Los libreros se pierden la vuelta al cole
El acuerdo de la Comunidad de Madrid para la gratuidad de los libros de texto que entra en vigor este curso perjudica a las librer¨ªas de proximidad
Los ¨²ltimos coletazos del verano traen consigo un cierto aroma a nuevo. El mismo olor que impregna las p¨¢ginas de las libretas, los paquetes de folios, las carpetas y los manuales a¨²n sin estrenar de la Librer¨ªa Sumar, en Las Rozas de Madrid. El retorno a las aulas supone para la propietaria Marta Gonzalo, de 54 a?os, dos tercios de su facturaci¨®n anual. Pero este a?o los beneficios adelgazar¨¢n. Unos 700 establecimientos como el suyo se ver¨¢n afectados, seg¨²n datos del gremio, por la entrada en vigor del Acuerdo Marco de la Comunidad de Madrid que regula la adquisici¨®n de los libros de texto por parte de los directores de los centros escolares.
As¨ª se fijan nuevas condiciones de contrataci¨®n para los proveedores del programa Accede, un sistema de pr¨¦stamo ¡ªbasado en la creaci¨®n de bancos de libros de texto¡ª dirigido al alumnado de la ense?anza obligatoria, tanto en centros p¨²blicos como concertados. El decreto divide la regi¨®n en 27 zonas. Las empresas candidatas a la licitaci¨®n deben contar con un trabajador adicional por cada ¨¢rea en la que concurran. Si la firma opta a una circunscripci¨®n, tiene que disponer de dos empleados; si se presenta en dos sectores, necesitar¨¢ tres trabajadores. Esta cl¨¢usula ha sido censurada por la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que la consider¨® ¡°un requisito de solvencia que perjudica especialmente a las librer¨ªas de peque?o o mediano tama?o, con menor disponibilidad de plantilla¡±.
¡°Llevamos a?os sobreviviendo, m¨¢s que viviendo. La pandemia nos ha dado la puntillaValent¨ªn Garc¨ªa, presidente de la asociaci¨®n Salvar las peque?as librer¨ªas
Esta y otras exigencias han logrado que solo una cuarta parte de los libreros de la regi¨®n se presente al programa, seg¨²n los n¨²meros oficiales de la Confederaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). Entre ellos est¨¢ Gonzalo, pues cuenta con una persona contratada a media jornada. ¡°Otro factor importante del Acuerdo Marco es la fijaci¨®n de precios¡±, explica la empresaria tras su mostrador en Las Rozas. ¡°La Comunidad establece que el precio del libro de Matem¨¢ticas de primero de Primaria es de 31,25 euros, IVA incluido. Sin embargo, a m¨ª la editorial me lo vende por 30 euros y sin IVA. He perdido cualquier margen de beneficio, despu¨¦s de tres d¨¦cadas trabajando con los colegios¡±.
Gonzalo compite con las grandes superficies. La nueva norma funciona mediante un sistema de puntuaci¨®n que califica cada presupuesto emitido por un contratista. El que mayor nota obtenga, se convertir¨¢ en el ¨²nico suministrador del colegio o instituto: ¡°Se valoran cuestiones inasumibles para las tiendas peque?as, como entregar todos los libros forrados o conceder descuentos de hasta un 15%¡±, dice la librera. A partir del pasado 20 de julio, los directores de los centros de Madrid pueden solicitar la documentaci¨®n a los 234 negocios admitidos en el Acuerdo Marco. La compra se llevar¨¢ a cabo en septiembre, cuando la Comunidad tiene pensado transferir los fondos: ¡°Habr¨¢ un cuello de botella tremendo al inicio del curso¡±, denuncia Gonzalo.
¡°Antes la compra del material curricular se hac¨ªa de manera escalonada¡±, agrega. ¡°Cada familia encargaba su parte en una librer¨ªa o papeler¨ªa. La carga de trabajo era elevada, pero nunca hubo saturaci¨®n. Ahora, toda una clase puede quedarse sin libros si la empresa encargada de abastecer al centro tropieza¡±. El a?o pasado la nueva legislaci¨®n se puso en marcha solo de manera parcial. Los directores de los colegios pudieron elegir con qu¨¦ proveedores trabajar y contaban con un presupuesto de 15.000 euros por centro. De superarse, la Comunidad aportaba el resto. ¡°Nos terminaron de pagar en diciembre. Estuve muy ahogada y por primera vez me vi regateando pagos con las distribuidoras¡±, recuerda la minorista.
La asociaci¨®n Salvar las peque?as librer¨ªas ha pedido a la Justicia la suspensi¨®n cautelar del decreto, pero la Consejer¨ªa de Educaci¨®n considera que ¡°no se puede suspender de cara al presente curso, pues se encuentra en vigor y para su suspensi¨®n ser¨ªa necesaria una renuncia de todos los licitadores¡±. Y a?aden: ¡°El pr¨®ximo a?o valoraremos debidamente tanto el funcionamiento del Acuerdo Marco como la posible modificaci¨®n de la ley con el objeto de explorar otras opciones con el suficiente tiempo como para tomar una decisi¨®n definitiva que pudiera satisfacer sus expectativas¡±.
Valent¨ªn Garc¨ªa, de 43 a?os, preside la entidad denunciante y regenta una librer¨ªa en Torrej¨®n de Ardoz, que fund¨® su madre m¨¢s de tres d¨¦cadas atr¨¢s: ¡°El acuerdo est¨¢ provocando que no podamos vender material a los colegios, porque las condiciones est¨¢n pensadas para empresas de la distribuci¨®n, no para librer¨ªas¡±, estima. ¡°El libro de texto deja un beneficio m¨¢s bien bajo, en torno al 20%, pero supone un reclamo. Te conviertes en el referente de la familia, que acude a ti para comprar los bol¨ªgrafos, los cuadernos o las lecturas que recomienda el profesor. Ahora los alumnos recogen los libros en el centro y ni siquiera pasan por aqu¨ª¡±, relata.
Una circunstancia que se suma a la crisis del formato impreso: ¡°Llevamos a?os sobreviviendo, m¨¢s que viviendo. La pandemia nos ha dado la puntilla¡±, asevera Garc¨ªa. Durante 2018, Murcia aprob¨® un Acuerdo Marco similar al de Madrid. Garc¨ªa calcula que ¡°como consecuencia de la norma cerr¨® una de cada tres librer¨ªas de la Regi¨®n¡±. En Navarra, Valencia y Andaluc¨ªa optaron por implantar el denominado cheque libro, que se otorga directamente a las familias para que lo gasten all¨ª donde estimen oportuno. El material siempre es propiedad del centro, a fin de que sea reutilizado. El alumno ha de devolver los libros del a?o pasado antes de adquirir los del pr¨®ximo. Y el olor a nuevo se aplaza hasta Bachillerato.
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