La Fiscal¨ªa pide un total de 121 a?os para los cinco mayores de edad implicados en el linchamiento de Samuel Luiz
El ministerio p¨²blico reclama para la familia del joven asesinado en 2021 en A Coru?a 304.143 euros, y destaca la discriminaci¨®n por su orientaci¨®n sexual y la ¡°deshumanizaci¨®n extrema¡± que sufri¨®
La persecuci¨®n y linchamiento en plena zona de copas de A Coru?a del joven de 24 a?os Samuel Luiz Mu?iz, en el fin de semana de julio de 2021 en el que se abri¨® el ocio nocturno tras su cierre en la pandemia, se cierne ahora sobre los principales acusados de su muerte con el peso de 121 a?os de prisi¨®n. Es la suma total de las penas, de entre 22 y 27 a?os, que reclama la Fiscal¨ªa para los cinco mayores de edad ¡ªnacidos entre 1995 y 2002¡ª involucrados en el asesinato que desencaden¨®, en los meses siguientes, hist¨®ricas manifestaciones y actos de repulsa en toda Espa?a contra la homofobia. Al filo de las tres de la madrugada del d¨ªa 3, el joven y una amiga se hallaban en las inmediaciones del pub El And¨¦n, en la zona de Riazor, haciendo una videollamada a una amiga que se encontraba en Pontevedra. Le describ¨ªan el ambiente que hab¨ªa en la calle despu¨¦s del confinamiento. Y entonces, a su alrededor, se desat¨® repentinamente la barbarie. El grito de ¡°?deja de grabar, a ver si te voy a matar, maric¨®n!¡±, pronunciado por Diego M. M., seg¨²n el relato de la Fiscal¨ªa, mientras se hallaba con su novia Catherine S. B., alias Katy, fue el principio del fin de Samuel Luiz, que aquella noche falleci¨® en el hospital a las 6.50 con la cabeza destrozada a golpes.
La fiscal delegada para Delitos de Odio solicita para cada uno de los miembros de la pareja que se enfrent¨® inicialmente al joven homosexual 25 a?os de c¨¢rcel: los 22 por el asesinato con ensa?amiento y alevos¨ªa y otros tres m¨¢s por la circunstancia agravante de discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual. Consciente del clamor popular que provoc¨® este caso, el ministerio p¨²blico subraya que estas son las penas m¨¢ximas que se pueden aplicar por esta causa seg¨²n el C¨®digo Penal. Las referencias de Diego M. a la homosexualidad de la v¨ªctima, seg¨²n relataron testigos de los hechos, se alargaron de principio a fin, hasta que ya no pudo levantarse del suelo. Para la mujer acusada, el castigo reclamado es el mismo, pese a que su papel, presuntamente, fue otro. Seg¨²n el escrito de acusaci¨®n, ella ¡°compart¨ªa plenamente la profunda animadversi¨®n¡± de Diego M. ¡°hacia la homosexualidad atribuida a Samuel¡±. Y colabor¨® de manera ¡°activa¡± para asegurarse de que la amiga no pudiera echarle una mano. En diversos momentos del linchamiento solo dos inmigrantes senegaleses, Ibrahima Diack y Magatte Ndiaye, intervinieron para intentar salvar a la v¨ªctima.
El fallecimiento aquel 3 de julio de 2021, seg¨²n recoge el escrito, se produjo como consecuencia de ¡°golpes m¨²ltiples¡±, sobre todo ¡°en la regi¨®n craneal¡±: ¡°Dichos traumatismos provocaron lesiones en las que peque?os vasos cerebrales sangran provocando una hemorragia subaracnoidea, intraventricular, edema cerebral y muerte cerebral secundaria¡±. En las horas siguientes, las redes sociales entraron en ebullici¨®n al trascender alguno de los insultos que se oyeron durante la paliza mortal: ¡°Maric¨®n de mierda¡±.
Para otros dos amigos que se sumaron al apaleamiento de la v¨ªctima, Alejandro F. G., alias Yumba, y Alejandro M. R., la fiscal plantea castigos de 22 a?os como supuestos coautores del crimen, mientras que para el quinto mayor de edad que ser¨¢ enjuiciado, Kaio A. S. C., reclama 27 a?os. A los 22 del asesinato con alevos¨ªa y ensa?amiento suma otros cinco por un delito de robo con violencia, porque se llev¨® el tel¨¦fono m¨®vil de Samuel Luiz cuando la v¨ªctima qued¨® derrumbada en la calle. Diego M. M., Alejandro F. G. y Kaio A. S. C. siguen hoy en prisi¨®n, mientras que Alejandro M. R. fue puesto en libertad provisional al mes y medio de su detenci¨®n y la joven involucrada nunca lleg¨® a pisar la c¨¢rcel.
