Madrid, el territorio con m¨¢s contagios que impuso las medidas m¨¢s laxas
Media docena de especialistas en diversos ¨¢mbitos analizan c¨®mo se han decidido los protocolos y las restricciones en la regi¨®n y se?alan en qu¨¦ puntos se ha fallado
Mascarillas s¨ª, mascarillas no. Guantes s¨ª, guantes no. Interiores, exteriores, concentraciones. Los protocolos frente al virus han cambiado varias veces a lo largo del ¨²ltimo a?o. El conocimiento recabado desde el comienzo de la pandemia ha hecho que las recomendaciones fueran modificadas, seg¨²n la ciencia ahondaba en la forma de transmisi¨®n de la covid. A¨²n con esos cambios, hay cuestiones que se han mantenido y directrices que operan tanto para este como para cualquier virus. Entre ellas, qu¨¦ criterios se usan para tomar esas decisiones.
Desde la desescalada, la Comunidad de Madrid ha sido el territorio con las restricciones m¨¢s laxas de toda la geograf¨ªa espa?ola, incluso cuando ha encabezado la estad¨ªstica nacional en incidencia acumulada (casos por cada 100.000 habitantes en los ¨²ltimos 14 d¨ªas). En el global, la autonom¨ªa que gobierna Isabel D¨ªaz Ayuso es la que m¨¢s contagios registra, la que ha soportado y a¨²n soporta m¨¢s presi¨®n sobre su sistema sanitario y la que acumula m¨¢s fallecimientos.
Elena Vanessa Mart¨ªnez, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa, explica que en la gesti¨®n de todas esas curvas, las administraciones habr¨ªan de haber tenido en cuenta ciertas cosas como que el virus ¡°no afecta por igual a toda la poblaci¨®n, que no todos los territorios tienen el mismo riesgo y que en cada lugar se ha de valorar qu¨¦ tipo de actividades se realizan m¨¢s¡±.
Son tantos los factores a tener en cuenta que ¡°es dif¨ªcil llegar a lo que haga m¨¢s efecto en menos tiempo y perjudicar a menos personas¡±, dice Mart¨ªnez. Mar¨ªa Urtasun, enfermera, epidemi¨®loga, investigadora en salud p¨²blica y parte de la Asociaci¨®n Madrile?a de Salud P¨²blica, cree que Madrid ha fallado en este contexto mientras otras regiones, ¡°aunque no de forma generalizada, s¨ª han destacado con medidas nuevas, novedosas o m¨¢s efectivas¡±. Ella destaca ¡°el apoyo social que se ha hecho en Baleares, el abordaje que se hizo en Asturias o la prudencia de Castilla y Le¨®n¡±.
Aqu¨ª, media docena de especialistas en diversos ¨¢mbitos hacen un an¨¢lisis de c¨®mo se han decidido los protocolos en Madrid y de esas limitaciones.
La importancia del espacio y la geograf¨ªa
¡°C¨®mo se va a intentar dominar la pandemia a escala micro [en territorios m¨¢s peque?os como localidades] y c¨®mo se va a hacer acupuntura en pol¨ªtica si no se piensa en la geograf¨ªa propia de los lugares¡±, dice Alberto Cors¨ªn, de la Asociaci¨®n de Antropolog¨ªa del Estado Espa?ol. Afirma que la transmisi¨®n del virus var¨ªa seg¨²n los lugares: ¡°El espacio no es algo abstracto, hay que pensar en cu¨¢ntos colegios, bares, mercados hay. Depende de cada una de esas respuestas, habr¨¢ que pensar en soluciones distintas¡±. Solo en el caso de la realizaci¨®n de los test de ant¨ªgenos ¨Cno avalados a¨²n por los expertos para personas asintom¨¢ticas¨C en las farmacias, pensadas como una red que cubre a toda la poblaci¨®n, ¡°se tuvo ese pensamiento geogr¨¢fico¡±: ¡°Eso no se puede hacer en ning¨²n otro sitio, en Londres t¨² no sales a la calle y tienes cuatro de estos establecimientos¡±.
Cree Cors¨ªn que esto ocurre porque la farmacia ¡°es el ¨²nico establecimiento que les permite mirar desde lo biosanitario, que aparentemente es la ¨²nica perspectiva que se ha tenido en cuenta¡±. Un soci¨®logo, por ejemplo, ¡°para distintas acciones hubiese pensado en mercados municipales, juntas de distrito o bibliotecas, trabajar¨ªa con otros equipamientos y otras infraestructuras¡±. En Madrid, dice, ¡°eso est¨¢ en el olvido¡±.
