De La Sierra, el camino desde Valdemanco hasta Nashville

El recuento surge sobre la marcha, porque nunca antes se hab¨ªan puesto a hacer n¨²meros, pero resulta bien elocuente. Entre Miguel ?ngel, Nikki y Luis, los tres integrantes de De La Sierra, suman cuatro perros, tres gatos y hasta dos ponis, por aquello de evidenciar su amor por la fauna m¨¢s diversa. Cosas as¨ª solo suceden entre aut¨¦nticos rara avis de nuestra m¨²sica, tres artistas de ra¨ªces urbanas a los que les encantar¨ªa quedarse a vivir en un disco como Harvest (1972), de Neil Young, acaso la m¨¢s m¨ªtica cumbre del country-folk.

¡°Tampoco es que nos pasemos todo el d¨ªa pastoreando cabras¡±, se carcajea Nikki Garc¨ªa, que a sus 34 a?os es la ¨²nica de los tres que puede presumir de un DNI a¨²n milenial. Y sus hirsutos compa?eros asienten: De La Sierra, la gran revoluci¨®n folkie del panorama matritense, es ¡°el fruto de muchas barbacoas y paseos por el campo, de muchas tardes en las que acabamos con pu?ados de heno adheridos en los vaqueros¡­¡±.

Son conscientes de encarnar una p¨¢gina casi in¨¦dita en la escena peninsular. Miguel ?ngel Varela, madrile?o de 51 a?os; Luis Rod, granadino de 45, y la mencionada Garc¨ªa, capitalina del a?o 85, coincidieron en escuelas de doblaje y empezaron a hacer buenas migas. Los dos primeros acumulaban abundantes aventuras art¨ªsticas, a veces junto a artistas muy c¨¦lebres pero casi siempre con finales solo agridulces. La tercera hab¨ªa grabado publicidad en ingl¨¦s y puesto voz a Jasmine en la pel¨ªcula de Aladd¨ªn, aunque algunos la identificar¨¢n como la locutora de la delirante p¨¢gina sat¨ªrica El Mundo Today. Cuando comenzaron a frecuentar la guarida de Varela en Valdemanco, un pueblito de la Sierra Norte al que pocos sabr¨ªan ubicar en un mapa, la qu¨ªmica ya result¨® irrefrenable. Las 11 canciones originales de Timespace, el ¨¢lbum de debut, lo refrendan: las barbacoas (de verduras o de carne) han sido muy provechosas.

¡°Vengo de familia de m¨²sicos, me hab¨ªa embarcado en mil aventuras art¨ªsticas de todo tipo y acumulaba muchas tiritas en el coraz¨®n por tantos proyectos rotos¡±, admite Varela, ¡°pero ahora s¨¦ que he dado con mis dos almas gemelas¡±. Y como ahora andamos todos muy sensibles, Nikki no puede contener las l¨¢grimas desde su pedacito de pantalla en nuestra videollamada a cuatro por WhatsApp. Luis, que dice ¡°estar llorando por dentro¡±, corrobora las palabras iniciales. ¡°Yo tambi¨¦n llevaba 20 a?os de experiencias frustrantes, dolorosas o ligeramente amargas, pero de pronto ahora todo cobra sentido. Me gusta esa sensaci¨®n de que este sea un grupo nuevo de gente veterana, porque lo que contamos no lo habr¨ªamos podido cantar desde la juventud¡±.

No encontraremos muchos influencers, ciertamente, entre quienes se enamoren de las guitarras, dobros, violines, mandolinas y primorosas armon¨ªas vocales que integran el universo de De La Sierra, este ins¨®lito brote madrile?o de una banda que hasta el o¨ªdo m¨¢s experimentado ubicar¨ªa en el bluegrass de Nashville, cerca de nombres como los de Alison Krauss, Nickel Creek, Alison Brown o Rhonda Vincent. Un remanso ac¨²stico, delicad¨ªsimo y refinado en el que sus tres firmantes encontraron al fin la horma de los zapatos. ¡°Yo iba de gira en gira¡±, relata Varela, ¡°pero no conectaba ni con el ritmo fren¨¦tico de vida ni con la exposici¨®n en las redes sociales. Por eso decid¨ª marcharme al campo. Meterme en Twitter era para m¨ª como salir a una Plaza Mayor en la que no encajaba¡±.

Luis Rod refrenda que su amigo Miguel ?ngel es ¡°un perfecto eremita¡±, pero ¨¦l mismo tambi¨¦n sinti¨® ¡°la llamada de la monta?a, la soledad del campo, el bosque como escenario de los hechos esenciales de la vida¡±. Y Nikki, la m¨¢s joven y te¨®ricamente bromista, certifica: ¡°Nos hemos juntado tres expertos en sentir nostalgia en tiempo real¡±. Su pareja es Xavi Puig, el director de El Mundo Today, que, cuando comprob¨® el ¡°buen entendimiento buc¨®lico¡± entre los tres, exclam¨®: ¡°?parec¨¦is de la sierra!¡±. Y as¨ª los dej¨® bautizados.

Sus canciones hablan del para¨ªso de la infancia y los lugares, sean geogr¨¢ficos o an¨ªmicos, que sirven ¡°como refugio frente a la tormenta¡±. Pero que nadie se confunda: en el trato cercano son locuaces, mordaces, divertidos. ¡°Lo primero que los tres hicimos juntos fue re¨ªrnos¡±, avisan, casi quit¨¢ndose la palabra. Y cuando el humor flaquea, siempre queda el recurso de pedirle al eremita Varela, hijo del pianista Emilio Varela y la bailarina Marisa Llavona y primo del DJ Cristian Varela, que cuente alguna batallita de sus a?os como guitarrista de cabecera de Julio Iglesias. ¡°?Qu¨¦ personaje!¡±, se sonr¨ªe. ¡°Buena gente. Me llamaba Flaquito. Un d¨ªa, cenando en su casa de Punta Cana, empez¨® a quejarse de que pagaba mucha luz y que pensaba quedarse solo con sus mansiones de Miami y M¨¢laga. Yo le dije: ¡®?Dame precio y esta te la compro yo!¡¯. Y nos tronchamos. Compart¨ªamos una especie de humor gallego¡­¡±.