La cultura cura
¡®Voy a pedirles un favor: no abandonen a la cultura¡¯
La anestesia del verano ha durado poco. Las cosas nunca se solucionaron: solo fueron a mejor. Y ahora que la vida se vuelve a activar, y el curso comienza, y el trabajo amontonado reclama su espacio, nos chocamos los unos con los otros y el movimiento de esta pandemia vuelve a reactivarse. La situaci¨®n es mala, el peligro real y el panorama desalentador, pero al menos no nos pilla de sorpresa.
He pasado todo el verano leyendo y viendo series, pero lo cierto es que me faltaba algo: ten¨ªa ganas de volver a Madrid para ir al teatro.
El teatro es algo que he descubierto aqu¨ª en la capital. He visto obras de todo tipo y, si la ¨¦poca es tranquila, intento ir al menos una vez al mes o cada mes y medio. Es un mundo que me fascina, un arte que recibo de manera f¨ªsica: siento que algo dentro de m¨ª crece cuando salgo de una obra. Para m¨ª es una disciplina tremendamente complicada que trasciende cualquier tipo de expresi¨®n: ah¨ª hay alguien, en directo, haciendo de otro lo suficientemente bien como para que te olvides de qui¨¦n es de verdad. Si eso no es un don, que baje quien sea y me lo explique. No me va a convencer.
Tras ver el maltrato que est¨¢ sufriendo la cultura, lo primero que hice cuando volv¨ª fue ir al teatro y al cine con toda la seguridad y tranquilidad que da un sector que se est¨¢ dejando la vida para que el peligro sea nulo. Porque la cultura siempre es segura, haya pandemias o tristezas, la cultura siempre cura.
As¨ª, pude disfrutar el otro d¨ªa de Fari?a, la adaptaci¨®n teatral de la novela hom¨®nima de Nacho Carretero, dirigida por Tito Asorey, en Naves del Espa?ol, en Matadero. Qu¨¦ delicia, qu¨¦ rato m¨¢s absolutamente delicioso. Si ten¨¦is la oportunidad ¨Cy lleg¨¢is a tiempo de conseguir entradas¨C, no os la perd¨¢is. Si siempre me hace crecer, el otro d¨ªa adem¨¢s me hizo viajar a un lugar mucho m¨¢s amable que el que habitamos ¨²ltimamente. Un par de d¨ªas despu¨¦s ¨Cpor qu¨¦ esperar¨C me puse mis mejores galas y me fui al cine a ver Las ni?as, un drama inolvidable, en una sala tristemente ocupada a la mitad, pero que resiste como resistimos todos los que elegimos la cultura como ¨²nica manera de caminar por este mundo. Otra maravilla.
Mientras escojo mi pr¨®xima obra ¨Ccreo que va a caer Matar cansa, en el Kamikaze¨C, voy a pedirles un favor: no abandonen a la cultura. Conf¨ªen en ella como lo han hecho siempre. Abran la puerta del teatro de su barrio. Escojan una pel¨ªcula que les mueva por dentro. Vayan a por el ¨²ltimo libro de su autor favorito a la librer¨ªa m¨¢s peque?a que conozcan. Dense un beso en un museo. Canten a grito pelado en el concierto de su vida. Ap¨²ntense a clases de danza. Pero no se dejen apagar por el miedo: eso nunca.
Madrid me mata.
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