Fortalezas desaprovechadas
Urtasun asegura que la Comunidad cuenta con ¡°recursos muy valiosos, como Madrid Salud, del que no se ha sacado el rendimiento que se podr¨ªa¡±. Ese organismo del Ayuntamiento creado en 2005 y con m¨¢s de un millar de personas trabajando, se ocupa de cuestiones de salud p¨²blica, entre otras. ¡°Tiene centros bastante bien repartidos por los distritos, personal que conoce bien el territorio y v¨ªnculos con organizaciones y asociaciones para entender mejor el comportamiento social y por lo tanto de transmisi¨®n del virus, y no lo hicieron¡±.
En este sentido, el epidemi¨®logo Manuel Franco, docente e investigador de la Universidad de Alcal¨¢ y profesor de la Johns Hopkins (EE UU), cree que la Comunidad ha desaprovechado el conocimiento cient¨ªfico: ¡°Y eso ha derivado en que no se ha tenido nunca en cuenta las circunstancias sociales, culturales y econ¨®micas de las zonas m¨¢s desfavorecidas. Tampoco el tejido social ni la salud comunitaria¡±. Algo que, de haber ocurrido, ¡°podr¨ªa haber resultado en otra gesti¨®n en la que hubiese existido no solo consejos adecuados seg¨²n las zonas, sino promoci¨®n de la salud, ayuda, acceso a viviendas alternativas, ayuda econ¨®mica, alimentaria y social de forma extensiva para toda la poblaci¨®n que la necesitara¡±. Sin embargo, lamenta que, ¡°al contrario, parece haberse negado esta realidad y se ha pasado por encima¡±.
Mart¨ªnez cree que, en general, se han recomendado medidas que en algunos casos evidentemente han desfavorecido a quienes tienen rentas m¨¢s bajas: ¡°En esta pandemia los que tienen trabajo estable han podido ahorrar y los que no van a las colas del hambre¡±. No cree que el problema sea ¡°que no se hayan tenido en cuenta¡±, sino las ocasiones en que ¡°no se han tomado medidas al respecto a sabiendas¡±.
Cuarentenas y aislamiento
Primero, dice Elena Vanessa Mart¨ªnez, a¨²n hay quien no diferencia entre cuarentena y aislamiento ni para qu¨¦ sirve cada protocolo y se usan de forma indiscriminada: ¡°El aislamiento lo realiza el enfermo. La cuarentena quien no sabe si lo est¨¢ pero podr¨ªa estarlo y es necesario cortar cualquier posible cadena de transmisi¨®n¡±. ?Todo el mundo parte del mismo punto para cumplirlas? ¡°No¡±, asevera Joan Carles March, profesor en la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica: ¡°Cuando pones en marcha estas medidas deber¨ªa haber un informe de equidad para minimizar el impacto en la poblaci¨®n m¨¢s desfavorecida, con m¨¢s problemas socioecon¨®micos, con peores condiciones de vivienda¡±.
En septiembre, seis meses despu¨¦s del comienzo de la pandemia, el Gobierno auton¨®mico puso en marcha un hotel en Las Tablas ¨Cun ¨¢rea residencial en el distrito de Fuencarral-El Pardo¨C ¡°para personas sin hogar y familias en situaci¨®n de exclusi¨®n residencial con sintomatolog¨ªa leve de covid o asintom¨¢ticos puedan pasar all¨ª la cuarentena¡±. El 15 de octubre, se activaron cinco unidades m¨®viles que atend¨ªan un trabajador social y un promotor de salud voluntario en los puntos de cribados poblacionales con test de ant¨ªgenos. Se ofrec¨ªa ¡°asistencia social y recursos de inclusi¨®n a las personas vulnerables que den positivo en los test de ant¨ªgenos¡±.
¡°Es otra de las cuestiones que no se ha hecho bien¡±, dice March. Urtasun lo comparte: ¡°Aunque se habilitaron algunas, para la magnitud de la pandemia en Madrid no fue suficiente¡±. March apunta a que ¡°tendr¨ªa que haber mediadores culturales en determinadas zonas para facilitar esa ida hacia hoteles, y tambi¨¦n as¨ª los hoteles podr¨ªan tener un espacio de vida a trav¨¦s del pago p¨²blico¡±.
