La confesi¨®n de la Iglesia antes de inmatricular y vender un monasterio en Ourense: ¡°No es de la di¨®cesis¡±
El Obispado neg¨® ser el titular de un cenobio en ruinas cuando la Administraci¨®n le requiri¨® que limpiara la zona y meses despu¨¦s lo traspas¨® a un inversor. Una familia reclama su propiedad
Es vox populi en la aldea de Palm¨¦s, en el municipio de Ourense, que las ruinas del monasterio de Santa Comba de Naves fueron desamortizadas y adjudicadas en subasta hace m¨¢s de un siglo a unos particulares. En enero de 2016, como si la memoria del pueblo se hubiera evaporado, el Obispado convoc¨® a los vecinos en la parroquia para anunciarles que hab¨ªa vendido esa propiedad a un inversor que iba a montar all¨ª un negocio hostelero. La supuesta buena nueva fue recibida con mucha aspereza por los habitantes de Palm¨¦s. Ya entonces le advirtieron a los enviados del obispo de que el cenobio no pertenec¨ªa a la Iglesia. Siete a?os despu¨¦s, la investigaci¨®n y el litigio que ha impulsado la familia que asegura ser su leg¨ªtima due?a llegan a juicio con sorpresa incluida: solo 15 d¨ªas antes de inmatricular la finca para venderla justo despu¨¦s en una notar¨ªa de Madrid, la di¨®cesis admiti¨® por escrito ante la Xunta que el ruinoso cenobio no era suyo.
La confesi¨®n que enturbia la venta del monasterio por parte de la Iglesia se produjo el 15 de abril de 2015. A la sede del Obispado de Ourense hab¨ªa llegado un requerimiento del Servicio de Patrimonio de la delegaci¨®n provincial de la Xunta para que retirara la maleza que invad¨ªa los pocos restos que quedan del monasterio de Santa Comba de Naves, fundado en el siglo IX, reconstruido en el XVIII e incluido ahora en la Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra por su abandono. Ese d¨ªa, el delegado diocesano, Miguel ?ngel Gonz¨¢lez Garc¨ªa, estamp¨® su firma en un escrito al que ha tenido acceso este peri¨®dico y en el que se lava las manos de tales responsabilidades: ¡°Simplemente aclarar a esa delegaci¨®n [de la Xunta] que [el monasterio] no es propiedad de la Di¨®cesis de Ourense y, por tanto, la di¨®cesis no es responsable del abandono o de la maleza que ustedes piden se limpie¡±.
Solo 15 d¨ªas despu¨¦s, el 30 de abril, el mismo Obispado que alegaba no ser propietario del cenobio para esquivar un requerimiento de Patrimonio lo inscribi¨® como suyo en el Registro de la Propiedad. La inmatriculaci¨®n, sin embargo, no vari¨® los argumentos esgrimidos por la Iglesia ante la Administraci¨®n para seguir burlando la realizaci¨®n de tareas de mantenimiento en la finca. El 10 de agosto de ese mismo a?o, el delegado de Asuntos Econ¨®micos del Obispado, Ra¨²l Alfonso Gonz¨¢lez, volvi¨® a asegurar, esta vez ante el Ayuntamiento de Ourense, que la Iglesia cat¨®lica no era titular de las ruinas: ¡°Tras las comprobaciones pertinentes, acompa?adas de una visita in situ por parte de miembros de esta delegaci¨®n, debemos notificarle que en nuestro archivo no aparece inventariado tal bien¡±. E insiste el sacerdote en su escrito: ¡°No nos consta que el bien que ustedes indican sea propiedad de la Di¨®cesis de Ourense, y tampoco nos hayamos en disposici¨®n de facilitarles la tarea de encontrar a su propietario dado que no poseemos dato alguno sobre tal bien¡±.
Ra¨²l Alfonso, que el pasado abril fue ungido por el obispo como vicario episcopal para el Patrimonio y el Sostenimiento de la Iglesia, desempe?a un papel clave en esta historia. Cuatro meses despu¨¦s de firmar ese escrito ante el Ayuntamiento de Ourense alegando que la Iglesia no es propietaria de Santa Comba de Naves, el sacerdote rubric¨® en una notar¨ªa de Madrid la venta de las ruinas y de la finca de 9.000 metros cuadrados a Rom¨¢n Blanco Reinosa, un inversor nacido en una aldea a 40 kil¨®metros de Palm¨¦s que hoy en d¨ªa es CEO del Banco Santander en Chile. El Obispado de Ourense ha eludido explicar esta sucesi¨®n de hechos a EL PA?S mientras el asunto est¨¦ judicializado. Por su parte, el abogado de Blanco Reinosa, Jaime Benito Guti¨¦rrez, se remite a su respuesta a la demanda. En ese escrito, defiende que la familia demandante no acredita con la documentaci¨®n presentada la propiedad de la finca y esgrime que su cliente se la compr¨® al ¨²nico titular que constaba en el Registro de la Propiedad, con ¡°absoluta buena fe¡± y siendo ¡°totalmente ajeno a cualquier disputa¡± sobre ella.
