Cerrando
Nos ha tocado aprender a vivir en presente, a disfrutar por si el futuro nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue mejor
Llega el final de la temporada y toca hacer balance de c¨®mo ha ido este curso.
Todo comenz¨® como debe ser, con las fiestas. Ya saben, coches de choque, patata asada, pe?as, conciertos, chiringuitos y reencuentros anuales. Parec¨ªa que las cosas ser¨ªan como siempre, sin embargo, ese mismo mes, a finales, anunciaron que habr¨ªa elecciones generales en noviembre. La segunda vez de 2019 y la cuarta en cuatro a?os. Fiest¨®n de la democracia.
Entre tanto, el alumnado volv¨ªa a clase, adquir¨ªa todo el material escolar en las ...
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Llega el final de la temporada y toca hacer balance de c¨®mo ha ido este curso.
Todo comenz¨® como debe ser, con las fiestas. Ya saben, coches de choque, patata asada, pe?as, conciertos, chiringuitos y reencuentros anuales. Parec¨ªa que las cosas ser¨ªan como siempre, sin embargo, ese mismo mes, a finales, anunciaron que habr¨ªa elecciones generales en noviembre. La segunda vez de 2019 y la cuarta en cuatro a?os. Fiest¨®n de la democracia.
Entre tanto, el alumnado volv¨ªa a clase, adquir¨ªa todo el material escolar en las papeler¨ªas de barrio y se pasaba a la ropa de entretiempo. Por aquel entonces, nadie pod¨ªa haber imaginado que este curso ser¨ªa, especialmente en su ¨²ltimo tramo, bien extra?o. Pero no adelantemos acontecimientos...
Nos ha tocado aprender a vivir en presente, a disfrutar por si el futuro nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue mejor
La gente destacada de Alcorc¨®n volvi¨® a salir en el peri¨®dico y con destacada no me refiero a famosa sino a esa que aporta m¨¢s que recibe y a la que, pese a haber contribuido a mejorar su entorno, no siente que su labor sea especial. Conoc¨ª a Emilita, la custodia de la danza y de la historia del pueblo, ahora ciudad, que la adopt¨®; a Alberto, que estuvo en la c¨¢rcel por su orientaci¨®n sexual y que a sus setenta y pico lo cuenta para recordar que no podemos dar ni un paso atr¨¢s y tambi¨¦n a C¨¦sar, que me explico que no es que las personas que van en silla de ruedas sean discapacitadas sino que la sociedad las discapacita.
Enseguida nos plantamos en las navidades, con las cabalgatas, nuestro Baltasar con solera y el peque?o Cortilandia, que es puritita arquitectura lum¨ªnica, que monta una vecina en su terraza. Con 2020 nos dejamos llevar por las apariencias. Era un n¨²mero bonito, con estilo. No obstante, alguna se?al nos llegaba cuando, aqu¨ª, continuamos con una plaga de ratas que ya ven¨ªa de atr¨¢s.
Luego, s¨ª, todo se desmoron¨®: covid-19.
Cuatro meses despu¨¦s, podemos decir que hemos visto lo de siempre, como nunca: sabemos qu¨¦ aspecto tienen y c¨®mo suenan las ciudades vac¨ªas de humanos y de coches. Hemos aprendido a teletrabajar, a videollamar, a mandar abrazos sin poder d¨¢rnoslos, a estar a solas, por narices o, exactamente por lo mismo, a no tener ni un momento de soledad. Nos hemos adaptado a algo que s¨®lo pens¨¢bamos que pod¨ªa suceder en las pel¨ªculas de terror. Con todo, en el peor de los momentos, un mont¨®n de gente bonita decidi¨® hacer cosas bonitas por su barrio, ya fuera por la crisis sanitaria o por la econ¨®mica.
Y ahora, con mascarilla , nos ¡°vamos¡± de vacaciones, con tanta prudencia como ganas. Nos ha tocado aprender a vivir en presente, a disfrutar por si el futuro nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue mejor, a estar con nuestra gente tiempo, puesto que una nunca sabe si las pr¨®ximas conversaciones ser¨¢n en persona o a trav¨¦s del ordenador. Hemos descubierto nuestra resiliencia como sociedad, que sufre y llora por unos muertos que no esperaba, pero que pese a las cicatrices es capaz de continuar, aunque sea con un reservorio de l¨¢grimas, de fuerza, ingenio y generosidad en el bolsillo por lo que pueda pasar.
Vivan, que eso nunca sobra, y vuelvan. Juntos somos m¨¢s fuertes.