Adem¨¢s, a?ade, de la comunicaci¨®n que se realiza de la necesidad de cumplir con estos protocolos: ¡°Tienen que ser muy amplias y diversas y en todo eso hace falta una mayor y mejor comunicaci¨®n¡±. Aclara que en ese sentido podr¨ªan haberse usado las redes por barrios o distritos y elegir a las personas m¨¢s adecuadas ¡°para hacer de informadores por barrios, incluso para poder hablar con la ciudadan¨ªa por la calle, explicarle el correcto uso de las mascarillas, por ejemplo. Porque importa tanto el tipo de mascarilla como su correcto uso¡±.
Interiores frente a exteriores
Las expertas coinciden: no se ha priorizado lo suficiente el exterior. Tanto en Madrid como a nivel nacional, ejemplifica Urtasun, ¡°en el tema de la educaci¨®n hab¨ªa y hay muchas posibles alternativas para bajar las ratios y poder hacer cosas en la calle o los parques y no se ha hecho mucho uso de eso¡±. A¨²n as¨ª, afirma que la educaci¨®n es de los ¨¢mbitos a los que se ha prestado m¨¢s atenci¨®n. Al contrario que en el sector de la hosteler¨ªa, donde ¡°el privilegio¡± deber¨ªa haber sido siempre el exterior.
Mart¨ªnez a?ade que adem¨¢s en los interiores existe el peligro de ¡°recircular el aire y no ventilar el espacio¡±: ¡°Si ocurre lo primero, haces que el aire se mueva en la habitaci¨®n, y el riesgo es alto¡±. Tambi¨¦n, suma, hay que tener en cuenta el tiempo y el peligro que tiene cada espacio: ¡°No es lo mismo una tienda a la que pasas para comprar cinco, 10 o 15 minutos que sentarte en un bar a tomarte un caf¨¦¡±. Y cree que se podr¨ªa ¡°haber intentado sacar m¨¢s a la calle¡± esta ¨²ltima parte del ocio: interiores no permitidos en verano sin dificultades por el fr¨ªo y calefactores en invierno, adem¨¢s de facilitar a ese sector poder realizarlo.
En Madrid, el Ejecutivo regional se ha negado siempre al cierre de la hosteler¨ªa y en ning¨²n momento pareci¨® una idea factible la prohibici¨®n de los interiores. No fue hasta principios de febrero que se fij¨® como obligatoria la mascarilla dentro de esos establecimientos y el protocolo de ventilaci¨®n, mec¨¢nica o manual. Seg¨²n los datos publicados por Salud P¨²blica, que lleva dos semanas aportando informaci¨®n sobre brotes, el ¨¢mbito social es el que tiene asociado un mayor n¨²mero de brotes (265) y de contagios (1.836).
A este entorno, adem¨¢s, hay que sumar los 124 brotes del ep¨ªgrafe denominado ¡°mixto¡±, ya que la Consejer¨ªa de Sanidad, en el informe donde aporta esos n¨²meros, mezcla ambos ¨¢mbitos para explicar a qu¨¦ lugares corresponden, pero sin especificar cu¨¢ntas infecciones corresponden a cada uno; entre ellos, ¡°bodas, bautizos, eventos y reuniones familiares, locales de ocio, hoteles y establecimientos de restauraci¨®n, transportes, etc¡±. Si se suman ambos apartados, son 389 los brotes y 2.882 los contagios relacionados.
Transporte p¨²blico
Si bien a priori el transporte no deber¨ªa entra?ar ¡°alto riesgo, ya que no es un lugar en el que se hable mucho ni se come ni se bebe¡±, dice Urtasun, ¡°en el momento que no hay suficiente frecuencia de trenes o autobuses, van abarrotados y la gente muy junta, s¨ª hay peligro. ?Cu¨¢nto? No se sabe, presuponiendo adem¨¢s que todo el mundo lleve mascarilla adecuada y bien colocada¡±.
Del transporte, como de la restauraci¨®n, no hay cifras concretas. ¡°Solo se puede observar¡±, puntualiza Joan Carles March: ¡°Las im¨¢genes de vagones atestados, autobuses de estudiantes llenos, mucha menos frecuencia de la que deber¨ªa¡ No apunta hacia la disminuci¨®n de contagios¡±.
Teletrabajo
El transporte p¨²blico, dice March, le ¡°lleva¡± a la cuesti¨®n del teletrabajo: ¡°Tampoco ha habido grandes esfuerzos en esto. Ha dependido m¨¢s de las empresas que de decisiones desde la Administraci¨®n. En Madrid, como en el resto de autonom¨ªas, los gobiernos podr¨ªan haber sido m¨¢s estrictos, ayudar¨ªa a controlar la transmisi¨®n y a disminuir los contagios que todo aquel que pudiera teletrabajar lo hiciera¡±.
