Las dos ¡®aldeas galas¡¯ socialistas se preparan para los comicios sin rastro del furor por Ayuso

Cuando en mayo de 2021 se observaba el mapa electoral de la Comunidad de Madrid, hab¨ªa que hacer zoom para comprobar que no todo el territorio se hab¨ªa te?ido de azul. La presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso revalid¨® su mandato con una victoria total, con m¨¢s de 20 puntos de diferencia con el PSOE. Sin embargo, hubo dos rincones, uno en el extremo noreste y otro en el extremo sureste, que se mantuvieron en rojo. El Atazar, en la sierra, de unos 100 habitantes; y Fuentidue?a de Tajo, pegado a Cuenca, de 2.250. Las llaman las aldeas galas socialistas, los ¨²nicos municipios donde el furor de Ayuso no lleg¨®. Estos d¨ªas se preparan para unos comicios sin que ning¨²n candidato del PP a las listas auton¨®micas los haya tratado de convencer. Los dan por perdidos. Algunos vecinos presumen orgullosos que son ¡°la resistencia¡±.

Fuentidue?a de Tajo est¨¢ a 70 kil¨®metros de la Puera del Sol. M¨¢s cerca de Castilla-La Mancha que de los problemas pol¨ªticos del interior de la M-30. Su poblaci¨®n ha crecido en los ¨²ltimos a?os, especialmente desde 2019, el n¨²mero de vecinos es casi el doble que el que contaba hace 40 a?os. El n¨²mero de concejales ha aumentado este a?o, de nueve en las anteriores elecciones a 11 que se eligen ahora.

Muchos de los nuevos vecinos son madrile?os de la periferia que vendieron sus casas poco despu¨¦s de la pandemia para instalarse a la ribera del Tajo sin irse demasiado lejos de Madrid, a una hora en coche. Algo tuvo que ver la instalaci¨®n de fibra ¨®ptica hace cuatro a?os, apunta su alcalde, socialista, Jos¨¦ Antonio Dom¨ªnguez, que cuenta orgulloso las cifras que combaten la despoblaci¨®n. En este rinc¨®n el PP no ha ganado en unas auton¨®micas nunca. Es el ¨²nico municipio que ha resistido todos los a?os de democracia.

Al entrar al pueblo, las farolas ya est¨¢n vestidas para el pr¨®ximo 28 de mayo. Pero cuesta encontrar alguna en la que se vea la foto de la presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso. Podemos ha empapelado la mayor¨ªa, pero un enorme letrero de Vota PSOE corona el centro del pueblo. S¨ª hay, no obstante, alguno m¨¢s de su candidata municipal, Margarita Gonzalo, del PP. Aunque cuentan los vecinos que es muy cercana a un concejal socialista. Las siglas en estos lugares importan bastante menos que la reputaci¨®n personal de quienes buscan la alcald¨ªa.

Del r¨ªo sube un matrimonio que lleg¨® a vivir al municipio hace dos a?os desde M¨®stoles. ¡°Un d¨ªa despu¨¦s de que ganara Ayuso, salimos de all¨ª¡±, cuenta Jos¨¦ ¡ªnombre ficticio porque prefiere que no lo relacionen con pol¨ªtica en el pueblo¡ª. La pareja explica que llevaban a?os d¨¢ndole vueltas a la posibilidad de salir de Madrid despu¨¦s de jubilarse, vender su piso donde vivieron m¨¢s de 40 a?os y comprarse una casa con jard¨ªn cerca del campo. ?l tiene 67 a?os y ella 65. Y buscaron a conciencia un municipio cercano donde el PP no hubiera arrasado, aseguran, pues barajaron otra opci¨®n en la provincia de Ciudad Real, donde gobernaba el PP y acabaron eligiendo Fuentidue?a. Tienen claro que el 28 de mayo votar¨¢n a Podemos en las auton¨®micas y al PSOE a la alcald¨ªa, ¡°porque lo conocemos bien, se pasea como uno m¨¢s y queremos que siga ¨¦l, ha hecho mucho por el municipio¡±.

Dom¨ªnguez ha gobernado Fuentidue?a desde hace ocho a?os y busca la reelecci¨®n. Explica que esta localidad, eminentemente agricultora y humilde, ha sido ¡°de izquierdas toda la vida¡±. Estos mismos argumentos se repiten en la calle principal del pueblo, la avenida Elena Soriano, en los tres ¨²nicos bares que hay, se juntan vecinos este mi¨¦rcoles a mediod¨ªa para tomar el aperitivo. A un lado, Leo, de 51 a?os, Mercedes, de 60, y Vicente de 64, lo tienen claro: ¡°Aqu¨ª Ayuso no tiene nada que hacer. Vamos, es que ni se ha asomado por aqu¨ª porque ya sabe lo que hay. Aqu¨ª se vota por tradici¨®n al PSOE¡±, resume Mercedes por todos los dem¨¢s. A un lado los observa Natalia, de 25, que es de Estremera ¡ªun pueblo pegado¡ª y reconoce abiertamente que es ¡°de derechas¡±. Nadie discute con ella. Asumen que tiene que ser as¨ª, y que quiz¨¢ sea normal, siendo de fuera. ¡°Pero aqu¨ª va a ganar el PSOE, ya te lo digo yo¡±, se?ala Natalia.