Rosa Figueiras Crespo, la mujer que asegura ser heredera del hombre que adquiri¨® el cenobio en subasta en 1906, ha presentado una demanda contra el comprador, Blanco Reinosa, que ir¨¢ a juicio el 15 de noviembre. La familia explica que no le es posible emprender acciones legales contra la Iglesia al haber vendido el Obispado la propiedad en litigio. ¡°Lo que ha hecho la Iglesia es un atraco, un atropello. Se creen que est¨¢n por encima del resto de los mortales¡±, reprueba Artur Iglesias, nieto y portavoz de la demandante.
Sobre una de las mesas del estanco-bar de Palm¨¦s, Iglesias ense?a el t¨ªtulo de propiedad adjudicado en 1906 a su tatarabuelo, Manuel Crespo Loureiro, y a otro vecino, Manuel Cu¨ª?as Loureiro, tras la subasta del desamortizado monasterio de Santa Comba de Naves. El documento otorga a estos dos hombres la ¡°casa rectoral¡± de Santa Comba de Naves por el precio de 2.300 pesetas pero, seg¨²n explica la familia, Crespo acab¨® compr¨¢ndole su parte a Cu¨ª?as mediante un contrato verbal. ¡°La Iglesia dice que [el del t¨ªtulo de propiedad] no se trata del mismo bien que el monasterio, pero s¨ª lo es porque la edificaci¨®n que hay es la ¨²nica que ha habido siempre, nunca hubo otra que se llamara casa rectoral. E incluye la finca, porque la desamortizaci¨®n afecta a todo¡±, defiende Iglesias.
El nieto de la demandante muestra recibos de la contribuci¨®n de los a?os treinta y un documento catastral del Ministerio de Hacienda datado en 1930. Y relata un episodio que demostrar¨ªa que el Obispado sab¨ªa que el monasterio es de su familia. En diciembre de 2015, d¨ªas antes de vend¨¦rselo al inversor, el ec¨®nomo de la di¨®cesis, Daniel Argiz, convoc¨® al padre de Artur Iglesias a una reuni¨®n y le ofreci¨® comprarle la finca. ¡°Mi padre le dijo que no le pod¨ªa decir nada porque ten¨ªa que consultarlo con m¨¢s miembros de la familia¡±, explica. ¡°Argiz dijo que lo volver¨ªa a llamar pero nunca lo hizo. Un mes despu¨¦s nos enteramos por los vecinos de Palm¨¦s de que lo hab¨ªan vendido¡±.
Los vestigios de Santa Comba de Naves, uno de los 12 monasterios benedictinos medievales de la provincia de Ourense, yacen en un paraje con vistas al r¨ªo Mi?o y dif¨ªcil acceso. Adem¨¢s del edificio principal, cuenta con una capilla y un palomar. A lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas ha sido objeto de saqueos varios, pero en las paredes a¨²n sobrevive parte del escudo que acredita que en su d¨ªa depend¨ªa del potente cenobio de Celanova. Seg¨²n cont¨® Blanco Reinosa a los vecinos de Palm¨¦s, el alto ejecutivo del Banco Santander dio con Santa Comba de Naves mientras buscaba propiedades eclesi¨¢sticas en las que invertir. Tras ponerse en contacto con la Conferencia Episcopal para tantear posibilidades, le pregunt¨® al Obispado de Ourense por este monasterio sobre el que hab¨ªa le¨ªdo informaci¨®n en internet. En un par de meses se zanj¨® su traspaso por 75.000 euros.
La operaci¨®n ha enfadado a buena parte de los 250 habitantes de Palm¨¦s, cuenta Isabel L¨®pez, vecina de 41 a?os: ¡°El sentir del pueblo es que la Iglesia solo se mueve por dinero¡±. Ella recuerda que en los noventa la di¨®cesis ya hab¨ªa intentado vender ¡°de extranjis¡± el monasterio, pero los residentes se enteraron antes y consiguieron pararlo a base de protestas. Acudieron a la casa de la familia Iglesias para pedirles el t¨ªtulo de propiedad de 1906 y el Obispado acab¨® ech¨¢ndose atr¨¢s. ¡°De aquellos d¨ªas recuerdo la indignaci¨®n de nuestros mayores. El obispo de entonces nos prometi¨® que si se produc¨ªa otro intento de venta se comunicar¨ªa antes al pueblo, pero no lo han cumplido¡±, a?ade. Del proyecto hostelero de Blanco Reinosa no han vuelto a saber nada.
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