El nacionalismo gallego afronta su examen decisivo en su mejor momento
La candidatura de Pont¨®n, disparada en las encuestas, aspira por primera vez a presidir la Xunta y a dejar definitivamente atr¨¢s los a?os de divisi¨®n interna
Al pasear por las calles empedradas de Allariz (Ourense, 6.100 habitantes) y alzar la vista, es f¨¢cil toparse con banderas nacionalistas en los balcones. El BNG gobierna el municipio desde hace 35 a?os, cuando la rehabilitaci¨®n de su casco hist¨®rico lo convirti¨® en buque insignia de las pol¨ªticas urban¨ªsticas del partido. Mientras el voto nacionalista se hund¨ªa tras la p¨¦rdida del Gobierno bipartito con el PSdeG-PSOE en la Xunta de Galicia en 2009, en Allariz sus alcaldes se manten¨ªan elecci¨®n tras elecci¨®n. Anxo Quintana fue el primer regidor del Bloque, y despu¨¦s de 11 a?os al frente de la Alcald¨ªa dio el salto a la pol¨ªtica auton¨®mica y se convirti¨® en vicepresidente del Gobierno gallego. Retirado de la vida p¨²blica, en torno a un caf¨¦ en Casa Pepi?a, uno de los restaurantes que regenta, reflexiona sobre lo que ocurri¨® en el partido tras la salida del Ejecutivo auton¨®mico: ¡°Es normal que haya un periodo de crisis y de replanteamiento de la estrategia despu¨¦s de perder un Gobierno. No hacerlo ser¨ªa irresponsable. Pero pasar de eso a la autodestrucci¨®n, como se hizo, solo se entiende por que ¨¦ramos una organizaci¨®n pol¨ªtica inmadura, sin capacidad para medir las cosas en sus justos t¨¦rminos¡±, lamenta.
Tras a?os de crisis, hoy la situaci¨®n es radicalmente distinta y el nacionalismo gallego se enfrenta optimista a un examen decisivo el 18-F. Bajo el liderazgo de Ana Pont¨®n, el Bloque tiene la opci¨®n de encabezar por primera vez en sus 42 a?os de historia un Gobierno de coalici¨®n izquierdista en la Xunta y desbancar as¨ª al PP, que encadena ya cuatro mayor¨ªas absolutas. Despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de divisi¨®n interna y traves¨ªa del desierto, las expectativas del partido son ahora elevad¨ªsimas. Todas las encuestas pronostican su subida y lo mantienen por encima del PSdeG. Pont¨®n ha logrado, adem¨¢s, escenificar la reconciliaci¨®n con Anova, la formaci¨®n creada en 2012 por el ic¨®nico exdirigente Xos¨¦ Manuel Beiras y que en las auton¨®micas de ese a?o desbanc¨® al BNG como fuerza hegem¨®nica a la izquierda del PSOE al aliarse con la Esquerda Unida de Yolanda D¨ªaz (AGE). El reciente gesto entre los dirigentes nacionalistas ha supuesto de facto el portazo a Sumar.
El Bloque lleg¨® por primera y ¨²nica vez al Gobierno de la Xunta en 2005, tras obtener 13 esca?os y 312.000 votos. En aquellos comicios, el PSdeG-PSOE de Emilio P¨¦rez Touri?o se hizo con 25 parlamentarios y m¨¢s de 550.000 apoyos. La suma de ambos provoc¨® el vuelco tras 16 a?os de Gobierno de Manuel Fraga. ¡°Se sab¨ªa hacia d¨®nde se caminaba. Ten¨ªamos claro el proyecto, un proyecto de pa¨ªs distinto del que hab¨ªa hasta entonces, y eso asust¨® a algunos poderes. Quer¨ªamos avanzar, modernizar, mejorar la vida de las personas y de Galicia. Por eso hab¨ªa que cargarse al bipartito¡±, resume Teresa T¨¢boas, consejera de Vivienda en aquel Ejecutivo. La hoy vicepresidenta de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos destaca medidas de los departamentos del BNG, como el concurso e¨®lico, la implantaci¨®n del certificado energ¨¦tico para las viviendas, el banco de tierras para movilizar los cultivos, las galescolas, millones de metros cuadrados destinados a suelo empresarial, las normas del h¨¢bitat, el plan sectorial de vivienda protegida, las ¨¢reas de rehabilitaci¨®n integral o las pol¨ªticas culturales.
Quintana presume tambi¨¦n de gesti¨®n, pero hace autocr¨ªtica: ¡°Para llevar adelante una acci¨®n de gobierno en una formaci¨®n pol¨ªtica que no tiene cultura de gobierno y que chocaba frontalmente contra intereses econ¨®micos muy potentes, era imprescindible tener a tu ej¨¦rcito cohesionado y sigui¨¦ndote en la maniobra. Nosotros no perdimos el tiempo en convencer a los nuestros y habr¨ªa sido mejor hacerlo antes que convencer a los dem¨¢s¡±.
