El punk contra la alienaci¨®n digital de los madrile?os Biznaga
La banda presenta su tercer disco, ¡®La gran pantalla¡¯, que radiograf¨ªa la simbiosis entre las nuevas tecnolog¨ªas y la sociedad
Solo hay que levantar la mirada. Todos atrapados por los tel¨¦fonos. En el cine, el metro, en la mesa, en la cama. El aparato lanzando notificaciones y disparando la dopamina del usuario de manera adictiva. Los miembros de madrile?o grupo de punk Biznaga son conscientes, v¨ªctimas, observadores y analistas de este paradigma. Y bajo esa mirada han plasmado La gran pantalla (Slovenly Recordings), su tercer disco, un trabajo conceptual donde radiograf¨ªan la estructura de monitores, m¨®viles e informaci¨®n digital a la que est¨¢ sometida la sociedad. Jorge Navarro (letrista y bajista) Pablo Garnelo (guitarra) y Jorge Milky Ballar¨ªn (bater¨ªa) -a falta de ?lvaro Garc¨ªa (voz y guitarra)- lo explican en la tienda de ropa y m¨²sica Cuervo Store, en el coraz¨®n de Malasa?a.
2K20, el primer sencillo del disco, arranca incisivo como un bistur¨ª: ¡°Dios, la pantalla es Dios y yo su ap¨®stol / Es transparente, omnipresente / Y yo, soy solo informaci¨®n¡±. Una bofetada de realidad sobre todo lo que vendr¨¢ despu¨¦s. ¡°No estamos diciendo desaparece o sois unos pringaos: es m¨¢s un an¨¢lisis sobre lo que est¨¢ ocurriendo. De otro modo, hubi¨¦ramos hecho un disco con una guitarra ac¨²stica pastoral alabando la vida entre las ovejas, pero no es el caso¡±, explica Jorge, autor de las letras. ?Pero hay alguna escapatoria? ¡°Yo no tengo perfiles de redes personales, por ejemplo. Pero no venimos a aportar soluciones porque no las tenemos. Simplemente remarcamos un problema¡±, reitera el joven malague?o.
El disco fue grabado en una semana en el la casa-estudio La Mina, regentado por el cordob¨¦s Ra¨²l P¨¦rez en Sevilla, por donde han pasado artistas como Guadalupe Plata, Los Nastys o Pony Bravo. Es la vez que m¨¢s tiempo han invertido. ¡°La gestaci¨®n ha sido parecida a las anteriores. Venir con ideas y ponerlas en conjunto en el local. Pablo y ?lvaro - los dos guitarras- traen temas con acento Biznaga, pero a los que cada uno les da un enfoque distinto¡±, cuenta el bater¨ªa. A la hora de grabarlo, se decantaron por el reputado productor andaluz porque les contaron que ¡°comprende muy bien a las bandas y es muy relajado¡±, cuenta Milky. ¡°Ten¨ªa m¨¢s ganas de probar m¨¢s cosas que nosotros. Ra¨²l tiene perfil de productor, adem¨¢s de t¨¦cnico¡±. ¡°Es un referente¡±, remata Pablo.
Las letras de las 12 canciones transitan entre la abrumadora capacidad de las redes para absorber informaci¨®n personal y adatarse al usuario (Motores de b¨²squeda avanzada), la indefensi¨®n de los activistas ante la justicia (Atentado) o el repaso a esos espacios de tr¨¢nsito como ¡°el metro, la M-30, el gimnasio o la pantalla¡± (No-lugar) que anticip¨® el antrop¨®logo franc¨¦s Marc Aug¨¦ en los noventa. En este tema se hace patente el efecto de chorus y rasgueos que beben del guitarrista ingl¨¦s Johnny Marr, dentro de un ¨¢lbum donde predominan las seis cuerdas y una voz que se desga?ita.
?Qu¨¦ hay de sempiterna crisis de la guitarra? ¡°Mucha gente prefiere componer con un ordenador en vez de aprender tocar un instrumento y luego ensayar con otras personas. Pero hacer buena m¨²sica implica tiempo igualmente¡±, apunta Milky. ¡°Somos el pasado. Estamos presentando un disco en el pasado¡±, se r¨ªe Pablo. ¡°Hay un debate. En los 80 hubo una crisis de guitarra, era la ¨¦poca de los sintetizadores y los tratamientos de voces, y precisamente grupos como The Smiths la resolvieron¡±, reflexiona Jorge.
Biznaga arranc¨® en 2012, en medio de una profunda crisis que asolaba el pa¨ªs, y se ensa?aba especialmente con los j¨®venes, cuando Jorge y Juan empezaron a tocar juntos en casa. ¡°Por aquel entonces estaba entre trabajos basura y paro. Ten¨ªa unos esbozos de letras y cuando conoc¨ª ?lvaro empezamos quedar. No ten¨ªamos nociones musicales, pero tampoco pretensiones¡±, afirma el bajista. M¨¢s tarde se unir¨ªan Milky y Pablo y grabar¨ªan una demo y un EP que preceder¨ªan a a Centro dram¨¢tico nacional (2014) y Sentido del espect¨¢culo (2017). Por el camino, mucho sudor en salas como Wurlitzer Ballroom, Siroco o Costello junto a coet¨¢neos como Juventud Juch¨¦, con quienes compartieron tablas a menudo.
A la banda le espera una amplia gira por festivales y recintos a nivel nacional a internacional. ?C¨®mo valora un conjunto de instinto punk el infinito circuito festivalero? ¡°Estudiamos cada propuesta en su justa medida. Podemos ir a un festival punki porque nos interesa el colectivo que lo organiza o su causa o a uno grande siempre y cuando paguen la pasta que pedimos. Hace como diez a?os que no voy a ninguno como p¨²blico y a d¨ªa de hoy no volver¨ªa. No me apetece pagar como espectador¡±, se?ala Jorge. ¡°Hay burbuja, hay muchos empresarios que han visto que puede ser un negocio. Yo tampoco soy muy festivalero¡±, concluye Milky.
Biznaga, que maneja influencias como Los Claveles, Los Punsetes, Juanita y los feos, Sierra o Carolina Durante, debate hoy a qu¨¦ en qu¨¦ festivales tocar¨¢n de los que llaman a su puerta o sobre el formato de edici¨®n de su nuevo ¨¢lbum. Que s¨ª, que tambi¨¦n se ha publicado en vinilo. ¡°Hace poco se public¨® que se hab¨ªan vendido m¨¢s vinilos que CD por primera vez desde el a?o 86. Pero nunca falta quien te pregunta por una copia en CD¡±, charlan entre ellos. Su nuevo trabajo lo presentar¨¢n en el madrile?o festival Tomavistas, que, si no hay cancelaciones, se celebrar¨¢ entre el pr¨®ximo 21 y 23 de mayo en el Parque Tierno Galv¨¢n.
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