Aqu¨ª tampoco hay cifras institucionales, aunque varios estudios sit¨²an a Madrid como la regi¨®n con m¨¢s posibilidad para esta modalidad. En mayo, la encuesta sobre el impacto del coronavirus realizada por la Generalitat Valenciana aseguraba que el tejido productivo marcaba las diferencias por autonom¨ªas, as¨ª, ¡°aquellas m¨¢s orientadas a ocupaciones cualificadas y terciarias tienen m¨¢s opciones de teletrabajo¡±. Madrid, seguida de Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, era en esa investigaci¨®n la comunidad con m¨¢s opciones, con un 28%, 25,1% y 24,5%, respectivamente. En septiembre, otro estudio de Randstad aseguraba que la regi¨®n lideraba la clasificaci¨®n del teletrabajo, con un 26,6% de asalariados acogidos a esta modalidad.
Toque de queda y aforos
Para Urtasun, ¡°en Madrid siempre se ha estado rozando el m¨ªnimo exigido¡± en cuanto a los aforos ¨Cactualmente son de un 50% en interiores, de forma generalizada, y para hosteler¨ªa y restauraci¨®n cuatro personas en interior y seis en terraza¨C. En espacios cerrados, en general, ¡°siempre estamos un poco por encima, habr¨ªa que ser m¨¢s restrictivos¡±.
Y de la limitaci¨®n de la movilidad, ¡°no hay datos, pero tiene que ver m¨¢s con la din¨¢mica de transmitir sensaci¨®n de peligro, con un lenguaje casi b¨¦lico que transmite que la situaci¨®n es severa¡±. M¨¢s que el toque de queda ¨Cretrasado ya a las 23.00¨C, afirma la epidemi¨®loga, ¡°lo que habr¨ªa que ver son las fuentes de movilidad: para qu¨¦ y cu¨¢ndo nos movemos¡±. Adem¨¢s, ¡°a priori no parece que tenga una efectividad muy alta porque las restricciones de horarios eran muy laxas y la hora fijada nunca ha cambiado mucho el plan que tuvieras¡±.
Los cribados poblacionales con ant¨ªgenos
El 30 de septiembre, el Ejecutivo de Isabel D¨ªaz Ayuso comenz¨® el uso de test de ant¨ªgenos para lo que llamaron ¡°cribados masivos¡± en poblaci¨®n general, mucho m¨¢s baratos (4,5 euros) que una PCR (alrededor de 18 euros) y mucho m¨¢s r¨¢pidos en dar resultados, entre 15 y 20 minutos. Esta pr¨¢ctica fue rechazada por los expertos porque a¨²n no est¨¢ demostrada la eficacia en personas asintom¨¢ticas, se recomiendan en entornos con una previsible alta prevalencia (urgencias hospitalarias, atenci¨®n primaria y residencias de mayores), para personas con s¨ªntomas en los primeros cinco d¨ªas de evoluci¨®n de la enfermedad, contactos estrechos y poblaci¨®n vulnerable o expuesta, como los sanitarios.
Hasta ahora, Madrid ha realizado 857.000 test, de los que han resultado ¡°4.422 positivos asintom¨¢ticos¡±, seg¨²n cifras de esta semana de la Consejer¨ªa de Sanidad, un 0,5%. Urtasun asegura que esto es ¡°gastar en algo que no tiene mucha efectividad para dejar de invertir en otras imprescindibles como el rastreo¡±. A veces, dice, ¡°tampoco era cribados poblacionales masivos como se anunciaban porque no cumpl¨ªan con los criterios, que todo el mundo tuviera la oportunidad, por ejemplo, o que ese tipo de testeos m¨¢s intensivos se hace en poblaciones con muy alta incidencia, y se han estado haciendo cuando realmente Madrid ten¨ªa en todo su territorio muy alta incidencia¡±.
Seg¨²n Urtasun, los resultados son los que son, ¡°un bajo porcentaje de positivos¡±. Aunque ¡°han funcionado mejor¡± de lo esperado, ¡°lo que se ha hecho con ellos no es el foco¡±. ?Cu¨¢l era? ¡°Hacer m¨¢s fluida la detecci¨®n en primaria y hospitalaria¡±.
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