Flores para el centenario olvidado de Arturo Soria
Las administraciones olvidan el aniversario del urbanista que defini¨® en la Ciudad Lineal una nueva forma de vida, conjugando los beneficios del mundo rural con el trazado urbano
![Miguel Ezquiaga](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F411fd8b9-8941-4750-b07a-1e3c54c19a33.png?auth=14a6b066842d25aaa61294ac3c29e74c2616198f2a2b3277b39e9e0160500245&width=100&height=100&smart=true)
![Retrato de Arturo Soria en 1904, cuando ten¨ªa 60 a?os.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DG3J7UD4DVAXBGYGYSZT4PRIDU.jpg?auth=7ad82ce3967549d7715803186f18de2515fa77b24d507183f50660b49bfdef96&width=414)
Al entierro de Arturo Soria acudieron dos millares de sus seguidores. La comitiva acompa?¨® al f¨¦retro desde la capilla ardiente, dispuesta en el despacho del urbanista y cient¨ªfico, hasta la tumba del Cementerio Civil de la capital en la que descansa hoy. Un trayecto de cinco kil¨®metros para el que, seg¨²n las cr¨®nicas de la ¨¦poca, el cuerpo se cubri¨® con multitud de flores. Gladiolos, lirios y margaritas que simbolizaban la misma Ciudad Lineal que su autor sintetiz¨® en una sola frase: ¡°Para cada familia, una casa. En cada casa, una huerta y un jard¨ªn¡±.
Justo un siglo despu¨¦s de aquel cortejo f¨²nebre, sucedido el 6 de noviembre de 1920, los ramos y palmas de flores vuelven a colorear la l¨¢pida del constructor utopista. Pero esta vez el p¨²blico que acude al acto es mucho m¨¢s reducido. El coronavirus impone restricciones hasta en las efem¨¦rides. No hay representantes p¨²blicos ni placas conmemorativas. Tampoco honores institucionales para un ferviente defensor del progreso t¨¦cnico y las ideas ilustradas. En el camposanto tan solo se re¨²ne un pu?ado de sus descendientes, arquitectos o historiadores interesados en su figura. Juntos conforman la Asociaci¨®n Legado Arturo Soria.
Su tataranieta Cristina Keller reproduce con un peque?o altavoz el himno de la Ciudad Lineal que compuso para piano en 1903 Arturo Camacho. ¡°Es precioso, me emociona¡±, dice con la voz quebrada. La pieza se interpret¨® en vivo durante las 12 ediciones de la Fiesta del ?rbol, cuando los vecinos repoblaban el lugar con pinos, robles y chopos. Plantaron cerca de 100.000 ejemplares. Algunos de ellos permanecen en el distrito. Durante el evento tambi¨¦n se llevaban a cabo concursos de aritm¨¦tica, dibujo y escritura, adem¨¢s de la elevaci¨®n de globos aerost¨¢ticos, por lo que la prensa de la ¨¦poca se hizo pronto eco. Todo ello promovido por la Compa?¨ªa Madrile?a de Urbanizaci¨®n (CMU), la empresa de Arturo Soria. Con ella compr¨® aquellos terrenos para convertir en piedra la tinta de la utop¨ªa.
![Arturo Soria, una mente poliedrica](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/26GXFZYXVJG3FERWIJM6H7YU7I.jpg?auth=5f8e6908ed3f45f0c7db88b8d908fc269996cf3e7b15af94a4fe76e51810dbf7&width=414)
La calle de Madrid que hoy lleva su nombre es el resultado adulterado de un proyecto m¨¢s ambicioso en origen; una respuesta al problema del hacinamiento urbano y la higiene de los barrios populosos. Aunque Arturo Soria no dibuj¨® ning¨²n trazado urban¨ªstico, detall¨® el proyecto de la Ciudad Lineal en una serie de tribunas que desde 1882 public¨® el diario madrile?o El Progreso: ¡°Una sola v¨ªa de 500 metros de ancho y de la longitud necesaria. En el centro, ferrocarriles y tranv¨ªas, ca?er¨ªas para agua, gas electricidad, estanques y jardines, y de trecho en trecho, peque?os edificios para los diferentes servicios, con una serie dilatada de dos filas de casas u hoteles aislados¡±.
El germen de la Ciudad Lineal fue la v¨ªa f¨¦rrea. Como empresario, Arturo Soria instal¨® en 1898 un ramal del tranv¨ªa entre el barrio de Tetu¨¢n y Chamart¨ªn. La malla rectil¨ªnea del trazado urbano se convirti¨® a su juicio en una alternativa universal que pod¨ªa recorrer la tierra ¡°de Bruselas a Pek¨ªn y de C¨¢diz a San Petersburgo¡±, dec¨ªa. Aquello cambi¨® la concepci¨®n de la urbe, en general vinculada a factores formales y expresivos, para dotarla de un sentido racional, t¨¦cnico y productivo. ¡°En vez de colocar las casas de una ciudad de cualquier modo, y cavilar despu¨¦s el medio m¨¢s adecuado para satisfacer las necesidades de la vida urbana, me parece a m¨ª m¨¢s l¨®gico considerar en primer t¨¦rmino qu¨¦ necesidades urbanas se desea satisfacer¡±, escribi¨®.
