Feij¨®o abraza los pactos con Vox mientras Abascal pone precio al Gobierno de Murcia

¡°El contexto de lo que est¨¢ pasando es este: el d¨ªa 17 de junio se constituyen todos los ayuntamientos y nos ten¨ªamos que retratar. No hab¨ªa m¨¢s remedio, o pact¨¢bamos con Vox o conservaba la izquierda el poder, y no hab¨ªa forma de esconderse¡±, apunta un asesor de Alberto N¨²?ez Feij¨®o para explicar que, como un domin¨®, se hayan acelerado los acuerdos del PP con la extrema derecha. El Partido Popular asumi¨® que el s¨¢bado estaba obligado a desvelar sus cartas, as¨ª que decidi¨® abrir esta semana de par en par las compuertas de los pactos. Ahora bien, el acuerdo para el Gobierno valenciano, que compartir¨¢n PP y Vox, dio la impresi¨®n de que todo estaba ya cerrado con los de Santiago Abascal, pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Al contrario, una vez abierto el juego, las alianzas van avanzando territorio a territorio de forma ca¨®tica, con Murcia como escenario ahora m¨¢s conflictivo, donde Vox pone precio a la investidura de Fernando L¨®pez Miras despu¨¦s de que los populares dejaran al partido ultra fuera de la Mesa de la Asamblea regional. En esta coyuntura, la m¨¢s compleja desde su llegada a la presidencia del PP, Feij¨®o ha pasado por primera vez a defender activamente los pactos de sus barones con Vox, sin despejar la inc¨®gnita de qu¨¦ har¨ªa ¨¦l en caso de encontrarse en un escenario como este tras el 23-J.

Despu¨¦s de haber renegado durante toda la pasada campa?a electoral, Feij¨®o ha tenido que dar un paso adelante asumiendo los pactos del PP con la extrema derecha por todo el pa¨ªs. El presidente popular ha pasado de hacerse el sueco a bendecir el acuerdo para un Gobierno conjunto con Vox en la Comunidad Valenciana, la cuarta m¨¢s poblada de Espa?a, justific¨¢ndose en que los ultras han tenido respaldo popular en las elecciones del 28 de mayo y en que, sin la abstenci¨®n del PSOE, la alternativa era ir de nuevo a elecciones. ¡°En la Comunidad Valenciana, Vox ha sido determinante y lo ha votado mucha gente¡±, argument¨® el mi¨¦rcoles Feij¨®o. ¡°La ¨²nica posibilidad ser¨ªa convocar elecciones nuevas, porque el PSOE no quer¨ªa apoyar al PP¡±, sostuvo, pese a que el pacto se ha cerrado mucho antes de agotar los plazos para un escenario de repetici¨®n electoral (las Cortes Valencianas se constituyen el d¨ªa 27).

Feij¨®o arguye tambi¨¦n que los socialistas no se quieren abstener para que gobierne el PP, aunque en Extremadura, donde es el PSOE la lista m¨¢s votada, los populares no han hecho el amago de dejar que gobierne, y en Castilla-La Mancha el PP ha rechazado una propuesta del PSOE para repartirse las principales alcald¨ªas. Y esgrime, adem¨¢s, que los socialistas no pueden darle ¡°lecciones¡± de sus acuerdos con la extrema derecha teniendo en cuenta sus pactos. ¡°Que nos diga el PSOE con qui¨¦n podemos o no pactar, un partido que ha pactado con Podemos, que est¨¢ gobernando con independentistas en Catalu?a, y que gobierna con el apoyo de Bildu... El PSOE no tiene ninguna legitimidad para dar lecciones sobre pactos¡±.

El problema para Feij¨®o, adem¨¢s de tratar de evitar la factura electoral de los acuerdos con la extrema derecha, es que estos se le complican ahora en territorios que en principio deb¨ªan ser m¨¢s pac¨ªficos. Es el caso de Murcia. En esa comunidad, en la que Fernando L¨®pez Miras, con 21 diputados, est¨¢ a solo dos de la mayor¨ªa absoluta, los ultras amenazan con una repetici¨®n electoral despu¨¦s de que el PP los haya dejado fuera del reparto de poder en la Asamblea. Fuentes del Partido Popular en Murcia explican que Vox hab¨ªa reclamado para s¨ª la presidencia de la C¨¢mara regional, y sostienen que por eso el PP, que lo encontr¨® una petici¨®n ¡°desproporcionada¡±, opt¨® por votarse a s¨ª mismo, dejando sin puestos en la Mesa a la extrema derecha. Pero los ultras se han revuelto y Santiago Abascal ha advertido al PP del ¡°profundo error¡± de su decisi¨®n, que atribuye a ¡°c¨¢lculos nacionales¡± de Feij¨®o. Fuentes del PP murciano aseguran, en cambio, que han actuado desde su absoluta autonom¨ªa y sin instrucciones de la c¨²pula para la negociaci¨®n de la Mesa.

Vox, pese a su fuerza relativa en una comunidad sociol¨®gicamente conservadora, quiere poner precio a la presidencia de L¨®pez Miras. Abascal confirm¨® que si el aspirante a presidente del PP murciano no rectifica y respeta el 18% de los votos que recibi¨® all¨ª su formaci¨®n, votar¨¢n en contra de su investidura. Abascal y Vox persiguen en estas negociaciones que el electorado aprecie que son una alternativa que puede formar parte de gobiernos con el PP, como ya sucedi¨® en su momento en Castilla y Le¨®n y ahora r¨¢pidamente en la Comunidad Valenciana, y es lo que exigir¨¢n antes del s¨¢bado en hasta 135 municipios en toda Espa?a y varias autonom¨ªas.

El encontronazo de Murcia, que en Vox no se esperaban, marca un criterio general. El partido ultra continuar¨¢ las negociaciones en otras comunidades, tambi¨¦n en Murcia, hasta el final, mientras en el entorno de Abascal advierten: ¡°Repetir las elecciones es la ¨²ltima opci¨®n, pero es una opci¨®n¡±.

En plena marejada, Feij¨®o trata de que los pactos territoriales con Vox no lastren su credibilidad cuando sostiene que ¨¦l no gobernar¨¢ con la extrema derecha si necesita su apoyo, como apuntan todas las encuestas. ¡°Mi objetivo no es pactar con Vox, sino conseguir una mayor¨ªa suficiente para gobernar, de la misma forma que se produjo en Andaluc¨ªa o en Madrid¡±, defendi¨® el mi¨¦rcoles, igual que afirmaban sus candidatos antes de las elecciones auton¨®micas. Preguntado sobre si, en el caso de no lograr su objetivo, utilizar¨¢ los mismos argumentos esgrimidos en la Comunidad Valenciana para justificar un acuerdo suyo con Vox, el l¨ªder del PP evit¨® responder: ¡°Usted no me va a sacar de mi objetivo. Yo eso se lo dejo a S¨¢nchez, con su Frankenstein 2¡å. Aunque avance despejando algunas inc¨®gnitas, Feij¨®o todav¨ªa deja en el aire el interrogante principal.