Mar¨ªa Yfeu, una revelaci¨®n que invoca el esp¨ªritu de Amy Winehouse
Esta sevillana asentada en Madrid deslumbra en la Escuela de M¨²sica Creativa con una voz jazz¨ªstica y madura impensable para sus 22 a?os
A Mar¨ªa Fern¨¢ndez le resulta sencillo que por las mejillas le resbale alguna l¨¢grima. Cosas de la gente sensible: llorar ¨Cella misma lo dice¨C se le da bien. La ¨²ltima llantina de consideraci¨®n le sobrevino el pasado 4 de abril, cuando supo por las noticias que el coronavirus tambi¨¦n se hab¨ªa llevado a Luis Eduardo Aute. Mar¨ªa cumpli¨® en febrero 22 a?itos, as¨ª que muchos la imaginar¨ªan interesada en el reguet¨®n, el autotune o el pop electr¨®nico. Pero no: el autor de Al Alba era su favorito en castellano. As¨ª que repas¨® su discograf¨ªa, que se conoce al dedillo, y encontr¨® unos versos que la conmovieron a¨²n m¨¢s que de costumbre: ¡°Este miedo a no verte jam¨¢s / Ya no hay puntos suspensivos / Lleg¨® el rotundo final¡±. Pertenecen a El Viento, El Tiempo, una canci¨®n no muy conocida de 2011. Ahora, en ausencia de Luis Eduardo, la canta ella cada vez que se sube a un escenario.
Puede que a esta sevillana afincada desde 2017 en Madrid la hayan escuchado ya, pero con el nombre hemos jugado al despiste. Como lo de Fern¨¢ndez daba poco juego, decidi¨® adoptar el nombre art¨ªstico de Mar¨ªa Yfeu, en homenaje al apellido (Feu) de su abuelo paterno. ¡°Era carpintero y le faltaba un dedo que se hab¨ªa rebanado. Sent¨ªa una conexi¨®n muy poderosa con ¨¦l¡±, detalla. ¡°Fui la t¨ªpica ni?a rara, un poco dram¨¢tica, que sent¨ªa una especie de madurez precoz y necesitaba estar en contacto siempre con los mayores, sentirse a la altura de ellos¡±.
Ese dif¨ªcil encaje generacional, ahora que despunta como una de las mejores voces veintea?eras del pa¨ªs, sigue caracteriz¨¢ndola ¡°a d¨ªa de hoy¡±, por citar otro t¨ªtulo de Aute. Yfeu admite devoci¨®n por otra vaca sagrada poco divulgada entre los j¨®venes, la divina Billie Holiday, y recuerda que sus primeros llantos por alguien a quien no conoc¨ªa sucedieron aquella tarde de julio en que muri¨® Amy Winehouse. ¡°Ten¨ªa solo 13 a?os y me encontraba veraniendo en La Antilla, Huelva, precisamente con mis abuelos. Me sent¨ª un poco rid¨ªcula, pero aquel d¨ªa me hart¨¦ de llorar¡±. Amy, Billie y Luis Eduardo afloran hoy en sus composiciones, impregnadas de un soul jazz¨ªstico emotivo, crepuscular y sinuoso. Casi siempre en un ingl¨¦s impoluto, aunque con contraejemplos como A Contraluz, donde se decanta por el castellano para advertir: ¡°Estoy harta de rezar a cualquier Dios¡±.
La madurez, siempre la madurez. ¡°Sigo relacion¨¢ndome casi siempre con gente de m¨¢s edad. Bueno, alguna amiga de mi generaci¨®n s¨ª que tengo. Amigos no, porque los chicos siempre van un poco por detr¨¢s¡±, se sonr¨ªe con m¨¢s sorna que mala baba. Entre sus h¨¢bitos m¨¢s adultos, la voracidad en la lectura (¡°soy de las que lee lento, para saborearlo todo mejor¡±) o su fascinaci¨®n por disciplinas acad¨¦micas tan dispares como las matem¨¢ticas, el derecho o la pol¨ªtica. ¡°Y eso que en este apartado he pasado ya de la vehemencia adolescente a un cierto desencanto. Me encanta la parte ideol¨®gica y rom¨¢ntica del debate, pero no el circo medi¨¢tico o las peleas de gallos en el Congreso. Y menos a¨²n esas identidades falsas y gregarias de tantos pol¨ªticos¡¡±.
Conflu¨ªan muchas pasiones en Mar¨ªa Fern¨¢ndez, pero la m¨²sica las sobrepas¨® a todas. Ahora la tenemos inmersa en sus estudios superiores de jazz en la Escuela de M¨²sica Creativa de la calle de la Palma, bajo la tutela de la profesora de canto Aurora Arteaga, mientras invierte las tardes en los estudios Fania, a un paso del metro Bilbao. All¨ª ultima un primer elep¨¦ que ya huele a acontecimiento, porque su voz y talento son cualquier cosa menos comunes. ¡°?Que de d¨®nde me viene todo esto?¡±, repite en alto, reflexiva. ¡°Supongo que de mi padre, que fue cantautor. ?l tambi¨¦n se puso nombre art¨ªstico para evitar el Fern¨¢ndez: Paco Lineros. Y dir¨ªa que era muy bueno, sinceramente, aunque no lleg¨® a publicar nada. Lo dej¨® por las matem¨¢ticas aplicadas a la inform¨¢tica¡¡±.
Ya lo ven. Mar¨ªa es joven, brillante y de biograf¨ªa no muy convencional. Dice escuchar ¡°de todo, sin prejuicios¡±, y hasta confiesa que su primer gran ¨ªdolo de la canci¨®n fue la colombiana Shakira. Conserva su inequ¨ªvoco acento andaluz, aunque viva en la capital, cante en ingl¨¦s y aspire a heredar el cetro que dej¨® hu¨¦rfano una tal Amy, aquella chavala extraordinaria y desdichada del barrio londinense de Camden. Mientras lo consigue, tal vez se la encuentren en alguna ¡°amenizaci¨®n¡± de jazz o swing, ¡°esos trabajillos de supervivencia¡±. Ella dice no tenerle miedo a nada; ni siquiera al futuro, tan incierto hoy para el com¨²n de los mortales. ¡°Hace algunos meses habr¨ªa dicho que s¨ª, que la incertidumbre asusta un poco. Ahora trabajo tanto que solo pienso en el d¨ªa a d¨ªa y no miro hacia delante. No quiere concederme ese privilegio¡±.
Si nada se tuerce, el 2 de octubre retomar¨¢ el concierto junto a VERA FAUNA en la Sala Boite de Madrid, que la crisis del coronavirus aplaz¨® en marzo. Mientras tanto, en este v¨ªdeo podemos verla tocando en vivo desde la azotea del hotel Emperador, con Madrid de fondo.
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