Pilar Llop: ¡°Esta va a ser una legislatura bronca. Estoy preparada para lo que sea¡±
Se hizo juez en parte por las historias que escuchaba de ni?a a las mujeres que se arreglaban el pelo con su madre. Todav¨ªa se emociona al recordarlas. Ha sido diputada en la Asamblea de Madrid y delegada del Gobierno para la violencia de g¨¦nero. Ahora, a los 46 a?os, esta madrile?a pol¨ªglota y de mente abierta preside el Senado en un momento en que la C¨¢mara territorial adquirir¨¢ mucho protagonismo. No le da miedo la responsabilidad. Y pide calma.
DICE?Pilar Llop que tiene mucha vida y pocos milagros que contar. Pero quiz¨¢s a partir de este a?o consiga algo de lo segundo. Los Reyes Magos le trajeron la presidencia del Senado y, tal y como anda la tensi¨®n pol¨ªtica ¡ªcerca de la histeria, en algunos casos¡ª, a quienes les toca la labor de mediaci¨®n en esta legislatura deber¨¢n echar mano de varios superpoderes. Puede que Pedro S¨¢nchez, al propon¨¦rselo, haya intuido ya algunos en esta madrile?a de 46 a?os. Se hab¨ªa fijado en ella por la labor que desarroll¨® junto al equipo de ?ngel Gabilondo en el Grupo Socialista de la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Sin duda pens¨® tambi¨¦n que, al estar atravesada de identidades, su perfil resultar¨ªa muy aconsejable para liderar la C¨¢mara territorial. Su padre, catal¨¢n, se gan¨® la vida como taxista en la capital. Con su pareja, un sevillano de Triana, tiene una hija que est¨¢ a punto de cumplir un a?o. Su madre, peluquera y de ascendencia asturiana, la sentaba en el local cercano al distrito universitario y ah¨ª Pilar atend¨ªa las conversaciones de las clientas. Las haza?as cotidianas de aquellas mujeres la llevaron a sentir una pulsi¨®n transformadora que influy¨® para que se convirtiera en juez especializada en asuntos de violencia machista. Tuvo destino en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer n¨²mero 5 de Madrid y fue letrada del Gabinete T¨¦cnico del Consejo General del Poder Judicial. De la pluralidad espa?ola viaj¨® a la multinacionalidad europea y se enamor¨® de los restos del Imperio austroh¨²ngaro con parada en Viena y Sof¨ªa. Paralelamente se fue haciendo pol¨ªglota: hoy habla cinco idiomas y se defiende en alguno m¨¢s, como el b¨²lgaro o el esloveno. Su mente abierta, producto de una vida con carrera cum laude labrada desde abajo y su experiencia como juez y diputada regional, parece la mejor de las garant¨ªas contra las din¨¢micas de enfrentamiento.
Pregunta. Si miramos al mes de diciembre de 2019, ?ten¨ªa usted este plan de vida para comenzar el a?o?
Respuesta. Hace un mes escaso me ve¨ªa como senadora, diputada en la Asamblea de Madrid y como madre.
Y ahora preside la cuarta instituci¨®n del Estado¡
S¨ª, un puesto de enorme responsabilidad, pero siempre los he tenido y no me dan miedo. Soy una persona estudiosa y prudente, pero mi vida ha cambiado.
Esta va a ser una legislatura bronca. Estoy preparada para lo que sea
?En qu¨¦ sentido?
Tengo m¨¢s personal que apoya la labor, un gabinete muy horizontal, sin estructura jer¨¢rquica, sin una c¨²spide.
Pero eso porque lo ha decidido y dise?ado usted as¨ª, no porque exista costumbre en el Senado.
Compartimos opiniones, nos respetamos, es un ¨¢mbito participativo aunque luego yo tome las decisiones.
Si hablamos de geometr¨ªa, ?el siglo XX fue vertical y el XXI es horizontal?
Por lo menos como yo lo entiendo, debe ser as¨ª, pero queda mucho por transformar en esa geometr¨ªa y por trabajar en esa matem¨¢tica.
?Y eso es bueno o malo?
Para m¨ª, buen¨ªsimo. Una cuesti¨®n de respeto por los profesionales y las personas. Yo admiro la experiencia y la inteligencia de quienes trabajan conmigo y adem¨¢s es bueno contar con gente potente al lado. As¨ª todo es mucho m¨¢s f¨¢cil a la hora de decidir.
?Por qu¨¦ los ciudadanos no llegan a apreciar el sentido fundamental del Senado?
Esta instituci¨®n tiene una dimensi¨®n territorial clara como deriva de su naturaleza reflejada en la Constituci¨®n. Pero quiz¨¢s es verdad que lo que no se conoce bien no se aprecia. Y esta es una c¨¢mara que suele quedar al rebufo del Congreso, que se lleva las noticias del d¨ªa. Eso da la sensaci¨®n de que all¨ª se deciden las cosas, pero el Senado es un actor clave que ahora adem¨¢s tendr¨¢ un mayor protagonismo por los temas territoriales y en la disminuci¨®n de las tensiones que existen en ese ¨¢mbito.
