La decana de los arquitectos de Madrid, obligada a dimitir

Bel¨¦n Hermida reuni¨® a todos en su contra. Ha preferido irse antes de que la echaran los cinco grupos de la oposici¨®n. El Colegio de Arquitectos de Madrid inici¨® el mi¨¦rcoles el proceso para deponer a su decana, cuando la Junta de Representantes ¡ª¨®rgano al que los colegiados delegan su poder de decisi¨®n¡ª aprob¨® por 54 votos contra 20 una moci¨®n de censura; la primera en casi un siglo de historia. El siguiente paso lo constitu¨ªa un plebiscito al que estaban llamados a participar los 10.000 afiliados. El equipo saliente ha querido evitar su celebraci¨®n.

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La decana del Colegio de Arquitectos pierde en primera votaci¨®n la moci¨®n de censura

Seg¨²n la ordenanza de la instituci¨®n, el triunfo de una votaci¨®n reprobatoria inhabilita a la Junta de Gobierno durante nueve a?os. Durante ese tiempo, sus miembros tienen prohibido ocupar cargos en el organigrama. En una carta dirigida a los colegiados, los siete miembros de la direcci¨®n han explicado que, de tener lugar, el refer¨¦ndum abrir¨ªa un ¡°desconsejable¡± periodo de interinidad. La crisis sanitaria y la falta de apoyos entre los grupos de representantes del Colegio los empuja a renunciar a sus cargos, ¡°por m¨¢s que leg¨ªtimamente estemos en disposici¨®n de solicitar el refrendo. La profesi¨®n afrontar¨¢ en los pr¨®ximos meses un periodo decisivo y vivir¨¢ momentos que requerir¨¢n de organizaciones fuertes y compactas que representen los intereses de sus colegiados y asociados¡±.

Tras la dimisi¨®n de Bel¨¦n Hermida y su equipo, una Junta de Edad, pendiente de nombramiento, dirigir¨¢ la instituci¨®n. El traspaso de poderes se escenificar¨¢ este mismo viernes. Dicho consejo de ancianos operar¨¢ hasta la celebraci¨®n de nuevas elecciones, cuya fecha no podr¨¢ exceder de un plazo de cuatro meses, de acuerdo a los estatutos del Colegio. El gobierno transitorio estar¨¢ conformado por los cuatro colegiados ejercientes con mayor antig¨¹edad activa. El mayor de todos ellos actuar¨¢ de decano en funciones y los siguientes ocupar¨¢n sucesivamente los cargos de vicedecano, secretario y tesorero.

Hermida sufri¨® un primer varapalo a finales de febrero, cuando dimiti¨® la mitad de su equipo de gobierno. Ella vincul¨® las bajas en sus filas a una vieja pol¨¦mica: la venta en 2013 de un inmueble de la Fundaci¨®n COAM, ubicado en la calle de Piamonte. La operaci¨®n ya se investig¨® internamente sin mayor esc¨¢ndalo. Pero seg¨²n su criterio, se trat¨® de un acto irregular, porque no estuvo efectuado de acuerdo al patronato de la sociedad. Ese ¨®rgano, relat¨® entonces, fijaba la compra en un m¨ªnimo de 4 millones de euros, pero finalmente se vendi¨® por 3,4 millones. Esas acusaciones desembocaron en una denuncia que ella misma interpuso contra el exdecano Jos¨¦ Antonio Granero.

La oposici¨®n se manifest¨® en contra. Y para calmar la marejada no fue suficiente con destituir a la directora de Hermida¡ªun cargo de confianza creado ad hoc¡ª, quien ya form¨® parte del anterior equipo, vulnerando las leyes de la instituci¨®n que impiden cualquier repetici¨®n de cargos gubernamentales. Ricardo Aroca, excecano del Colegio entre 2002 y 2007, censura aquella designaci¨®n: ¡°Yo colabor¨¦ activamente en la redacci¨®n de los estatutos. Incluimos una cl¨¢usula contra la reelecci¨®n como un modo de impedir que alguien se atrinchere en la instituci¨®n. Hermida se equivoc¨® atentando contra ese principio, que me parece absolutamente democr¨¢tico. Cuando quiso enmendarlo, el da?o ya estaba hecho¡±.

¡°Me alegro de la dimisi¨®n, porque un refer¨¦ndum habr¨ªa resultado desastroso para nuestra imagen. Ahora el Colegio de Arquitectos necesita mirar hacia delante, que trabajemos para sembrar el respeto y la concordia. La gente a veces comete errores y el sufragio censitario est¨¢ para corregirlos. Se abre una nueva etapa y nos toca a todos estar a la altura¡±, agrega el proyectista, quien previsiblemente ocupar¨¢ la tesorer¨ªa de la Junta de Edad. Por delante tiene un palmario esfuerzo procedimental: la elaboraci¨®n de los censos, su publicaci¨®n y la difusi¨®n y celebraci¨®n de unas nuevas elecciones a la Junta de Gobierno.

Hermida, arquitecta y pintora, ha alternado la actividad docente con la labor colegial durante su a?o de mandato. Es profesora en la Escuela Polit¨¦cnica Superior de la Universidad CEU San Pablo, donde imparte Proyectos Arquitect¨®nicos. Y forma parte del grupo de investigaci¨®n Re-Thinking Cities. Desde 1988 ejerce el oficio en solitario, aunque en colaboraci¨®n con otros profesionales, como el reconocido Rafael Moneo (1989-2007), cuyo apoyo le ha permitido trabajar con clientes significativos del sector p¨²blico y privado, en proyectos nacionales e internacionales, de equipamiento, obra y urbanizaci¨®n.

Precisamente por su vinculaci¨®n con la obra p¨²blica, la oposici¨®n no entiende que la decana cerrara este a?o la Oficina de Concursos, un comit¨¦ que vela por la transparencia de las licitaciones e informa a los arquitectos. Juan Mera, representante del grupo Reset y director de la Escuela de Toledo, considera que este organismo es fundamental para la actividad colegial: ¡°Los profesionales j¨®venes carecen de una cartera de contactos propia y empiezan present¨¢ndose a este tipo de procedimientos que abre la Administraci¨®n. Rara vez se publicitan suficientemente y el Colegio los ha difundido entre sus socios durante a?os, para incentivar la participaci¨®n¡±.

Sobre la gesti¨®n de Hermida planean las pruebas de intrusismo de la l¨ªder de Vox Roc¨ªo Monasterio, cuyo caso se archiv¨® en el Colegio porque los hechos hab¨ªan prescrito. Pero lo que termin¨® de desautorizar a la decana fue la crisis sanitaria. Durante estos meses, el Instituto de Formaci¨®n Continua del Colegio se ha mantenido casi inoperante, lo que ha mermado en un 80% los ingresos por cursos docentes. Asimismo, el equipo de gobierno rechaz¨® aplicar un Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERTE) por fuerza mayor. Sin embargo, af¨ªn de subsanar las repercusiones econ¨®micas de la pandemia ¡ªque imped¨ªan, por ejemplo, arrendar la sede¡ª se solicit¨® un pr¨¦stamo al Instituto de Cr¨¦dito Oficial por valor de un mill¨®n de euros. La oposici¨®n denuncia que nunca se les inform¨® de ese contrato.