El 80 cumplea?os de Ana Mar¨ªa, su gemelo y el ¨¢rbol que naci¨® con ellos
El 3 de abril de 1940 una mujer dio a luz a dos beb¨¦s en casa, justo en la primavera en la que se plantaron los ¨¢rboles de su calle
Ana Mar¨ªa Chavarino ha contado la historia de c¨®mo vino al mundo tantas veces que ya la relata en tercera persona: ¡°En el a?o 1940, en el n¨²mero 30 de la calle Princesa (Madrid), nacieron dos gemelillos. Como era la posguerra nacieron muy peque?itos, la ni?a pes¨® 1,90 kilos y el ni?o 1,800. Dijeron que esos ni?os no iban a vivir. Al mismo tiempo, plantaron en esa calle unos ¨¢rboles. Es decir, que los ¨¢rboles tienen la misma edad que esos ni?os¡±. Se equivocaban, los gemelos vivieron. Los ¨¢rboles de aquella ¨¦poca, en cambio, han ido cayendo y siendo sustituidos hasta quedar solo uno. Este viernes 3 de abril los tres cumplen 80 a?os.
Susana Vallejo, hija de Ana Mar¨ªa, vive en Barcelona. Cuando su madre le cont¨® por tel¨¦fono lo del ¨²nico ¨¢rbol superviviente, le entr¨® la curiosidad y lo busc¨® en Google Street View. ¡°No sab¨ªa ni en que n¨²mero era, pero empec¨¦ a mirar y todos los arbolitos son m¨¢s o menos estrechos menos uno, que hace esquina y que efectivamente se ve muy gordo¡±, explica. ¡°Me hizo mucha gracia que estando yo en Barcelona estuviese viendo un ¨¢rbol de Madrid en internet sabiendo que iba a cumplir 80 a?os¡±.
Nadie de la familia habita ya en el edificio de la calle Princesa. Dice Ana Mar¨ªa que durante la guerra, poco antes de que ella naciera, los escombros llegaban hasta el segundo piso. ¡°Me gusta pasar por ah¨ª porque me recuerda muchas cosas. Miro la antigua ventana de la cocina. Veo la vieja farmacia que ahora est¨¢ muy moderna y me acuerdo de don Paco, el farmac¨¦utico. Ten¨ªas una tos y bajabas, ¡®por favor, don Paco, ?qu¨¦ me manda usted?¡¯ Era una ¨¦poca que se ha perdido y que es muy diferente a la actual¡±, asegura. Su antiguo hogar es ahora un bloque de apartamentos.
El c¨¦lebre don Paco nunca imaginar¨ªa hasta d¨®nde ha llegado ahora el miedo a la tos. Hace a?os que Ana Mar¨ªa vive sola y nunca ha supuesto un problema para ella. Paseaba, acud¨ªa a lecturas dramatizadas en el centro de la ciudad, le gustaba callejear. Pero desde que Madrid se ha convertido en el principal foco de coronavirus de Espa?a, solo sale a comprar comida y porque no le queda otra. ¡°En cuanto termine todo y est¨¦ la cosa como debe estar me gustar¨ªa seguir haciendo mi vida, es decir, no estar haciendo calceta, sino otra serie de actividades. Pero como ves, no se pueden hacer planes ni a largo plazo, ni a peque?o plazo ni nada. Hay vivir el momento y ya est¨¢", reconoce.
Estas peque?as pero inevitables salidas de Ana Mar¨ªa, poblaci¨®n de riesgo por su edad, se han convertido en una inquietud tanto para ella como para su hija. ¡°Yo estoy con mi pareja y mi hija adolescente y estamos muy a gusto. La ¨²nica preocupaci¨®n es mi madre, que est¨¢ lejos y que es mayor¡±, confiesa Susana. La propia Ana Mar¨ªa, que ahora vive en el barrio de San Ignacio de Loyola, ha visto c¨®mo una ambulancia se llevaba a una de sus vecinas: ¡°Si vieses la sensaci¨®n tan horrible que es ver entrar con los monos blancos y sacar la camilla, y que luego te digan que esa persona ha muerto¡±.
Antes de la declaraci¨®n del estado de alarma, Susana busc¨® billetes de tren para pasar el cumplea?os de su madre junto a ella. Como estaban muy caros lo dej¨® para otro d¨ªa sin saber que ese viaje ser¨ªa imposible. ¡°Lo pasar¨¦ sola¡±, dice Ana Mar¨ªa. ¡°Llamar¨¦ a mi hermano, nos felicitaremos, mis hijos me llamar¨¢n. Hay que adaptarse porque no queda otra¡±.
Nadie estar¨¢ con ella para celebrar sus 80 primaveras, pero sabe que hay un ¨¢rbol que tambi¨¦n se ha quedado solo. ¡°Mi madre siempre dice, ¡®es que ese ¨¢rbol es como si fuese yo¡¯", cuenta Susana. ¡°Estos d¨ªas que son especialmente complicados dice, no s¨¦, ah¨ª est¨¢ el ¨¢rbol, yo sigo y si ¨¦l sigue yo tambi¨¦n seguir¨¦¡±.
Cuando sacaron al hermano de Ana Mar¨ªa del vientre de su madre y gritaron que era ni?o, nadie se esperaba que ella viniese detr¨¢s. Ocho d¨¦cadas despu¨¦s, ella, su gemelo y un ¨¢rbol de la calle Princesa siguen cumpliendo a?os. El regalo de Susana, que es escritora, ser¨¢ dedicarle por primera vez un libro a su madre. Ana Mar¨ªa tiene muy claro cu¨¢l ser¨ªa su regalo ideal: ¡°Que se acabase el coronavirus. Eso es lo que m¨¢s me gustar¨ªa¡±.
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