El desembarco ordenado de los capitalinos a la sierra madrile?a
No hubo atascos en la carretera, ni la invasi¨®n que muchos tem¨ªan a pueblos como Navacerrada y San Lorenzo de El Escorial
Sol de justicia, 28 grados y naturaleza desbordante despu¨¦s de las lluvias y esta an¨®mala primavera cercada por la covid-19. La combinaci¨®n, seg¨²n iba acerc¨¢ndose el fin de semana, era poco menos que una ciclog¨¦nesis explosiva para los pueblos de la sierra madrile?a, acostumbrados a ser el patio del recreo para los urbanitas de la ciudad que les da vida y les quita paz. Despu¨¦s de 77 d¨ªas desde que se decret¨® el estado de alarma, el s¨¢bado 30 de mayo se intu¨ªa como el d¨ªa D: el del desembarco de los capitalinos. Los pueblos serranos hab¨ªan recuperado durante el encierro a su poblaci¨®n flotante, la que vive en ellos, pero se desvive a diario en la gran ciudad. Las casas estaban llenas todo el d¨ªa, los coches, varados, los vecinos se hab¨ªan convertido en los nuevos amigos y las urbanizaciones hab¨ªan mutado en barrio.
Aunque ya hab¨ªan pasado cinco d¨ªas desde que Madrid hab¨ªa alcanzado la fase 1 del confinamiento, la nueva normalidad hab¨ªa cambiado poco. Algunos vecinos m¨¢s, los que hab¨ªan volado a su segunda residencia en cuanto lo permiti¨® la normativa, y quiz¨¢ que los paseos de las ocho hab¨ªan dejado de ser la nueva marat¨®n de los encerrados ¨¢vidos de estirar las piernas para convertirse en el camino de llegada a una de las terrazas reci¨¦n reabiertas. Tambi¨¦n hab¨ªa vuelto el ruido. Hab¨ªa expectativas de vida y susto de contagio ante el primer fin de semana de la fase 1. Pero al final la invasi¨®n se ha quedado en desembarco ordenado. Ni las carreteras de acceso se han colapsado, ni en las terrazas, con su aforo al 30% o el 50% ¡ªseg¨²n la poblaci¨®n censada del municipio¡ª se han visto colas.
Tampoco los comercios deseosos de clientes han sentido la presi¨®n de una temida avalancha. ¡°Ha sido un goteo constante, pero nada agobiante¡±, explica la persona que atiende en SUMA, una coqueta tienda de ropa del pueblo de Navacerrada. ¡°La verdad es que nos daba un poco de miedo que viniera demasiada gente, sali¨¦ramos en un telediario y terminaran por volvernos a hacer cerrar¡±, contin¨²a. En la terraza del restaurante El Sol Sale Para Todos, en San Lorenzo de El Escorial, una pegatina con el c¨®digo QR, pegada en la mesa, permite descargarse la carta online para no dejar trazos de g¨¦rmenes en las de toda la vida. Uno de los camareros, embozado con su correspondiente mascarilla, explica que ¡°el d¨ªa ha ido bien¡±. Situado en la plaza frente al Consistorio, la zona suele hervir en un fin de semana normal de calurosa primavera. Este s¨¢bado m¨¢s bien parece un animado d¨ªa de diario, sin problemas de aparcamiento y con todos los hoteles de la localidad cerrados hasta el 1 de julio. El director del hotel Florida explica por tel¨¦fono que est¨¢ empezando a haber actividad y reservas para los meses de verano. ¡°Antes, todo eran cancelaciones, vivimos del turismo, especialmente nacional. Nuestra temporada son los fines de semana. Pero ante la incertidumbre hemos decidido esperar¡±. De las 25 personas que trabajan en el establecimiento, todos, menos quien se encarga del mantenimiento, est¨¢n en un ERTE.
Jos¨¦ Garc¨ªa, director de la Asociaci¨®n de San Lorenzo de El Escorial de Peque?a y Mediana Empresa (Aslepyme), retrata la situaci¨®n como una ¡°mezcla de alivio y terror¡±. ¡°Se ve una normalidad excesiva, hay desinformaci¨®n y medidas contradictorias¡±, explica. As¨ª las cosas, en el recorrido por Moralzarzal, Alpedrete, Navacerrada, Guadarrama y San Lorenzo de El Escorial, muchos locales de restauraci¨®n est¨¢n cerrados. Eso s¨ª, quien busque refrescarse en una piscina tendr¨¢ que esperar. Es el nuevo tema de conversaci¨®n de los chats de vecinos en las urbanizaciones, donde algunos jardines de adosados se van llenando de jacuzzis improvisados ante la perspectiva de un verano a secano.A los pueblos de la sierra a¨²n no ha llegado la avalancha que duplica o triplica su poblaci¨®n. Debe ser la nueva normalidad.
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