Digamos que ser¨¢ la madre del cordero esta legislatura.
Digamos que ser¨¢ la legislatura del di¨¢logo territorial y el Senado adquirir¨¢ un foco importante. Pero adem¨¢s se encarga en gran parte de asuntos que tienen que ver con la cohesi¨®n social. No existe una cosa sin la otra. No hay cohesi¨®n social sin cohesi¨®n territorial, ni viceversa.
?Cree que la destrucci¨®n de los tejidos del Estado de bienestar nos ha llevado a los conflictos de territorio y a una resurrecci¨®n del nacionalismo y el populismo?
Es un asunto muy complejo. Necesitamos revertir esa din¨¢mica. Para eso nos comprometemos en responsabilidades as¨ª. Yo no he aceptado el puesto para sentirme c¨®moda. S¨¦ a lo que me enfrento y soy muy consciente. Pero no solo de eso, sino de otros asuntos que preocupan a la gente: cambio clim¨¢tico, despoblaci¨®n, reto demogr¨¢fico. Aparte de recomponer los temas sociales: paro, pensiones, infraestructuras, sanidad, educaci¨®n. Necesitamos un pacto territorial constante y de calado.
Si repasamos su vida y su ascendencia ¡ªusted, madrile?a; padre catal¨¢n, familia materna asturiana y marido andaluz¡ª, parece atravesada de esa territorialidad espa?ola.
Soy como un mini-Senado. Lo llevo en las c¨¦lulas.
Este pa¨ªs es lo contrario a lo que algunos predican desde el reduccionismo nacionalista y la agitaci¨®n de ultraderecha. ?Siente que tiene m¨¢s que ver con lo que representa usted aunque, por ser algo natural, provoque menos ruido?
No lo s¨¦. Pero es algo muy enriquecedor, muy importante. Adem¨¢s, he trabajado en otros muchos sitios de Espa?a: en Elche, en Matar¨®, en Guadalajara, en El Escorial, en Girona¡ Toda esa diversidad me ha ense?ado a apreciar nuestra cultura. Desde el folclore hasta los trajes, el significado y el sentido de nuestra riqueza musical o, algo muy importante tambi¨¦n, el paisaje¡ Yo me he adaptado muy bien a todo, en ese sentido soy camale¨®nica. Siempre me he considerado del lugar en el que me tocaba estar.
Europa es otra identidad rica en usted, la segunda esfera a la que acudir, como en los anillos de Dante. ?Cu¨¢l es el peligro que corre al volver a bajar al infierno?
Soy una europe¨ªsta concienzuda. Mi dimensi¨®n internacional me viene de peque?a. Cuando era ni?a, con siete u ocho a?os, me inventaba haber viajado a sitios. A Alemania, por ejemplo. Me cog¨ªa una gu¨ªa de casa de mis t¨ªos, que eran muy viajeros, y me aprend¨ªa las ciudades, la comida. Me atra¨ªa su lengua por unos vecinos que ten¨ªamos austriacos.
No s¨¦ si hemos contado antes con una autoridad en el Senado que domine, al menos, cinco idiomas.
Bueno, no s¨¦¡ Se oxidan si no los practicas, eh. Aparte del castellano, el catal¨¢n fue el primero, con mi padre y mis abuelos. Ingl¨¦s aprend¨ª en el colegio y el alem¨¢n siempre me atrajo much¨ªsimo. El franc¨¦s tambi¨¦n, aunque lo estudi¨¦ ya mayor y cuesta m¨¢s. El italiano lo chapurreo y aprend¨ª tambi¨¦n algo de b¨²lgaro y esloveno.
Para aprender idiomas se necesita esfuerzo, pero en usted ?vence m¨¢s la curiosidad a lo que le puede costar intentarlo?
Gana la curiosidad, desde luego, por comunicarte con otras personas, sobre todo. A m¨ª es que me encanta hablar, me gusta la gente, me enrollo much¨ªsimo.
Dice que le gusta la gente, pero cuando una ejerce como juez, ?eso corre peligro?
No, no. Es una profesi¨®n en la que se tocan l¨ªmites. Hay que tomar decisiones sobre la vida de otros bas¨¢ndose en sus acciones.
Ciertas conductas, ?afectan a la fe en el ser humano?
Yo tengo un respeto por las personas, est¨¦n donde est¨¦n, tan enorme que casi me emociono al hablar de esto. Mi trabajo como juez se basa en poder ayudar. Si deb¨ªa decidir el ingreso en prisi¨®n, no me temblaba el pulso, pero incluso para esas personas he velado por sus derechos independientemente de su situaci¨®n procesal. Eso viene en parte por haber crecido en una peluquer¨ªa rodeada de se?oras.
