entre ellos, alrededor de un centenar de personas aguarda a la fresca a las puertas de la Escola d¡¯Art, en el recinto de la Escola Industrial de Barcelona. En la cola, hay tantos paraguas como mascarillas. El tiempo no acompa?a este domingo electoral en la capital catalana, ha llovido durante la ma?ana y amenaza con volver a hacerlo en este mediod¨ªa fr¨ªo y desapacible. A punto de entrar en el edificio, reconvertido en colegio electoral para las elecciones al Parlament de Catalunya, Toni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, embadurna sus manos en el gel hidroalcoh¨®lico al cruzar el umbral del centro.
Son los terceros comicios en Espa?a en tiempos de pandemia ¡ªtras las auton¨®micas gallegas y vascas el pasado julio¡ª, pero Catalu?a a¨²n est¨¢ saliendo de la tercera ola de covid y se ha intensificado el dispositivo sanitario para minimizar riesgos. La primera impresi¨®n, valora el epidemi¨®logo, es muy favorable: ¡°La cola est¨¢ al aire libre y hemos ido intentando respetar las distancias. Por ahora, todo correcto¡±.
La fila avanza a buen ritmo hasta la puerta de una sala con cuatro mesas electorales. ¡°Podr¨ªan haber marcado un poco m¨¢s las distancias entre personas en el suelo, que las hemos mantenido motu proprio los ciudadanos, lo que, por otra parte, dice mucho de la gente, que conserva las distancias y es prudente¡±, asegura Trilla. No hay se?ales en el suelo para separar votantes, solo unas pegatinas en forma de flecha que dibujan el circuito de entrada y salida.
Antes de entrar hay varias mesas con los sobres y las papeletas. ¡°En unas elecciones normales, quiz¨¢s habr¨ªamos chafardeado con estos partidos raros que no sab¨ªas que exist¨ªan y hacen gracia. Hoy no est¨¢ la cosa para ello¡±, r¨ªe el m¨¦dico, y saca del bolsillo su papeleta y el DNI. Trilla echa un vistazo a la sala y fija su mirada en las ventanas. ¡°Est¨¢n abiertos y esto ya arregla bastante la ventilaci¨®n¡±, celebra. La transmisi¨®n del virus a trav¨¦s de aerosoles en el aire se ha erigido como una de las v¨ªas de contagio m¨¢s importantes y una adecuada ventilaci¨®n de los espacios cerrados es clave para eliminar eventuales part¨ªculas en el aire. De hecho, es m¨¢s importante una ventana abierta que guantes en las manos, como llevan los miembros de la mesa en la Escola d¡¯Art. ¡°Lo mejor es irse lavando las manos peri¨®dicamente. La persistencia de cualquier cosa en el papel es m¨ªnima y la transmisi¨®n por f¨®mites [una superficie infectada] es cada vez menos relevante de lo que pens¨¢bamos¡±, explica el epidemi¨®logo.
El protocolo de la Generalitat para estas elecciones recomendaba franjas de votaci¨®n ¡ªde 9.00 a 12.00 los colectivos de riesgo; a continuaci¨®n y hasta las 19.00, el resto de la poblaci¨®n; y durante la ¨²ltima hora, de 19.00 a 20.00, las personas en cuarentena por covid (contagiados, contactos estrechos y casos sospechosos)¡ª, pero no son de obligatorio cumplimiento. De hecho, pasan de las 12.30 en la Escola d¡¯Art y un anciano en silla de ruedas acaba de votar. ¡°A primera hora llov¨ªa m¨¢s y la gente se habr¨¢ esperado. El mal tiempo ha jugado un poco en contra¡±, arguye Trilla.
Hay un poco de embudo en la sala de votaci¨®n. La fila parece que avanza a una ¨²nica mesa y, a pesar de que las dem¨¢s est¨¢n vac¨ªas, nadie se atreve a salirse de la cola. Trilla pregunta a la presidenta de su punto de votaci¨®n, ubicado dos meses m¨¢s all¨¢, si puede votar o ha de esperar toda la cola. Tiene v¨ªa libre. En la mesa, tres mujeres, ataviadas con la preceptiva mascarilla FFP2, de m¨¢s alta eficiencia, y guantes, revisan ¡ªsin tocar¡ª el DNI del m¨¦dico.
Trilla procede a votar. Apenas 30 segundos de contacto pr¨®ximo con los miembros de su mesa electoral. ¡°Mientras mantengamos la distancia y evitemos aglomeraciones, la gente no tiene mayor riesgo. Tenemos que ser coherentes con lo que decimos: distancia, mascarilla e higiene de manos. Y esto se est¨¢ haciendo bien. Si las medidas se cumplen bien, son m¨¢s que suficientes¡±, insiste el epidemi¨®logo.
