Condenan a cinco a?os de c¨¢rcel a un hombre por esconder coca¨ªna y hach¨ªs en un zulo en el monte

La secci¨®n segunda de la Audiencia de Ourense ha condenado a cinco a?os de prisi¨®n y al pago de una multa de 52.000 euros a un hombre que enterr¨® en un zulo en el monte de Quintela coca¨ªna y hach¨ªs para su venta en dosis. Pese a que la defensa del acusado pidi¨® su absoluci¨®n y acus¨® a la Polic¨ªa de provocar una operaci¨®n de narcotr¨¢fico, el tribunal ha desestimado todas las alegaciones y ha tenido en cuenta la agravante de reincidencia del acusado para considerarlo autor de un delito contra la salud p¨²blica, en su modalidad de sustancias que causan grave da?o a la salud,

La droga fue localizada de forma casual por un vecino que alert¨® a los agentes de seguridad ciudadana. Seg¨²n consta en la sentencia, los polic¨ªas encontraron el zulo, pero no lograron localizar al due?o de las treinta bellotas de resina de cannabis y de coca¨ªna por valor de m¨¢s de 22.000 euros que recuperaron del habit¨¢culo.

El tribunal relata en la resoluci¨®n que, como la vigilancia en la zona no dio resultados, el grupo de estupefacientes de la Comisar¨ªa de Polic¨ªa de Ourense dej¨® un cebo en el zulo para intentar detener al traficante. As¨ª, introdujeron en el zulo una bolsa de pl¨¢stico con az¨²car glas, similar en apariencia a la coca¨ªna, y una nota manuscrita en la que se comunicaba el hallazgo de la droga y un n¨²mero de tel¨¦fono, que era el del subinspector del grupo policial, para que el due?o del alijo llamara para recuperar la droga.

Seis d¨ªas m¨¢s tarde, el 11 de noviembre de 2019, el traficante hizo una llamada al agente encubierto en la que asumi¨® ser el propietario de la droga y dej¨® claras sus intenciones su intenci¨®n de negociar con su interlocutor para recuperarla, lo que desencaden¨® su detenci¨®n. En el momento de su arresto tambi¨¦n portaba diversas sustancias estupefacientes.

El tribunal invoca en la sentencia diversa jurisprudencia del Tribunal Supremo y concluye que en este caso ¡°no se esta en presencia de un delito provocado¡±. ¡°Puede hablarse de una actuaci¨®n enga?osa, en tanto que el grupo de estupefacientes dej¨® en el zulo una sustancia similar a la coca¨ªna, un tel¨¦fono para buscar el contacto con el posible propietario de la droga y el subinspector simul¨® muy h¨¢bilmente ser la persona que realizo el hallazgo, ocultando ser un efectivo policial¡±.

La sentencia sostiene que ¡°tal simulaci¨®n no constituyo ninguna incitaci¨®n a cometer delito alguno, ya que el delito ya se estaba cometiendo por la libre decisi¨®n del acusado, que contaba con la posesi¨®n de las drogas y pensaba destinarlas a su venta, lo que los agentes policiales pretend¨ªan y realmente consiguieron fue averiguar y descubrir al autor de un delito contra la salud publica que de otro modo quedar¨ªa impune¡±.

A?ade el fallo su veredicto sobre la llamada realizada por el acusado a los agentes policiales que la defensa ha considerado que vulnera el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones. El tribunal sostiene que la intervenci¨®n telef¨®nica esta sobradamente motivada en los datos y conclusiones que recoge el oficio policial que contiene indicios suficientes y sospecha de un delito de narcotr¨¢fico ¡°en una s¨®lidamente acreditada base f¨¢ctica¡±.