El denostado eucalipto gana en una d¨¦cada 53.000 hect¨¢reas de terreno en Galicia
Un informe del Consello da Cultura Galega alerta sobre su ¡°modelo de explotaci¨®n completamente destructivo¡±, que ya ocupa mill¨®n y medio de hect¨¢reas en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica frente a las 100.000 del resto de Europa
En junio de 2016, el colectivo ecologista gallego Adega y el grupo de defensa cultural Mari?a Patrimonio sacaban a la luz un concienzudo trabajo de rastreo a trav¨¦s de fotos a¨¦reas que revelaba que las plantaciones de eucalipto en el norte de Lugo se hab¨ªan tragado 40 yacimientos arqueol¨®gicos, arrasados con la maquinaria pesada de las empresas forestales. Las asociaciones denunciaban destrozos en castros y t¨²mulos, y a?ad¨ªan otro dato: 500 sitios prehist¨®ricos identificados en solo aquella zona estaban ya repoblados con esta especie invasora. Unos meses despu¨¦s, en 2017, las pruebas recabadas por estas organizaciones recalaban en el Consello da Cultura Galega (CCG), una instituci¨®n independiente y de car¨¢cter consultivo para la Xunta de Galicia. En septiembre de 2020, otra media docena de asociaciones ped¨ªan al CCG que nombrase un comit¨¦ de expertos para elaborar un informe sobre el impacto de los cultivos forestales con especies de crecimiento r¨¢pido en el patrimonio natural y cultural de Galicia. Ese trabajo ha sido publicado este lunes en la web de la instituci¨®n, y recoge datos demoledores: en los ¨²ltimos diez a?os el eucalipto ha aumentado en 53.000 hect¨¢reas su superficie en la comunidad, y su cultivo ya acapara 1,48 millones de hect¨¢reas entre Espa?a y Portugal, frente a las 100.000 que suma en el resto de pa¨ªses europeos.
Estas son algunas de las cifras de un monocultivo cuyo ¡°modelo de explotaci¨®n¡±, advierte el CCG, es ¡°completamente destructivo¡± y est¨¢ provocando una metamorfosis del paisaje natural y cultural, la ¡°p¨¦rdida de biodiversidad¡± y la ¡°uniformizaci¨®n¡±, adem¨¢s de la ¡°alteraci¨®n de recursos h¨ªdricos¡±, la proliferaci¨®n de los incendios o el empobrecimiento de la tierra. La situaci¨®n se ve agravada por una ¡°mecanizaci¨®n cada vez m¨¢s intensa¡± y la irrupci¨®n en el monte gallego del Eucalyptus nitens, capaz de prosperar en zonas m¨¢s fr¨ªas y de m¨¢s altitud, hasta ahora salvaguardadas del monocultivo porque la variedad m¨¢s extendida, el Eucalyptus globulus, no se adaptaba. El equipo, formado por ge¨®grafos, historiadores, bi¨®logos e ingenieros forestales y coordinado por la arque¨®loga Rebeca Blanco-Rotea, se?ala que ¡°el problema reside en la gesti¨®n¡± forestal y su ¡°falta de eficacia¡± independientemente de ¡°la demanda¡± de eucalipto que pueda haber en Galicia, con empresas como la pastera Ence o el nuevo proyecto de la portuguesa Altri, que planea fabricar fibra textil a partir de esta madera en el sur de Lugo. La mitad de las 53.000 hect¨¢reas que ha ganado el eucalipto en la ¨²ltima d¨¦cada eran terrenos que antes ocupaban los pinos, y otro 40% no eran zonas arboladas.
El CCG constata una ¡°p¨¦rdida¡± de la presencia ¡°material e inmaterial¡± de elementos que constituyen el paisaje gallego (desde restos arqueol¨®gicos y etnogr¨¢ficos que est¨¢n sin identificar ni catalogar) hasta la propia microtoponimia (con una estimaci¨®n de 400.000 nombres de lugar en Galicia). Todo esto, debido a una ausencia ¡°end¨¦mica¡± de planificaci¨®n y ordenaci¨®n del territorio, en donde los valores culturales y sociales ¡°son marginados¡±. La legislaci¨®n es abundante pero ¡°ineficaz¡± porque no desarrolla los instrumentos necesarios: desde 2011 est¨¢ pendiente el mapa de suelos agropecuarios y forestales de Galicia, y el plan forestal recoge medidas de ordenaci¨®n de recursos forestales para 2030. Adem¨¢s, la ampliaci¨®n de la Red Natura est¨¢ paralizada desde 2011. Y en las zonas ya blindadas sobre el papel ¡°no se aplica la normativa con rigor y se est¨¢n expandiendo especies al¨®ctonas¡± sin medidas de recuperaci¨®n, critica Blanco-Rotea.
Otra integrante del equipo que elabor¨® el informe, la arquitecta Teresa Nieto, pone un ejemplo sobre las facilidades que tienen los madereros para lograr que el eucalipto campe a sus anchas en una comunidad dominada por el minifundio. Solo se exige evaluaci¨®n ambiental para plantaciones de m¨¢s de 10 hect¨¢reas en ¨¢reas protegidas y de m¨¢s de 50 hect¨¢reas en el resto, pero la media de terreno forestal existente en Galicia es de 0,25 hect¨¢reas, por lo que la ¡°pr¨¢ctica totalidad¡± de las parcelas se libran del tr¨¢mite. Como las legislaciones no son efectivas, cada pocos a?os se elabora una nueva ley que ¡°pone a cero el contador¡±, lamentan las portavoces del equipo, es decir, se parte de la situaci¨®n presente (y ya deteriorada) y no se analiza ni c¨®mo era antes el paisaje ni c¨®mo se ha llegado ah¨ª.
