En busca de una corrala para rodar la escena m¨¢s impactante del a?o

¡°Rui, siempre me dice: Mikel, a m¨ª no me gustan las postales y lo bonito. ?l necesita creerse el lugar, que sea muy aut¨¦ntico¡±, cuenta sobre el director Rodrigo Sorogoyen el encargado de encontrar las localizaciones de Antidisturbios (Movistar +), rodada en 2019. Mikel Saldise fue quien ayud¨® a construir ese Madrid realista y s¨®rdido de la serie, a partir de las elecciones del propio Sorogoyen y el director de arte Miguel ?ngel Rebollo.

El reto que plantearon al vasco se antoj¨® todav¨ªa m¨¢s complicado cuando una escena del cap¨ªtulo inicial, una de las m¨¢s impactantes del audiovisual espa?ol reciente y la que iba a marcar el tono de todo el relato, ocurre en un espacio tan especial como una corrala. Un equipo de polic¨ªas debe acometer el desalojo de un grupo de activistas en condiciones poco habituales. La situaci¨®n, claustrof¨®bica y violenta, se salda con la muerte de un inmigrante senegal¨¦s, que cae al vac¨ªo y destapa una compleja trama de corrupci¨®n pol¨ªtica.

¡°Viniendo de fuera, tuve hasta que informarme de lo que es una corrala. Es muy complicado encontrar una adecuada. Un rodaje es un arma de destrucci¨®n masiva, que pone todo patas arriba¡±, advierte el jefe de localizaciones de la serie. Y esta t¨ªpica casa de vecinos madrile?a en la que reina un patio interior es un lugar donde vive mucha gente en un espacio muy limitado y, por lo general, muy avejentado. El equipo encontr¨® una pr¨¢cticamente vac¨ªa y que soporta toda una historia sobre sus vigas.

Durante m¨¢s de una d¨¦cada, las conocidas como las abuelas de Ventorrillo, habitantes de este edificio en el n¨²mero 7 de la calle hom¨®nima del distrito de Embajadores, lucharon unidas contra la inmobiliaria que pretend¨ªa desalojarlas de su hogar. Algunas llevaban all¨ª desde la Guerra Civil y ya han fallecido o han terminado por marcharse ante el acoso de la empresa. Todav¨ªa resisten dos de ellas. Ese peque?o milagro permiti¨® a la productora madrile?a Caballo Films y The Lab ocupar el espacio sin apenas molestar a sus inquilinos.

¡°La primera vez que entramos all¨ª fue hasta escalofriante. Es lo que transmit¨ªa ese espacio vac¨ªo, con tan solo dos vecinas ocupando 26 metros cuadrados de vivienda cada una. Nos ofrecimos a alquilarles otro lugar donde vivir durante un mes, pero una de ellas decidi¨® quedarse¡±, recuerda Saldise. ¡°No es de las m¨¢s antiguas, tiene solo unos cien a?os y con un patio bastante amplio, con una estructura met¨¢lica de refuerzo. Se nos pidi¨® hacer un estudio del estado del edificio para garantizar su seguridad¡±.

Desde el punto de vista t¨¦cnico, Antidisturbios es como una pel¨ªcula b¨¦lica, defiende su jefe de localizaciones. El otro escollo a solventar fue precisamente el de rodar agitadas escenas de disturbios en plena calle sin alarmar a los vecinos. Para una de ellas, el guion de Sorogoyen e Isabel Pe?a marcaba la plaza de Lavapi¨¦s. ¡°Con la que ¨ªbamos a montar, tuvimos que darnos un paseo por el barrio para encontrar una alternativa¡±, comenta Saldise.

