La Movida aburrida
Alguien se pregunt¨® qu¨¦ cosa moderna podr¨ªa presentar Madrid al mundo y resulta que esa cosa sucedi¨® hace 40 a?os
La Movida, qu¨¦ enigma metaf¨ªsico, qu¨¦ discusi¨®n bizantina, qu¨¦ movida La Movida. Para unos no existi¨®, para otros s¨ª (?c¨®mo cab¨ªa tanta gente en el RockOla?). Para el relato de la tele fue una explosi¨®n modernizadora tras la dictadura, llena de creatividad y colorines. Un congreso de paniaguados patrocinado por el gobierno socialista (como dice en su libro el periodista Jos¨¦ Luis Moreno) o una glorificaci¨®n del individualismo neoliberal (como se?ala V¨ªctor Lenore en el suyo). Y as¨ª, qu¨¦ aburrimiento.
Se han cumplido 40 a?os del sacrosanto concierto de homenaje a Canito que dio origen al asunto y volvemos a remover la Movida. Los de Ciudadanos propusieron hace tiempo levantar un museo a La Movida madrile?a, un museo que ya nace rancio, aunque vista la confusi¨®n general no se entiende c¨®mo se va a exponer algo que no se sabe qu¨¦ demonios fue, si mola o no mola, o si ni siquiera fue.
Ser¨ªa un museo especulativo, de car¨¢cter cu¨¢ntico. ?Otra vez Garc¨ªa-Alix y Ouka Leele? ?Otra vez Ceesepe y El Hortelano? ?Los v¨ªdeos de Paloma Chamorro? ?El rizo moreno de Almod¨®var? ?Alguna menci¨®n a los conflictos obreros de la Transici¨®n y sus v¨ªctimas? ?Una sala dedicada a los muertos de la hero¨ªna? Por el momento no encuentran sitio para la instituci¨®n, porque en Malasa?a, donde deber¨ªa de estar, no queda hueco.
El fl¨²or y el plexigl¨¢s no desentonar¨ªan en una ciudad cuyo centro se est¨¢ convirtiendo precisamente en eso, aunque con menos sustancia, con franquicias y maletas trolley pero sin pegamoides ni electroduendes marxistas. Dicen que cuando una actividad se musealiza es que est¨¢ muerta y enterrada, como pasa con la mina de asturiana. ?Ser¨¢ La Movida una mina de la que extraer buen retorno? Parece que alguien se pregunt¨® qu¨¦ cosa moderna podr¨ªa presentar Madrid al mundo y resulta que esa cosa sucedi¨® hace cuatro d¨¦cadas. Modernidad apolillada. Qu¨¦ generaci¨®n m¨¢s triste la actual, cuyos padres o abuelos molaban mucho m¨¢s.
Abrir un museo sobre la efervescencia cultural madrile?a es como decir que aqu¨ª ya no ?efervesce? nada: m¨¢s que un museo sobre la Movida, romantizador del pasado, habr¨ªa que enfocarse en ayudar a que haya m¨¢s movida, pero aqu¨ª y ahora, que gente sobra, pero recursos faltan. Los madrile?os nos conocemos La Movida mejor que el Padrenuestro o la Constituci¨®n Espa?ola, llevan muchos a?os adoctrin¨¢ndonos, as¨ª que se entiende que este museo estar¨¢ dedicado, como casi todo en esta ciudad, al turismo.
Ideas tan extempor¨¢neas como el museo de la Movida (que, salvando las distancias, ser¨ªa un ox¨ªmoron, como hacer un museo del punk) no persiguen otra cosa que construir la Marca Madrid ante el mundo (como si Madrid fuera un refresco) para que el mundo nos reconozca, como si las personas que habitamos en esta ciudad no acab¨¢ramos nunca de creernos que valemos para algo. Menos mal que vinieron Alaska y Almod¨®var. Y eso hay que contarlo. Que se enteren en la Unesco.
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