Maquinaria pesada para borrar la historia
La superficie forestal supone actualmente dos tercios del ¨¢rea total de Galicia. De los cerca de 1,4 millones de hect¨¢reas arboladas, un 40% lo ocupan las con¨ªferas, un 26% los eucaliptos y un 34% otras especies, pero los dos primeros grupos dominan el aprovechamiento maderero en un 97%. En este contexto, la maquinaria pesada se abre paso por las plantaciones, ¡°ara enormes surcos, remueve el terreno a gran profundidad y traza ex profeso pistas forestales capaces de destruir las fortificaciones defensivas de los castros, conformadas por varios parapetos¡±, denuncia el informe del CCG. ¡°Los eucaliptos nuevos prosperan aqu¨ª y all¨¢ sobre escenarios te¨®ricamente protegidos por la ley¡±, sigue describiendo el trabajo, y los petroglifos y los t¨²mulos funerarios que salpican toda la orograf¨ªa ¡°son a¨²n m¨¢s vulnerables¡±, por su menor tama?o y porque se encuentran cubiertos de vegetaci¨®n. Los da?os son, ¡°en numerosas ocasiones, irreversibles¡±.
El Consello da Cultura, que adem¨¢s de publicar su informe lo har¨¢ llegar a las administraciones con responsabilidad en la gesti¨®n del territorio, recuerda que ¡°en los ¨²ltimos a?os se llevaron a cabo una serie de cambios legislativos liberalizadores que, con la finalidad de facilitar la gesti¨®n forestal, dificultan o limitan la protecci¨®n patrimonial¡±. Por ejemplo, la ley gallega 5/2017, del 19 de octubre, de fomento de la implantaci¨®n de iniciativas empresariales en Galicia, modific¨® la Ley de Montes y permite que las actuaciones solo requieran solicitar la declaraci¨®n responsable al ¨®rgano competente en materia forestal (no a la Conseller¨ªa de Cultura). Nada m¨¢s que en caso de que, durante los trabajos, aparezcan vestigios arqueol¨®gicos o bienes culturales (y que se declaren) se paralizar¨¢ la reforestaci¨®n o la tala, de tal forma que en Galicia ¡°se sustituye la actuaci¨®n preventiva por una actuaci¨®n sancionadora a posteriori¡±, cuando el mal ya est¨¢ hecho.
La acci¨®n de las ¡°palas excavadoras dispuestas sobre orugas¡± aniquila ¡°cualquier vestigio de vegetaci¨®n y de fauna¡±, se destruyen vallados y cierres, se alteran zonas h¨²medas y arroyos que corren por el terreno, alerta el Consello da Cultura Galega. ¡°En algunos terrenos se constat¨® el uso de herbicidas para tratar de controlar la vegetaci¨®n natural tras la plantaci¨®n¡± y en otros se comprob¨® ¡°la plantaci¨®n manual de eucaliptos bajo el dosel arb¨®reo de bosques aut¨®ctonos de especies caducifolias¡±, esto ¨²ltimo ¡°con el fin de que se consideren eucaliptales terrenos que no lo eran y obtener as¨ª la pertinentes autorizaciones¡±.
Con la moratoria de las plantaciones de eucalipto hasta 2025, establecida en Galicia por la Ley 11/2021, del 14 de mayo, de Recuperaci¨®n de la Tierra Agraria, el Gobierno gallego sembr¨® la pol¨¦mica entre asociaciones ecologistas, vecinales y culturales, que vieron en la norma una estrategia para legalizar plantaciones y potenciarlas. El CCG recuerda que desde entonces se multiplicaron ¡°las denuncias por plantaciones ilegales de eucaliptos en parcelas de uso agrario¡± o en zonas donde se talaron bosques aut¨®ctonos sin control. La comunidad aut¨®noma del noroeste representa el 10% de la superficie arbolada de Espa?a y el 2,5% de la de la UE, recoge la Estrategia de Especializaci¨®n Inteligente de Galicia. Aqu¨ª se produce, seg¨²n los datos del mismo informe, el 45% de la madera espa?ola y el 4,5% de la europea.
Menos superficie protegida que en Espa?a y la UE
La Red Natura 2000 de ámbito autonómico se extiende por 3.553 kilómetros cuadrados de medio natural terrestre y 357 de medio marino en Galicia. La superficie terrestre protegida por esta figura no alcanza el 12% del territorio de la comunidad, lo que la sitúa en el último puesto en porcentaje de suelo en Red Natura dentro de España, explica el Consello da Cultura Galega. Galicia está “muy alejada de comunidades autónomas con valores próximos o superiores al 30 %”: Andalucía (29,82 %), Extremadura (30,33 %), Cataluña (30,52 %), La Rioja (33,23 %), Comunidad Valenciana (37,81 %) o Madrid (39,81 %).
En cuanto a la superficie declarada Espacio Natural Protegido, y como en Galicia la mayor parte de la Red Natura 2000 posee esta condición, el valor también ronda el 12%. Esto hace que esté por delante de otras comunidades como Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, pero lejos del 30% fijado en la Estrategia de Biodiversidad de la UE, que en España solo superan La Rioja y Canarias. Sobre las zonas declaradas por la Unesco Reserva de la Biosfera en Galicia, el Consello da Cultura destaca que los informes periódicos del organismo internacional revelan que en algunas de ellas (Terras do Miño, Río Eo, Parque Xurés-Gerês) se constata una “pérdida significativa de hábitats de interés comunitario relacionada con repoblaciones de especies exóticas” como el eucalipto.
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