Campos de concentraci¨®n, lucha y pobreza: la vida de las personas trans en la Espa?a de Franco a trav¨¦s de la gallega Trini Falc¨¦s
A Coru?a homenajea a la hist¨®rica activista LGTBI, hija de un polic¨ªa de la secreta muy cercano al dictador
Por el mero hecho de existir, Trini Falc¨¦s fue un desaf¨ªo al fascismo. Naci¨® intersexual en A Coru?a en 1943 y, con esa mezcla de anatom¨ªa masculina y femenina, se cri¨® en el seno de una familia franquista. Su padre era un polic¨ªa de la secreta muy cercano a Franco y ella contaba que en su infancia hab¨ªa conocido al dictador en el pazo de Meir¨¢s. Fue inscrita oficialmente con nombre de ni?o, y al crecer, cuando se le empezaron a notar los pechos, sus progenitores decidieron esconderse en un pueblo de Arag¨®n. No consiguieron frenar a su hija, pero el coste para ella fue alto. Como mujer trans, Falc¨¦s cumpli¨® condena en las c¨¢rceles de homosexuales de Badajoz y Huelva, sobrevivi¨® prostituy¨¦ndose, fue activista por los derechos LGTBI y lidi¨® hasta su muerte en 2022 con la precariedad absoluta. ¡°Queremos construir a Trini y que se conozca la relevancia de su figura y sus peripecias vitales¡±, explica el artista y gestor cultural Sergio Marey, que ha presentado este viernes en la biblioteca municipal de A Coru?a un libro biogr¨¢fico sobre ella y una muestra en su memoria.
Un armario del que cuelgan prendas, bisuter¨ªa, fotos y documentos sobre Falc¨¦s presidir¨¢ la entrada de la biblioteca coru?esa hasta el d¨ªa 20 de este mes. La instalaci¨®n Relembrando a Trini (Rememorando a Trini), promovida por el ?rea de Igualdade de la Deputaci¨®n de A Coru?a, es un homenaje a una de las mujeres trans que en Barcelona encabezaron la primera manifestaci¨®n del Orgullo de la historia de Espa?a en 1977. A la Ciudad Condal lleg¨® para hacer la mili y all¨ª vivi¨® la mayor parte de su vida. Se gan¨® el pan prostituy¨¦ndose y protagonizando performances en los cabarets, donde era conocida como La Mami por la canci¨®n Mamy Blue.
En una redada en uno de estos locales nocturnos, Falc¨¦s fue detenida y enviada por primera vez a una de las c¨¢rceles de homosexuales que abri¨® la dictadura, aut¨¦nticos campos de concentraci¨®n en los que estas personas eran maltratadas y sometidas a trabajos forzados y en las que, como ella contaba, se alimentaban a base de comida podrida. Era 1972 y acab¨® pasando cinco a?os entre las prisiones de Huelva y Badajoz por varias condenas, relata Marey, que consigui¨® escribir la biograf¨ªa ? mellor loitar que morrer de fame (Es mejor luchar que morir de hambre) despu¨¦s de un dificultoso trabajo de investigaci¨®n para encontrar testimonios de personas que conocieron a Falc¨¦s en aquellos tiempos. En la penitenciar¨ªa andaluza el r¨¦gimen franquista encerraba a los homosexuales ¡°activos¡± y en la extreme?a, a los ¡°pasivos¡±. La dictadura consideraba m¨¢s graves los comportamientos sexuales de los segundos por ser m¨¢s ¡°afeminados¡±, abunda Marey.
Falc¨¦s se implic¨® en el activismo LGTBI antes y despu¨¦s de la arriesgada protesta de 1977 en la que mujeres trans y prostitutas, las ¨²ltimas de las ¨²ltimas, tomaron las riendas. ?Por qu¨¦ lo hicieron?, les preguntaron entonces a aquellas ciudadanas tan discriminadas. ¡°Total, nosotras ya estamos muertas¡±, contestaron ellas. Falc¨¦s vivi¨® muy precariamente de la prostituci¨®n y, al hacerse mayor, tuvo que dejarlo. Ya cumplidos los 60 a?os, recuerda su amigo Fito Ferreiro, se ganaba unas pesetas en Barcelona manteniendo encendido el fuego en los bidones con los que se calentaban sus compa?eras en la calle. Tambi¨¦n les vend¨ªa bocadillos. Por la Ley de Memoria Hist¨®rica que aprob¨® el Gobierno socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero recibi¨® una compensaci¨®n de 6.000 euros como v¨ªctima del franquismo. El alivio econ¨®mico le dur¨® poco. ¡°Un chulazo¡± que fue su pareja ¡°le quit¨® todo el dinero¡±, afirma Ferreiro.
Un ejemplo del pasado para afrontar el futuro
La Mami contaba a sus amigos que hab¨ªa sido un beb¨¦ robado a una mujer v¨ªctima de violaci¨®n y que su familia se mud¨® a Sevilla cuando su madre biol¨®gica empez¨® a buscarla. Falc¨¦s muri¨® con casi 80 a?os en A Coru?a, la ciudad donde naci¨® y residi¨® en su d¨¦cada final. Ferreiro fue uno de sus allegados durante esta etapa, en la que sali¨® adelante con una exigua pensi¨®n no contributiva ¡°como casi tres de cada cuatro personas mayores LGTBI¡±, apunta ¨¦l. Tambi¨¦n recib¨ªa comida del banco de alimentos. Tuvo que pelear todo hasta el ¨²ltimo momento, incluso las ayudas p¨²blicas para poder comprarse gafas o una silla de ruedas, ya que acab¨® sus d¨ªas con dificultades de movilidad por un problema de cadera. ¡°Era muy luchadora de ella misma, de su libertad y de buscarse la vida¡±, destaca su amigo. Nunca tuvo casi nada, pero era ¡°muy desprendida¡±. ¡°De su casa sal¨ªas siempre con algo¡±, recuerda Ferreiro. Algunos de esos regalos se exhiben en la biblioteca municipal coru?esa, junto al abrigo con el que combat¨ªa el fr¨ªo cuando ejerc¨ªa la prostituci¨®n en Barcelona o el certificado de su ingreso en prisi¨®n.
El homenaje de A Coru?a a Trini Falc¨¦s es un ¡°acto de memoria¡± pero tambi¨¦n pretende lanzar un mensaje para lo que viene, subraya Marey. Considera que el colectivo LGTBI est¨¢ ahora ¡°algo desmovilizado despu¨¦s de grandes logros¡± y cree que recordar las luchas pasadas es una forma de hacer un llamamiento a no abandonarlas: ¡°Trini no solo luch¨® por su d¨ªa a d¨ªa sino a futuro y, con el auge de la ultraderecha que estamos viviendo, es importante contar los ejemplos del pasado¡±.
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