De hecho, algunas medidas que contempla el protocolo de la Generalitat, sostiene Trilla, son innecesarias. Por ejemplo, vestir con un equipo de protecci¨®n individual (EPI) a los miembros de la mesa durante las franjas horaria en la que est¨¢n llamadas las personas en cuarentena. ¡°No hace ninguna falta ponerse un EPI. La buena ventilaci¨®n y la gente movi¨¦ndose no justifica que te tengas que proteger de esa manera. Siempre tendr¨¢s la idea de que te proteges m¨¢s, pero estrictamente necesario no es: un positivo que va con mascarilla, t¨² tambi¨¦n, lo vas a tener enfrente 45 segundos. Vienen muchos, s¨ª, pero la exposici¨®n es muy corta y no creo que sea un n¨²mero extraordinario de personas. Adem¨¢s, se da la paradoja de que en esta cola, ahora mismo, puede haber positivos y cuarentenados tambi¨¦n y la gente no lleva los EPI puestos¡±, se?ala el epidemi¨®logo.
Asimismo, agrega, tampoco es necesario medir la temperatura a los miembros de la mesa al inicio del d¨ªa ni someterlos a test de ant¨ªgenos ¡ªestaban llamados a una prueba voluntaria entre el 9 y el 12 de febrero¡ª. Ninguna de las dos medidas es determinante. ¡°Sobre la temperatura, hay entre un 30% y un 40% de gente infectada que no tiene fiebre o gente que tiene fiebre por otra cosa. Y los test lo que te dir¨ªan es que tres o cuatro d¨ªas antes no est¨¢s infectado, pero no tiene mayor valor¡±, explica Trilla. Adem¨¢s, las pruebas de ant¨ªgenos tienen un alto margen de error en personas asintom¨¢ticas.
Catalu?a afronta los comicios con una situaci¨®n epidemiol¨®gica poco favorable. Si bien es cierto que la curva de contagios va de bajada ¡ª12.000 nuevas infecciones en la ¨²ltima semana, la mitad que los reportados hace 15 d¨ªas¡ª, la incidencia acumulada sigue siendo muy elevada ¡ª384 casos por 100.000 habitantes¡ª y la presi¨®n asistencial mantiene en jaque a los hospitales: hay 638 personas con covid en cuidados intensivos, un volumen de pacientes que ha obligado a desprogramar actividad ordinaria de otras patolog¨ªas para liberar camas. No se puede bajar la guardia, insiste Trilla. ¡°Es importante que la gente no aproveche el hecho de votar para juntarse. Paseo y para casa¡±, avisa.
En las pr¨®ximas dos semanas, la curva epid¨¦mica cristalizar¨¢ el impacto o no de los comicios. Aunque ser¨¢ dif¨ªcil, advierte el epidemi¨®logo del Cl¨ªnic, medir la influencia de las votaciones en un eventual repunte de casos. ¡°Esperamos que no haya contagios y, en caso de haberlos, que sean puntuales. A partir de aqu¨ª, en 14 d¨ªas tenemos que mirarlo. Pero tambi¨¦n es verdad que en Catalu?a las medidas se han relajado un poco y tambi¨¦n estamos en plena progresi¨®n de la variante brit¨¢nica, que es m¨¢s contagiosa. Esperemos no tener un repunte muy importante de contagios, pero si lo tuvi¨¦ramos ser¨ªa muy dif¨ªcil saber si se debe a una o varias de estas situaciones. Y todo ello descartando que tengamos un brote que se pueda relacionar directamente con alg¨²n colegio¡±.
Ya pasa de la una de la tarde y la cola para votar en la Escola d¡¯Art es a¨²n m¨¢s larga que a mediod¨ªa. Antes de volver a casa, Trilla, que se encarga de coordinar la vacunaci¨®n de su hospital, el Cl¨ªnic, lleva toda la ma?ana barruntando una idea: ¡°Hab¨ªa pensado que hoy hay cinco millones de catalanes llamados a las urnas. Si tuvi¨¦ramos cinco millones de vacunas, a lo mejor era buena idea convocar a la gente, tipo colegio electoral, a vacunarse. En una jornada electoral, si aceptara el 80%, ser¨ªa genial y estar¨ªa muy repartido¡±, sonr¨ªe el m¨¦dico. Por ahora, ¡°es solo una idea¡±. Desde el inicio de la campa?a de vacunaci¨®n, Catalu?a ha inyectado dosis a 240.000 personas, pero, por ahora, solo 167.600 han completado la pauta de inmunizaci¨®n. Las vacunas a¨²n llegan a cuentagotas y el plan de colegios vacunales de Trilla tendr¨¢ que esperar.
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