La mujer que supuestamente mat¨® a su hijo de cinco a?os en un hostal de Madrid hab¨ªa perdido su custodia
La polic¨ªa encuentra en la habitaci¨®n donde aparecieron los cad¨¢veres de ambos una carta en la que explica por qu¨¦ lo hizo
La due?a del hostal abri¨® la puerta de la habitaci¨®n que hab¨ªa asignado a una madre y a un hijo que ese s¨¢bado noche hab¨ªan estado buscando un lugar en el que dormir por el centro de Madrid. Sin mediar palabra, el ni?o se subi¨® a la cama de un brinc¨® y se puso a saltar.
¡ªTen cuidado, hijo, que te vas a hacer da?o¡ª, le advirti¨® su madre en un tono cari?oso.
¡ªNo se preocupe¡ª, intervino la due?a del hostal Levante, un establecimiento antiguo junto a la plaza del Callao.
La mujer pens¨® que, en estos tiempos oscuros de pandemia, era una alegr¨ªa ver a un ni?o divirti¨¦ndose.
El peque?o, de cinco a?os, pregunt¨® si iban a bajar a cenar algo, ten¨ªa hambre. Eran las nueve de la noche. La madre, de 35, le dijo que s¨ª, aunque despu¨¦s, de acuerdo a la propietaria del establecimiento, no salieron a la calle. La mujer no le dio importancia, pens¨® que habr¨ªan comido algo que guardaban en el equipaje.
La polic¨ªa entr¨® a la habitaci¨®n por la fuerza este lunes, despu¨¦s de que durante 36 horas sus ocupantes no dieran se?ales de vida. En el interior, encontr¨® los cad¨¢veres de la madre y del hijo con signos de violencia. La principal hip¨®tesis es que ella, que padec¨ªa un trastorno mental, asfixi¨® al peque?o y despu¨¦s se suicid¨®.
La madre dej¨® escrita una carta de varios folios en la que detalla los motivos del crimen, que por ahora es la principal fuente de informaci¨®n que tienen los investigadores. Los servicios sociales de la Comunidad de Madrid le hab¨ªan retirado a la madre la custodia del ni?o hace dos semanas, seg¨²n confirmaron fuentes oficiales.
Esa separaci¨®n, una vez que se ratific¨®, se estaba ejecutando siguiendo un protocolo. Los servicios sociales no retiran a los menores de sus familias de ra¨ªz para no causar traumas, explican fuentes de la Consejer¨ªa de Familia y Asuntos Sociales. La familia que se refugi¨® el s¨¢bado en el hostal Levante estaba inmersa en ese proceso.
Al d¨ªa siguiente de la llegada de los dos hu¨¦spedes, el domingo, la propietaria toc¨® en la habitaci¨®n a mediod¨ªa, con la idea de limpiarla y cambiar las s¨¢banas si fuera necesario. La madre abri¨® la puerta entornada, sin dejar ver el interior, y le dijo que no era necesario, que ya se encargaba ella de asear el cuarto.
El matrimonio que regenta el lugar desde hace m¨¢s 30 a?os se hab¨ªa enfrentado en este tiempo a clientes morosos que se pertrechan en la habitaci¨®n y no se quieren ir, a v¨¢ndalos y ruidosos que ponen el negocio patas arriba. Pero nunca hab¨ªan vivido algo parecido a esto. La mujer y su marido comenzaron a inquietarse despu¨¦s de que la madre rechazara el servicio de habitaciones porque desde entonces no escucharon ning¨²n ruido procedente de la estancia, algo muy extra?o cuando hay un ni?o peque?o dentro.
El marido llam¨® a la polic¨ªa ese mismo d¨ªa por la noche. Un agente le pidi¨® los datos de la clienta y, despu¨¦s de comprobarlo en el ordenador, le asegur¨® que no pesaba sobre ella ninguna orden busca y captura ni ning¨²n requerimiento judicial que les hiciera sospechar. El polic¨ªa, seg¨²n su versi¨®n, le dijo que llamara a comisar¨ªa al d¨ªa siguiente.
Inquieto, el matrimonio volvi¨® a llamar a la habitaci¨®n de madrugada, esta vez sin respuesta de la madre. Se dieron cuenta de que hab¨ªan dejado las llaves puestas por dentro. Era imposible abrir desde fuera. ¡°No se sent¨ªa nada. Llevaban ah¨ª un d¨ªa y medio y ni un ruido. No nos parec¨ªa normal. Ni encend¨ªan el aire acondicionado, con este calor. Ella era s¨²per educada y el ni?o, maj¨ªsimo. Nos preocupamos, claro¡±, cuenta la propietaria del hostal.
Los due?os durmieron mal esa noche. Ten¨ªan la sensaci¨®n de que algo no iba bien. Este lunes volvieron a llamar a la polic¨ªa a las ocho en punto de la ma?ana. Los agentes llegaron enseguida. Uno de ellos se asom¨® por un balc¨®n y pudo observar el interior de la habitaci¨®n: un cuerpo peque?o yac¨ªa sobre la cama tapado totalmente por una s¨¢bana.
Los agentes ya ten¨ªan con eso indicios suficientes de que hab¨ªa ocurrido un crimen. Rompieron el cristal de la puerta, uno de esos trasl¨²cidos que todav¨ªa perviven en los hostales antiguos, e introduciendo la mano retiraron la llave y giraron el pomo. Dentro estaban los dos cad¨¢veres muertos desde hac¨ªa horas.
La due?a del Levante asegura que estas muertes le duelen, aunque solo los conociera durante un instante: ¡°Es un espanto. No me quito de la cabeza sus caras. Y pienso en ella dici¨¦ndole al ni?o con mucho cari?o, con mucho amor: ¡®ten cuidado, que te vas a hacer da?o¡±.
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