Los ¡®bous¡¯ y el agua no se tocan: las comarcas del sur de Catalu?a pasan cuentas
Los partidos independentistas buscan preservar el fil¨®n de votos que tienen en las Terres de l¡¯Ebre y capean los asuntos que generan m¨¢s revuelo social
![Una pareja observa el r¨ªo Ebro en Tortosa, junto a carteles electorales con las im¨¢genes de Salvador Illa o Pere Aragon¨¨s.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SKHT7JMNANAZNAPJUIKYIS4H7Q.jpg?auth=c8845419ff467cb89df338994b73b2c438b633cb82453d3b5c83e934662bcc78&width=414)
![Marc Rovira](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F91e3cff1-07da-49c7-b794-a64ec8c9dd1d.png?auth=8dcf28f8f453e3cd63ddcdcaec94ab6e21b83f6e04c1b13ed7d986cec75dc4fa&width=100&height=100&smart=true)
En las cuatro comarcas del sur de Catalu?a que configuran el ¨¢rea de las Terres de l¡¯Ebre est¨¢n censadas 185.000 personas, seg¨²n el Instituto de Estad¨ªstica (Idescat). Existen cinco ciudades catalanas, L¡¯Hospitalet, Terrassa, Badalona y Sabadell, adem¨¢s de Barcelona, que por s¨ª solas tienen m¨¢s habitantes que toda esta regi¨®n meridional, en ocasiones bautizada como la quinta provincia. El discreto peso poblacional que representan quienes residen en las cercan¨ªas del tramo catal¨¢n del r¨ªo Ebro nada tiene que ver con el esmero por no contrariarles que ponen los partidos pol¨ªticos que aspiran a gobernar la Generalitat. Al menos, cuando se trata de hacer declaraciones p¨²blicas y de revelar posicionamientos sobre cuestiones controvertidas. En este sentido, el agua y la protecci¨®n del r¨ªo y del delta son temas de alto voltaje social. Tambi¨¦n es un asunto muy sangu¨ªneo los bous, las fiestas callejeras con toros. El debate sobre si hay que prohibirlos o no abre llagas dentro del independentismo, que tiene en el sur un buen granero de votos. La demarcaci¨®n de Tarragona aporta 18 diputados al Parlament, y el Ebre obra de contrapeso independentista al tir¨®n que han tenido PSC, Ciutadans o Vox en Tarragona, Reus, Salou y Vila-seca.
Esquerra Republicana teme que se le agriete el basti¨®n que ten¨ªa en las Terres de l¡¯Ebre. Tras dos victorias consecutivas en las elecciones al Parlament, las municipales del a?o pasado dieron un vuelco a esa tendencia y Junts per Catalunya se convirti¨® en la fuerza m¨¢s votada. La sequ¨ªa que cruje a Catalu?a ha dado uno de los ejemplos m¨¢s recientes de la distancia que ponen los partidos pol¨ªticos a la hora de abordar asuntos que impactan directamente en el sur. La falta de agua ha despertado la necesidad de estudiar un posible trasvase del Ebro para garantizar el servicio en Barcelona. Cuatro colegios profesionales catalanes (economistas, ingenieros de caminos, ingenieros agr¨®nomos e ingenieros industriales) han propuesto interconectar las redes regionales de agua para paliar la crisis h¨ªdrica. La medida supondr¨ªa traspasar una l¨ªnea roja en las Terres de l¡¯Ebre y ning¨²n partido se ha atrevido a defenderla en p¨²blico, pese a que en privado son varias las voces que lo apuntan como una v¨ªa conveniente. Incluso en el caso del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha terminado enmendando a su candidato en Catalu?a, Alejandro Fern¨¢ndez, que a priori se mostr¨® abierto a la obra, matizando que la interconexi¨®n de redes est¨¢ ¡°al final de las prioridades¡±.
![Un ni?o juega a pelota en una plaza de Asc¨®. De fondo, la central nuclear.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7PZTWVKMEVHH7LBQJFZMNJCFEA.jpg?auth=9d153c8c8005d9fef75dd9a44bd42dfd03240e061174e786995d03cb1b51a04e&width=414)
Un lema est¨¢ marcado a fuego entre las gentes de las Terres de l¡¯Ebre: ¡°Lo riu ¨¦s vida¡± (el r¨ªo es vida). Es una declaraci¨®n de intenciones que no admite ambig¨¹edades. ¡°El tema del agua es clave para este territorio, porque el agua implica muchas cosas: el propio recurso, la agricultura, el tema medioambiental o la protecci¨®n del Delta del Ebro¡±, se?ala Xavi Curto, portavoz de la Mesa de Consenso del Delta, una entidad que representa a regantes, sindicatos agr¨ªcolas y a siete ayuntamientos. ¡°La defensa del agua cristaliza todos los sentimientos de defensa de este territorio. Los habitantes de las Terres de l¡¯Ebre tienen un sentimiento de agravio muy marcado. La sensaci¨®n de abandono, lo mismo de los gobiernos de Madrid que de Barcelona, es profunda¡±, se?ala Ferran Bel, quien fuera alcalde de Tortosa por Converg¨¨ncia y luego diputado en el Congreso por el PDeCAT. ¡°Defender el agua es la r¨¦plica a ese sentimiento de abandono. Este territorio siente que se ha quedado al margen del progreso, del crecimiento econ¨®mico, del boom tur¨ªstico y del despliegue de infraestructuras. Y ahora se le pide agua para que otras zonas de Catalu?a puedan seguir con su crecimiento¡±, observa Bel, ya retirado de la pol¨ªtica activa.