La realidad les dio la respuesta casi de inmediato. La Plaza Nelson Mandela fue el escenario en 2018 de las protestas de los compa?eros de Mmame Mbaye, el mantero senegal¨¦s de 35 a?os que muri¨® en plena calle durante una persecuci¨®n policial. Piedras, sillas y pelotas de goma volaron durante ese d¨ªa. Muchos de los vecinos se acercaron el d¨ªa del rodaje para contar al equipo que ellos estuvieron all¨ª el d¨ªa que ocurri¨® la revuelta real. A la hora de recrear una escena similar en clave de ficci¨®n, se practic¨® la escena d¨ªas antes, a puerta cerrada, en un parking cercano: ¡°Rodrigo es de ensayar mucho con actores y a menudo hab¨ªa que buscar lugares alternativos donde practicar antes de grabar¡±.

Este relato de corrupci¨®n que comienza en Lavapi¨¦s, hablando de polic¨ªas y de desahucios, evoluciona a medida que avanzan los cap¨ªtulos hacia las altas esferas, en un ambiente m¨¢s acomodado. El equipo, en colaboraci¨®n con Madrid Film Office el servicio p¨²blico del Ayuntamiento de Madrid para la asesor¨ªa del sector audiovisual y sus grabaciones, se traslad¨® entonces a la zona del Bernab¨¦u y el barrio Salamanca. Los disturbios ambientados en el estadio del Real Madrid se rodaron muy cerca del lugar, en el Palacio de Congresos situado al otro lado de la Castellana, frente a la plaza de Joan Mir¨®.

¡°Ese fue un proceso muy largo. Es una secuencia de m¨¢s de 3 minutos. Tuve hasta cuatro reuniones con los responsables del departamento de Espacio P¨²blico del Ayuntamiento hasta que dimos con el sitio. Ten¨ªamos que rodar de noche, con varios d¨ªas de ensayo, cortando calles¡­un total de seis d¨ªas. A diferencia de Lavapi¨¦s, es una zona con gente que tiene muchos contactos y que en cualquier momento levanta un tel¨¦fono y paralizan el rodaje. Al ser un espacio gestionando por una entidad privada, TurEspa?a, desde Espacio P¨²blico solo nos pidieron que todo se hiciera de la acera hacia adentro. A pesar de ser una zona de oficinas apenas habitada al finalizar la jornada laboral, se ve¨ªa a gente pegarse y todos los d¨ªas y, a los pocos minutos de empezar, ya hab¨ªa patrullas para ver lo que ocurr¨ªa¡±.

Es por eso que se necesita hacer una importante labor de comunicaci¨®n antes de rodar este tipo de escenas de acci¨®n, comenta Saldise. ¡°Hay que dejar muchas cartas en los buzones, para hacer saber a los vecinos que iba a haber cargas falseadas y que no se alarmara nadie. En ese tipo de cartas, suele aparecer un tel¨¦fono de producci¨®n para que los vecinos se sientan libres de ponerse en contacto con nosotros y contarnos si tienen necesidades particulares de las que no pueden prescindir, al ser personas mayores o estar enfermos. Es sobre todo una cuesti¨®n de agradecimiento y respeto a los vecinos, que son los que te aguantan con este tipo de cosas¡±.

Otro lugar complicado para colar un rodaje suele ser una comisaria. El equipo encontr¨® la adecuada en Moratalaz. ¡°Es complicado porque no te pueden dar permiso para entrar hasta la tarde anterior, por si ocurre algo y tienen que estar disponibles. Pero fue un sitio donde nos trataron muy bien¡±, explica Saldise. Durante sus primeras semanas de emisi¨®n, Antidisturbios desat¨® cr¨ªticas opuestas entre s¨ª respecto al cuerpo de las fuerzas de seguridad. Mientras algunos espectadores acusaban a la serie de blanquearlo, algunos sindicatos de polic¨ªas se quejaban de quedar retratados como ¡°drogadictos y alcoh¨®licos¡±, dec¨ªan en un comunicado. ¡°Supongo que los polic¨ªas de Moratalaz se leyeron el guion y por eso no se ofendieron y fueron tan abiertos¡±, defiende el responsable de sus localizaciones.