?Ah, s¨ª?
Influye¡ Soy t¨ªmida, pero me encanta estar rodeada de gente. Esos micromundos resultan decisivos.
?Qu¨¦ viv¨ªa usted all¨ª como para que le determinara tanto la existencia?
De todo. Mi madre ten¨ªa clientas de todos los ¨¢mbitos. Abri¨® la primera en el barrio de Valdezarza y luego en el de Bellas Vistas, por la zona universitaria. O¨ªamos de todo. Mujeres muy invisibles en sus casas. Recuerdo a una, por ejemplo, muy inteligente a quien su marido no trataba demasiado bien, ni a sus hijos. Ellos estudiaron carreras, llegaron a cargos importantes y se las arreglaban con velas porque su padre les cortaba la luz. Pero ella se empe?¨® en que todos estudiaran¡ Con manta¡ Pobrecita, se muri¨®¡ [De repente, llora]. Para m¨ª significan mucho todas esas mujeres¡ Perd¨®n¡
Ay, vaya, lo siento¡, que no quer¨ªa emocionarle as¨ª.
No lloro por mi madre, que ella tiene mucho genio, pero mujeres as¨ª, con esos hijos, que gracias a su sacrificio hubieran podido llegar donde quisieran¡ Ese ascensor social es tan importante, esos botones que podemos llegar a dar si nos lo proponemos. Es lo que he aprendido gracias a la educaci¨®n que he recibido. Una solidaridad entre mujeres, esa red, c¨®mo se ayudaban entre s¨ª, c¨®mo se intercambiaban ropa para sus hijos¡ Espa?a ha sido un pa¨ªs muy solidario porque ha sufrido, lo llevamos en el ADN y no se me olvida, y espero poder transmitir tambi¨¦n esto a mi hija. Que lo sepa, que no nos ha salido nada gratis. Har¨¦ todo lo posible porque tenga esos valores. Gracias a eso estoy aqu¨ª.
No es para menos.
A m¨ª me obsesiona la justicia social. Es la base. No podemos hacer depender la vida de las personas y su futuro y su dignidad por el hecho de donde vengan o quienes sean sus padres. Es mi caso, como hija de un taxista y una peluquera. Luego ambos progresaron, pero sin hablar mal de nadie. Mi padre nunca ha hablado mal de nadie. Es algo que me ha marcado.
Muy buen ejemplo para el puesto que usted ocupa ahora. Tampoco puede hablar mal de nadie. Si estuviera sentada en un esca?o, ser¨ªa diferente. ?C¨®mo han vivido ellos lo que le est¨¢ pasando?
Muy impactados. Pero tambi¨¦n tranquilos porque me conocen y conf¨ªan en m¨ª. Saben que soy muy trabajadora. Pero a mi madre es que el tema de la pol¨ªtica no le hace mucha gracia. Mi padre lo asume mejor. Ella me ha visto en situaciones complicadas, asumir y defender posiciones serias y complicadas. Le ha costado m¨¢s. Al final, todos somos pol¨ªticos. La pol¨ªtica es como las matem¨¢ticas, aparece en todos los sitios. Est¨¢ en el colegio al que llevas a tus hijos, en la televisi¨®n que quieres ver, cuando optas por lo privado o los servicios estatales en la sanidad. Hay que proteger lo p¨²blico, es lo que garantiza la justicia social y la igualdad de oportunidades.
Bueno, al fin y al cabo de esa igualdad de oportunidades y el esfuerzo se logran muchas cosas. Pero en su caso parece que viene de algo muy concienzudo. ?Era usted de las estudiantes a las que sus padres apagaban la luz para que no siguiera?
Me apagaban la luz y tambi¨¦n me dec¨ªan: ¡°?No te levantes tan temprano!¡±.
?Por qu¨¦ se decidi¨® por la judicatura?
Era quiz¨¢s la vertiente de m¨¢s servicio p¨²blico en el derecho. En eso mis padres tambi¨¦n, creo, me han influido. Ellos son muy serviciales. Adem¨¢s, me encanta el derecho penal. Sab¨ªa que quer¨ªa hacer oposiciones y en lo que m¨¢s se desarrolla ese aspecto y se estudia es en la judicatura.
Por si no estuviera contenta con eso, se ha puesto a estudiar Historia del Arte. ?Seguir¨¢?
Lo hago por af¨¢n de mejorar como persona. El arte es transformaci¨®n, genera esp¨ªritu cr¨ªtico y es un lenguaje aparte. Al mirar una obra, hay que comprender muchas cosas. Y eso implica viajar tambi¨¦n, algo que no he dejado de hacer porque nutre el alma y achica complejos. Yo no tengo complejos.