La primera victoria de Alberto N¨²?ez Feij¨®o en 2009 desencaden¨® las fricciones dentro de un BNG que dej¨® de estar atento a la calle. ¡°El hundimiento coincide con un momento socialmente muy complicado, de una crisis profunda. Aparecen entonces nuevos actores pol¨ªticos que ocupan ese espacio de preocupaci¨®n social que siempre ocup¨® el BNG, con un discurso que a mucha gente le recuerda a lo que siempre dijo el BNG. Es la tormenta perfecta¡±, concluye el exvicepresidente gallego.
Tras la Asamblea de enero de 2012, la corriente liderada por Beiras abandona el partido y este se rompe en dos. ¡°M¨¢s que discrepancia pol¨ªtica, hubo una discrepancia de an¨¢lisis, de cu¨¢l era el problema. As¨ª era dif¨ªcil acertar en qu¨¦ hab¨ªa que hacer¡±, considera Quintana.
El primer pulso de Beiras y D¨ªaz al Bloque en las auton¨®micas de 2012 se sald¨® con nueve diputados frente a siete, respectivamente. ¡°Aquellos que siempre hab¨ªan tenido el coraz¨®n dividido entre Beiras y [Julio] Anguita de pronto vieron que pod¨ªan tenerlo todo¡±, reflexiona un antiguo referente de ese espacio pol¨ªtico. La situaci¨®n no hizo m¨¢s que empeorar para el partido matriz. La llegada de las mareas municipalistas al Gobierno de grandes ciudades (A Coru?a, Santiago y Ferrol) y un a?o m¨¢s tarde su expresi¨®n auton¨®mica (En Marea) acabaron por socavar una organizaci¨®n que llevaba a?os golpeada. Frente a los 14 diputados de la nueva fuerza pol¨ªtica, Ana Pont¨®n se estrenaba al frente del BNG con seis. Pero pronto la nueva izquierda revel¨® que adolec¨ªa de los mismos problemas que la vieja pol¨ªtica y las peleas internas coparon la actualidad informativa. En julio de 2020, En Marea (que se present¨® con dos marcas, la principal, Galicia en Com¨²n) desapareci¨® del Parlamento gallego y el BNG resurgi¨® de las cenizas: escal¨® hasta los 19 esca?os y casi triplic¨® los votos de 2016 (de los 119.000 a los 311.000).
¡°Hay que reconocer el valor pol¨ªtico de la actual direcci¨®n al ser capaz de revertir una situaci¨®n tan cr¨ªtica como la que ten¨ªan. Una labor inteligente y tit¨¢nica que no se explica solo por un mero trasvase de votos¡±, afirma Quintana.
Nunca la Presidencia de la Xunta estuvo tan cerca para un candidato nacionalista, que adem¨¢s es mujer, pero hay quien compara la situaci¨®n actual con la de 2001. En 1997, m¨¢s de 395.000 gallegos escogieron la papeleta del Bloque, un apoyo no repetido hasta ahora, y el partido qued¨® por delante del PSOE en votos y esca?os (18-15). En 2001, sin embargo, Beiras baj¨® a 17 y se igual¨® a los socialistas. Su liderazgo ten¨ªa los d¨ªas contados. Hay voces del nacionalismo que creen que Pont¨®n puede correr la misma suerte si ahora defrauda las expectativas, porque el sector m¨¢s duro de la UPG, el partido hegem¨®nico en el BNG, no ve bien su discurso aperturista.
En una suerte de estrategia de resistencia estos a?os, Pont¨®n se ha ido afianzando al frente de la ejecutiva del partido al tiempo que suavizaba su perfil para ampliar la base electoral. Ahora, en sus intervenciones en campa?a, llama al voto ¡°¨²til¡± y pide concentrarlo en el Bloque frente a las opciones que representan PSOE, Sumar y Podemos. ¡°Les digo a todas esas personas que quieren una Galicia mejor que no importa lo que votasen en otras ocasiones. Hay muchas maneras de sentirse gallego y todas son necesarias para el cambio¡±, apel¨® la candidata en su minuto de oro final en el debate del lunes.
¡°Su cambio es el que hemos experimentado todos los portavoces¡±, reconoce Quintana. ¡°Cuando llegas a una responsabilidad as¨ª y empiezas a ir por todos los ayuntamientos, conoces a la gente y te das cuenta de que el BNG no es una entelequia sino que es el reflejo de toda una cultura pol¨ªtica y de una manera de entender la vida. Una fuerza pol¨ªtica enraizada en la tierra. En todas partes hay gente del BNG que da la cara por el nacionalismo, muy preparada y profesionalmente brillante. Un d¨ªa, sentado en el despacho, dices: ¡®?Y nosotros por qu¨¦ no vamos a ganar? ?Qu¨¦ raz¨®n metaf¨ªsica hay para que el nacionalismo no pueda ganar en Galicia? ?Pero si lo tenemos todo!¡¯. Y al d¨ªa siguiente es cuando empiezas a hablar como Ana. Ana no habla para los militantes del BNG, habla para convencer a los que no lo son. Eso es hacer pol¨ªtica, lo otro es declamaci¨®n¡±, resume. El 18-F dejar¨¢ al descubierto si el nacionalismo ha tenido o no esa capacidad de convicci¨®n y rompe su propio techo.
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