Tras salir de prisi¨®n despu¨¦s de cumplir las penas que se les impongan en el juicio, la fiscal demanda que pasen otros cinco a?os de libertad vigilada. En los d¨ªas siguientes de la muerte del chico, la Polic¨ªa Nacional logr¨® identificar a otros dos participantes activos de la matanza, menores de edad, que tambi¨¦n fueron arrestados e ingresados en un centro especializado. Los dos reconocieron los hechos despu¨¦s de llegar a un acuerdo y siguen internados, aunque por poco tiempo: solamente cumplir¨¢n tres a?os y medio. Todos ellos fueron reconocidos entre los part¨ªcipes de la ¡°jaur¨ªa humana¡±, seg¨²n describi¨® un mando policial a este diario, que persigui¨® hasta lograr matar a golpes a Samuel Luiz a lo largo de 150 metros del paseo litoral de A Coru?a. El ministerio p¨²blico reclama para la familia (los padres y la hermana) del joven asesinado en A Coru?a 304.143 euros, una cantidad que incluye el precio (m¨¢s de 800 euros seg¨²n la factura de compra) del m¨®vil robado. El padre de la v¨ªctima ha tenido que dejar de trabajar y tiene la invalidez permanente por las secuelas psicol¨®gicas sufridas.
¡°Era un puto maric¨®n¡±
¡°Por las palabras, gestos, forma de vestir, tono de voz y apariencia f¨ªsica de Samuel¡±, relata la Fiscal¨ªa, Diego M. M. ¡°interpret¨® que era homosexual, hecho que desencaden¨® una reacci¨®n a¨²n mucho m¨¢s virulenta en el acusado por la animadversi¨®n a la orientaci¨®n sexual que le atribuy¨®¡±. ¡°Acto seguido, de forma sorpresiva y repentina, con ¨¢nimo de causarle la muerte y en todo caso siendo plenamente consciente y aceptando el alto riesgo que para la vida de Samuel comportaba su violenta acci¨®n, se abalanz¨® sobre ¨¦l golpe¨¢ndolo con pu?etazos y patadas, principalmente en la zona de la cabeza y cara¡±, contin¨²a describiendo el escrito. Al ver que Diego M. M. estaba golpeando a una persona, ¡°su amigo y tambi¨¦n acusado¡± Alejandro F. G., ¡°que lleg¨® al lugar en ese instante, se sum¨® a dicha acci¨®n de forma inmediata, perfectamente consciente y aceptando la brutalidad de la acci¨®n que estaban ejecutando y las grav¨ªsimas consecuencias que pudieran derivarse¡±.
¡°Todos los acusados, actuando en grupo, eran conscientes de que con la duraci¨®n y persistencia de los golpes pod¨ªan ocasionarle la muerte¡±, insiste varias veces en la misma idea la fiscal del caso. ¡°Sin importarles tal eventualidad y aceptando dicha posibilidad¡±, recalca, porque Samuel Luiz ¡°no ten¨ªa ninguna capacidad de defenderse del ataque grupal que estaba sufriendo¡±. ¡°Los continuos y brutales golpes fueron realizados con la intenci¨®n deliberada de aumentar innecesariamente su dolor y sufrimiento f¨ªsico para alcanzar el fin letal¡±, a?ade la acusaci¨®n p¨²blica, algo que es ¡°reflejo de una crueldad y deshumanizaci¨®n extremas¡±.
Durante la carrera mortal, seg¨²n el escrito del ministerio p¨²blico, Diego M. M. gritaba ¡°te voy a apu?alar, vas a morir¡±. Al comprobar lo que hab¨ªan hecho, los miembros del grupo se dispersaron por distintas calles de la zona. La fiscal asegura que Diego M. M., m¨¢s tarde, a¨²n tuvo la sangre fr¨ªa de referirse a la v¨ªctima hablando ¡°con terceros¡±: ¡°Qui¨¦n le mand¨® al puto maric¨®n meterse en eso, si era un puto maric¨®n¡±.
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