La doble vida de la presidenta
Pilar Llop, cuarta autoridad del Estado como presidenta del Senado, ocupa un esca?o como diputada rasa en la Asamblea todos los jueves porque es senadora por designaci¨®n de la C¨¢mara
¡ªGracias, se?ora presidente, le suelta un mi¨¦rcoles en el pleno del Senado Jacobo Gonz¨¢lez-Robatto, de Vox, a Pilar Llop, igual que si no existiera la palabra ¡°presidenta¡±.
¡ªGracias, se?ora senadora, le contesta la cuarta m¨¢xima autoridad del Estado, sin torcer el gesto, cuando el barbudo representante del partido de extrema derecha termina su intervenci¨®n.
D¨ªas despu¨¦s de dirigir el debate parlamentario en la C¨¢mara Alta, sentada en el puesto central, como corresponde a la presidenta, Llop aparece en la Asamblea de Madrid. All¨ª se coloca en un extremo de la primera fila de la bancada socialista, casi igual que si fuera una diputada rasa, an¨®nima entre los an¨®nimos para el gran p¨²blico, una m¨¢s entre los 37 representantes socialistas. No es una excepci¨®n. Ocurre todos los jueves, coincidiendo con los plenos de la Asamblea, llenos de broncas, gritos y aplausos.
?Qu¨¦ hace todas las semanas la presidenta del Senado en el Parlamento regional?
Llop es senadora por designaci¨®n auton¨®mica. Su pertenencia a la C¨¢mara Alta, en consecuencia, depende de su continuidad como diputada en la Asamblea de Madrid. Es una situaci¨®n de lo m¨¢s infrecuente: en los 40 a?os de democracia, solo Juan Jos¨¦ Lucas (PP) combin¨® la presidencia del Senado con un acta regional, seg¨²n el departamento de comunicaci¨®n de la C¨¢mara Alta. El resto de presidentes que ha tenido la instituci¨®n ¡ªnueve¡ª fueron elegidos como senadores en las elecciones generales.
¡ª?C¨®mo es la vuelta a casa?, le preguntan un jueves cualquiera a Llop mientras reparte abrazos, besos y saludos antes de sentarse en su esca?o de diputada, el lugar desde que el que fiscaliz¨® entre 2015 y 2018 las pol¨ªticas del Gobierno para combatir la violencia de g¨¦nero, el estado de las sedes judiciales madrile?as, o la actualizaci¨®n de los baremos establecidos para los abogados del turno de oficio.
¡ª?No se me nota? Vuelvo feliz, responde.
Casi todos los jueves, sin falta, Llop repite los rituales de la pasada legislatura: la puntualidad en la llegada, el tentenpi¨¦ en la cafeter¨ªa, traer algo de casa para comer en el edificio de grupos con otros diputados socialistas en lugar de en el restaurante...
De los 265 senadores que componen la C¨¢mara Alta, 208 son electos en las urnas y 57 designados por los Parlamentos auton¨®micos. Pocos de estos ¨²ltimos representantes podr¨ªan hacer lo que Llop. Las dos C¨¢maras a las que pertenece est¨¢n separadas por apenas 13 kil¨®metros. M¨¢s dif¨ªcil ser¨ªa, recuerdan en su equipo, que compatibilizara las dos funciones un senador de otra Comunidad aut¨®noma.
¡°Tener el contacto directo con el territorio que me ha designado como senadora es fundamental para mejorar la respuesta institucional desde la visi¨®n de la Presidencia del Senado¡±, argumenta Llop, que renunci¨® a cobrar como senadora la indemnizaci¨®n por no exclusividad que pod¨ªa haber recibido cada mes como diputada. ¡°El contacto directo y diario con el Parlamento regional me permite vertebrar las iniciativas que se aprueban en el Senado de manera m¨¢s eficaz en el trabajo de la Asamblea¡±, sigue. ¡°Los senadores y senadoras tenemos distinta naturaleza en origen, bien seamos de origen de elecci¨®n directa, o indirecta por la Asamblea legislativa, pero tenemos las mismas obligaciones y derechos", recuerda. Y recalca: ¡°No hay senadores de primera y de segunda categor¨ªa, todos y todas estamos al mismo nivel de exigencia y responsabilidad¡±.
El futuro del PSOE
¡°Ha podido sorprender a quien no la conociera la constancia y el cumplimiento que hace Pilar en relaci¨®n con su asistencia a los Plenos, pero me consta que a todos los que la conoc¨ªamos de antes, seamos del grupo que seamos, no nos ha sorprendido¡±, dice un diputado socialista con muchos trienios, que recuerda que las re?idas votaciones de la Asamblea, fruto de la minor¨ªa del Gobierno, impiden que se ausente nadie. Y a?ade: ¡°Su trabajo en la Asamblea, tanto por su rigor t¨¦cnico como por su afabilidad y buen trato, es muy apreciado¡±.
¡°No est¨¢ en el d¨ªa a d¨ªa, pero sigue colaborando con el grupo en los asuntos que es experta¡±, abunda otro integrante del grupo socialista. ¡°Est¨¢ pendiente de lo que sucede, no es como si se tirara en paraca¨ªdas de jueves en jueves¡±.
Nacida en Madrid (1973), Llop es una de las impulsoras del Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero. Entr¨® en la pol¨ªtica madrile?a en 2015. Y ahora, tras verla pronunciar un encendido discurso en el mitin de cierre de campa?a de las elecciones auton¨®micas, precediendo a ?ngel Gabilondo en un auditorio al aire libre del distrito de Hortaleza, los diputados socialistas observan con detenimiento sus viajes de ida y vuelta entre el Senado y la Asamblea de Madrid.
Aunque el actual portavoz fue el primer ganador socialista de las elecciones regionales desde 1987 ¡ªsolo un pacto de Cs con PP y Vox impidi¨® que gobernara¡ª el PSOE asume que no ser¨¢ candidato por tercera vez. Al tiempo, el partido ha visto c¨®mo Llop manten¨ªa este contacto semanal con la Asamblea, pese a la responsabilidad del Senado, una oportunidad que no ha tenido Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes desde que fue nombrado ministro de Cultura y Deporte. Y ya hay socialistas que se preguntan: ?este viaje a la C¨¢mara Alta puede tener billete de vuelta a Madrid cuando llegue la hora de decidir qui¨¦n encabeza la lista electoral del PSOE en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas?
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