¡°Ayuso y en general la derecha madrile?a no ha mirado m¨¢s all¨¢ de la M-30. En los municipios como el nuestro no est¨¢ haciendo la pol¨ªtica que deber¨ªa, y nos tiene abandonados. Los vecinos se dan cuenta¡±, explica Dom¨ªnguez. Entre otras cosas, denuncia que la Comunidad no ha llevado a cabo desde hace ocho a?os ninguna obra p¨²blica en el municipio y se?ala que envidia el presupuesto que tienen de las Diputaciones los pueblos vecinos de Castilla-La Mancha. Sus principales peticiones al Gobierno regional fueron la construcci¨®n de un centro c¨ªvico en el centro y una carretera que desv¨ªe a los camiones de carga para que no pasen por el centro del pueblo.

Otro votante de Ayuso toma cerveza junto a un socialista y otro vecino que lleva sin votar desde la ¨¦poca de Felipe Gonz¨¢lez. ¡°Es que es andaluz¡±, puntualiza con sorna su amigo, Francisco L¨®pez, de 76 a?os. ¡°Viv¨ª en Vallecas toda la vida¡±, le responde. Pero hasta ah¨ª llega la discusi¨®n. Los que votan al PP en el pueblo saben que son minor¨ªa y as¨ª se asumen. Los rifirrafes del Congreso no calan en la terraza del Kebab que sirve ca?as en Fuentidue?a.

A 140 kil¨®metros de ah¨ª hacia el norte, en la sierra noreste, se esconde El Atazar, que lleva el nombre del pantano m¨¢s caudaloso de Madrid. Una decena de casas de fachadas de pizarra y otras con pintura oscura ¡ªproporcionada por el Ayuntamiento¡ª dan la bienvenida al forastero con una se?al: prohibido los veh¨ªculos, ¡°municipio peatonal¡±. Un aviso que, cuentan los vecinos, va dirigido especialmente a los moteros, que convirtieron el pueblo en un circuito improvisado, la meta de un recorrido de curvas imposibles que hay que atravesar para llegar a este rinc¨®n del extremo noreste madrile?o.

A este municipio no llega Telemadrid. ¡°Ni se le espera¡±, apunta Rosa, de 60 a?os, entre risas mientras apura un botell¨ªn de cerveza en la terraza del ¨²nico bar que ha resistido abierto en el municipio. Lo regenta una concejala, Magdalena Mart¨ªn. Por tanto, nadie en el pueblo vio el debate del pasado martes. En esta localidad de unos 100 habitantes, todos se conocen, y explican que las elecciones municipales son una cuesti¨®n ¡°casi familiar¡±. Esperan al cierre de urnas por mero protocolo, pero saben perfectamente qui¨¦n va a votar y qui¨¦n no, y uno de los candidatos a las listas socialistas por el municipio, Santiago Fern¨¢ndez Lozano, de 62 a?os, culpa directamente a su amigo que tiene a un lado, Pedro, de 68, que no va a las urnas nunca. ?l solo se r¨ªe: ¡°Es verdad, no me interesa ninguno¡±.

En El Atazar, el auge de la derecha auton¨®mica madrile?a se ha mantenido al margen en los ¨²ltimos 16 a?os, desde el segundo mandato de Esperanza Aguirre, y no se ha recuperado desde entonces. En las regionales de 2019 se convirti¨® en el ¨²nico municipio donde la suma de PP, Ciudadanos y Vox fue exacta a la de PSOE, M¨¢s Madrid y Podemos. Para un lado, 31; Para otro, 31. Igualdad absoluta. Pero en 2021, el voto socialista se desmarc¨®, en contra de todo lo que sucedi¨® en el resto de la Comunidad. Esto lo convirti¨® en el segundo feudo socialista en resistir el hurac¨¢n Ayuso. ¡°Porque tenemos m¨¢s cabeza¡±, apunta Rosa.

En 2019 el pueblo se hizo famoso porque el alcalde, Juan Pablo Lozano, fue elegido por una moneda al aire. Un empate ins¨®lito que oblig¨® a sortear a cara y cruz la alcald¨ªa. La suerte otorg¨® el tercer concejal en juego a los socialistas, lo que convirti¨® en primer edil a Lozano y en teniente de alcalde, a Magdalena Mart¨ªn. Ninguno tiene dedicaci¨®n exclusiva, pero ambos cuentan con residencia y arraigo en el pueblo. Lozano, adem¨¢s, ya hab¨ªa ostentado el cargo durante 12 a?os en el pasado. Un candidato que, aseguraron muchos vecinos a este diario, aglutin¨® los votos de la derecha.

Fern¨¢ndez, que termina de beberse la cerveza en una mesa en la calle del mes¨®n Elathazar, es el cu?ado del alcalde. Va y viene de Madrid a El Atazar porque trabaja en el Canal de Isabel II. En la oposici¨®n tiene a un primo. ¡°No te creas que me hace mucha ilusi¨®n ganar. Bastante tenemos ya¡±, responde al despedirse.

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