Bueno, eso habr¨ªa que verlo con m¨¢s calma. Todos tenemos alguno. Consciente o inconsciente.
?Vamos, mira, si me he puesto a llorar aqu¨ª, sin ning¨²n tipo de complejo!
El Senado tendr¨¢ protagonismo en la disminuci¨®n de las tensiones que existen en el ¨¢mbito territorial
Ya, ya. La m¨²sica, durante su etapa ?centroeuropea, tambi¨¦n le marc¨®.
Nos un¨ªa mucho la m¨²sica en Viena. ?bamos juntos a las salas de concierto y la ¨®pera. Compr¨¢bamos entradas de pie por 20 chelines e hice muchos amigos m¨²sicos y music¨®logos. Gente maravillosa. S¨ª, s¨ª¡ Ay, la m¨²sica¡ Las memorias de Stefan Zweig, El mundo de ayer, en la primera parte, me recuerdan tanto mi vida en Viena.
Eso es lo terrible del libro. Describe un mundo ideal que se va al garete no solo una, sino dos veces. Al leerlo hoy, ?no sentimos esa escalofriante sensaci¨®n sabiendo adem¨¢s c¨®mo puede acabar de nuevo?
Efectivamente¡ A m¨ª me da esa impresi¨®n tambi¨¦n. Cuando ¨¦l escribe: ¡°Peligrosas corrientes recorren Europa¡¡±, veo algo premonitorio. Yo temo que los extremismos reviertan los valores europeos, la democracia, los derechos y las instituciones. Por eso debemos mostrarnos fuertes desde ellas, para generar confianza. No quiero ser agorera de todas formas.
Muy bien, pero cuando se esgrimen asuntos como el del veto parental, ya superados hace d¨¦cadas, ?d¨®nde vamos a acabar? ?En un debate sobre la evoluci¨®n de las especies?
Es un debate lanzado para desprestigiar la educaci¨®n p¨²blica, la herramienta base para la igualdad de oportunidades.
?Ser¨¢ una casualidad o est¨¢ calculado y medido? Ante ese peligro, ?no cogen demasiado desprevenidos las reacciones a quienes lo deben combatir?
Yo creo que no reaccionamos tarde. Lo que debemos intentar es pedagog¨ªa, hacernos entender, porque los populismos deben ser combatidos con claridad. Y ofrecer modelos en valores democr¨¢ticos: respeto a la diversidad, tolerancia, igualdad real entre mujeres y hombres. Justo lo contrario al adoctrinamiento. Efectivamente, democr¨¢ticos para todos y todas.
Desde su nuevo cargo, ?teme la bronca?
No.
Pero esta ser¨¢ una legislatura bronca.
Probablemente, pero estoy preparada para lo que sea. Yo llamo a la responsabilidad de todos los grupos para que sean lo m¨¢s respetuosos posible.
?C¨®mo le llam¨® Pedro S¨¢nchez para ofrecerle el cargo? ?Qu¨¦ le dijo el presidente?
Tuvimos una reuni¨®n muy agradable. Me sorprendi¨® que estuviera informado al detalle de todo lo que se hab¨ªa debatido en la Asamblea de Madrid. Imagino que tiene el mismo control de las dem¨¢s c¨¢maras regionales. Me dijo que hab¨ªa pensado en m¨ª para el cargo.
?Hasta qu¨¦ punto le sorprendi¨® la oferta?
Mucho, no es algo que yo hubiera pensado. Yo no sab¨ªa nada. Me deb¨ª quedar bastante paralizada y me lo tuvo que volver a preguntar.
Entr¨® en su despacho como senadora y sali¨® como presidenta del Senado.
S¨ª, fue un encuentro suficientemente largo como para hablar de muchas cosas. Pero sal¨ª por la puerta con la misma vida, revestida de otro cargo.
En el pasado, ?usted fue sanchista o susanista?
Yo es que soy independiente, pero tengo admiraci¨®n por ¨¦l, y a Susana D¨ªaz no la conozco.
A quien s¨ª conoce bien es a ?ngel Gabilondo, con quien ha trabajado a fondo. Todo un personaje.
M¨¢s que eso, toda una personalidad. Extraterrestre y extraordinario. ?l sobresale por su coherencia y por su categor¨ªa all¨¢ donde est¨¦.
Dicen que tiene una vocaci¨®n y un talento para la pol¨ªtica fuera de lo com¨²n, pero que le falta colmillo. ?Por qu¨¦ es necesario el colmillo en pol¨ªtica?
A ?ngel, lo que le sobran son muelas del juicio. Tiene una cabeza muy pol¨ªtica. Pero apuesta por otra manera de hacerla. Cree en el di¨¢logo, que las posiciones parten de la divergencia y que uno no est¨¢ en posesi¨®n de la raz¨®n.?
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