![Las tataranietas del urbanista Arturo Soria, Cristina y Beatriz junto a simpatizantes de su fundaci¨®n le rinden un recuerdo en el centenario de su muerte en el cementerio civil.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PU4PAG4WKNF3ZD5KW4KFLLIC2I.jpg?auth=a47bb4ab6f1ef2cf7665c9316e6a36900911f30aa3bedd31ccd4b999a9bf2f22&width=414)
Las viviendas unifamiliares con jard¨ªn y huerto se encadenaban en una ¨²nica calle que iba a prolongarse durante miles de metros. Pero aquello jam¨¢s se realiz¨®. En 1911 hab¨ªa levantadas 680 casas a lo largo de cinco kil¨®metros. M¨¢s un parque de diversiones, el teatro y un front¨®n. La guerra de 1914 trajo consigo una crisis econ¨®mica que carcomi¨® la compa?¨ªa de Arturo Soria, quien abandon¨® casi por completo su actividad empresarial. En 1966 el Plan General de Ordenaci¨®n de Madrid convirti¨® los restos degradados de aquella po¨¦tica urbana en una autov¨ªa de circunvalaci¨®n. La Gerencia Municipal inici¨® las obras que redibujaron la zona y el Ayuntamiento compr¨® m¨¢s de 130.000 metros cuadrados a 23,10 pesetas el metro.
![Alzado y planta de una de las viviendas unifamiliares de la Ciudad Lineal.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VWWGYHBUTZFQ7G3DKBVDKYG27Y.jpg?auth=d0bbf5f407033163cc21d127819bf03c97f7634651448aaf293ae15696dbdfca&width=414)
En esos a?os Fernando Ter¨¢n, entonces arquitecto-jefe del Planeamiento Residencial de la Gerencia, escribi¨® un manifiesto por la revisi¨®n de la Ciudad Lineal. ¡°El car¨¢cter diluido de la edificaci¨®n, mantenida de forma constante, es un error sociol¨®gico¡±, dijo. Sin embargo, a?adi¨®, ¡°los esquemas lineales limitados y de edificaci¨®n concentrada tienen hoy un m¨¢ximo inter¨¦s en el planeamiento de nuevos n¨²cleos urbanos¡±. La arteria principal que ide¨® Arturo Soria se hab¨ªa convertido en otra calle extensa m¨¢s, donde se reproducen sin remedio los problemas del resto de la ciudad. ¡°Se tendr¨ªa que haber buscado el modo de canalizar de otra manera el flujo del tr¨¢fico de veh¨ªculos, acentuando el transporte p¨²blico por el carril central¡±, agrega hoy Ter¨¢n.
¡°La Ciudad Lineal constituye la ¨²ltima utop¨ªa progresista del siglo XIX¡±, considera el catedr¨¢tico de Historia de la Arquitectura Jos¨¦ Ram¨®n Alonso Pereira. Poco queda del proyecto original que pormenoriz¨® Arturo Soria. Tal vez se salva alguno de los ¨¢rboles que sembr¨®. Aunque huebo un tiempo en que la propuesta de la Ciudad Lineal encontr¨® sus reverberaciones en el extranjero. En la antigua ciudad sovi¨¦tica de Stalingrado el urbanista Nik¨®lai Miliutin dise?¨® tres ensanches bajo estos par¨¢metros, pues consideraba que ahorraban tiempo de desplazamiento. M¨¢s tarde fue el arquitecto francosuizo Le Corbusier quien se adhiri¨® entusiasta al planeamiento lineal, como reconoci¨® en el manifiesto de la Carta de Atenas (1941).
En el Cementerio Civil todo ese prestigio e influencia pareciera no haber existido jam¨¢s. Como si fuera resultado de una fantas¨ªa grandilocuente. El viernes al mediod¨ªa, solo un grupo de ciudadanos recuerdan, emocionados, al autor de la Ciudad Lineal. Federico Keller Soria, ingeniero y bisnieto del arquitecto, expresa el motivo de la reuni¨®n: ¡°Nos une el sue?o de que hay otra ciudad posible, m¨¢s cercana y humana¡±. Las hojas secas crean una alfombra parduzca alrededor de la tumba. La m¨²sica termina y se restaura el silencio. Tal vez fuera de este recinto alguien m¨¢s recuerde hoy a Arturo Soria.
Bien de inter¨¦s cultural
El pasado 20 de octubre el grupo parlamentario socialista inst¨® a la Comunidad de Madrid a declarar al conjunto hist¨®rico de la Ciudad Lineal ¡ªcon su trazado viario, las zonas verdes originales y los edificios anteriores a 1940¡ª Bien de Inter¨¦s Cultural. ¡°La Ciudad Lineal se encuentra recogida en todos los manuales de arquitectura contempor¨¢nea¡±, dijo el portavoz Juan Miguel Hern¨¢ndez Le¨®n. ¡°Su influencia es enorme. Est¨¢ demostrado que fue anterior al proyecto de la ciudad jard¨ªn inglesa y marc¨® decididamente a todo el planeamiento urbano posterior. El Plan General de 1970, pese a que reconoc¨ªa el valor del proyecto, permiti¨® su degradaci¨®n paulatina¡±, prosigui¨®.
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![Miguel Ezquiaga](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F411fd8b9-8941-4750-b07a-1e3c54c19a33.png?auth=14a6b066842d25aaa61294ac3c29e74c2616198f2a2b3277b39e9e0160500245&width=100&height=100&smart=true)