Antes de que el estallido del proc¨¦s independentista convirtiera las manifestaciones ciudadanas en una suerte de moda en Catalu?a, los habitantes de las Terres de l¡¯Ebre ten¨ªan una reconocida fama de bulliciosos, derivada de sus populosas movilizaciones para detener el Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) ideado en torno al a?o 2000 por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, con el respaldo de Jordi Pujol. ¡°Converg¨¨ncia estaba bien desplegada en las Terres de l¡¯Ebre, contaba con muchos apoyos, pero a ra¨ªz de aquello se difundi¨® la percepci¨®n social de que el partido no hab¨ªa sabido estar al lado de lo que quer¨ªa la gente de este territorio¡±, reflexiona Bel. Esquerra lo aprovech¨® para pegar un estir¨®n.
?scar Meseguer, director del Setmanari de l¡¯Ebre, se?ala que ¡°ahora Junts trata de arrancarse la etiqueta que llevaba colgada Converg¨¨ncia¡±, y subraya que el PP no se ha recuperado nunca de aquella afrenta. ¡°Se ha quedado en insignificante, cuando hab¨ªa llegado a tener la alcald¨ªa de l¡¯Ametlla o de Deltebre, y hasta seis concejales en Tortosa [se qued¨® solo a uno de CiU y del PSC en el a?o 1999]¡±. Meseguer pone de relieve que ¡°los partidos no confrontan por asuntos que son sensibles para las Terres de l¡¯Ebre¡±. Apunta que, en p¨²blico, no hay un debate ¡°ni por el trasvase de agua, ni por la protecci¨®n del delta ni tampoco por los fondos nucleares¡±. Se refiere al programa de ayudas p¨²blicas para abordar el cierre de las nucleares y revitalizar econ¨®micamente las zonas que tienen una alta dependencia de las centrales, como es el caso de Asc¨®, en la Ribera d¡¯Ebre.
![En Jes¨²s (Tortosa), un hombre camina junto a dos pancartas electorales mientras cruza el canal derecho del Ebro por un puente.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UV5M2UOMUZDP3BVOJQJNUN7WDU.jpg?auth=8e95723643cd83967212465a4c8ba9d5eb97daa39106daced30d0a812cd057c7&width=414)
Los bous tambi¨¦n pasan de puntillas por la campa?a, pese a la reciente iniciativa de la CUP y de los comunes en el Parlament para impulsar una ley que proh¨ªba los festejos callejeros con toros. Junts y Esquerra tratan de capear el asunto sin mostrar un posicionamiento fijo. Mientras sus alcaldes en las Terres de l¡¯Ebre se posicionan mayoritariamente a favor de los bous, por considerarlos un hecho indisociable de las fiestas que se hacen en varios pueblos del sur, en el Parlament ambas formaciones apelan a un discurso m¨¢s cr¨ªtico y tratan de solventar la papeleta sin mostrar un posicionamiento claro, y apelando a un proceder poco habitual en la c¨¢mara auton¨®mica: dejar libertad de voto a sus diputados.
?scar Meseguer pone de relieve que uno de los temas que tendr¨¢ que aclarar el 12 de mayo es si los partidos han sabido movilizar al votante, despu¨¦s de que, en las elecciones de 2021, la participaci¨®n fuese baja. En Tortosa y Amposta, las dos principales ciudades de las Terres de l¡¯Ebre, no lleg¨® al 49%. Xavi Curto pone sobre la mesa que no ser¨¢ porque los habitantes de las comarcas del sur no tengan temas por los que quejarse. Y alude a la movilidad: ¡°Es un desastre¡±, dice. y pone ¨¦nfasis en denunciar el mal funcionamiento de los trenes de la red de Rodalies que tienen que conectar con Barcelona. Un trayecto entre Tortosa y Barcelona, no llega a los 180 kil¨®metros, supone casi tres horas. Si hay incidencias o retrasos, muy habituales, el viaje se eterniza. ¡°Tengo 60 a?os, y cuando era estudiante e iba a Barcelona, el tren funcionaba mejor que ahora, es inaceptable¡±, denuncia Curto.
La gente de las Terres de l¡¯Ebre manifiesta tener la sensaci¨®n de que viaja en el vag¨®n de cola del progreso en Catalu?a. Las elecciones del 12 de mayo conceden la posibilidad de reivindicar un protagonismo que, normalmente, se ve pasar de lejos.
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