Dejad de romantizar la soledad
Desde hace un tiempo, tienes que presumir de disfrutar de tu soledad para recibir una valoraci¨®n positiva de los que te rodean
¡°Ahora quiero ser libre [...] Aspiro a hacerlo sola, a estar sola, y luego a entenderme con los dem¨¢s¡±. ?Frase de tu amiga tras una ruptura o frase de Isabel D¨ªaz Ayuso tras dinamitar el Gobierno de la Comunidad de Madrid? Si has tenido dudas, es normal. Podr¨ªa haber sido cualquiera de las dos cosas pero ha sido la frase que Ayuso utiliz¨® la semana pasada en una entrevista para explicar por qu¨¦ hab¨ªa disuelto la Asamblea y convocado elecciones anticipadas.
Desde hace un tiempo, tienes que presumir de disfrutar de tu soledad para recibir una valoraci¨®n positiva de los que te rodean. En la vida de antes, la de antes de los estados de alarma y confinamientos, viv¨ªamos tan hiperconectados, tan al d¨ªa, tan rodeados de acontecimientos que suced¨ªan sin parar, que muchos d¨ªas necesit¨¢bamos un respiro. Un momento de calma. Un momento para pensar. En esos d¨ªas dec¨ªamos: ¡°Quiero estar sola¡±. Pero luego nos vimos todos solos en casa, entre cuatro paredes blancas quiz¨¢ decoradas con alguna l¨¢mina utilitaria de Ikea que empezamos a odiar por ver las 24 horas del d¨ªa, y vimos que el problema segu¨ªa sin resolverse. Segu¨ªamos hiperconectados, agobiados, bombardeados a noticias y alertas. ?C¨®mo es posible si ahora est¨¢bamos solos? ?D¨®nde estaba la calma?
La soledad elegida es admirable pero la romantizaci¨®n de un estado en el que vivimos desconectados del resto de los seres humanos solo me produce amargura.
Lo he escuchado decenas de veces. Amigas que rompen una relaci¨®n o amigas a las que una relaci¨®n no les funciona. El Tinder que te agota. Las quedadas con gente te empiezan a parecer absurdas. Las conversaciones de ligoteo no te aportan nada. Y entonces ocurre, pam, delante de una copa de vino, con los ojos reflejando un brillo de autoconvencimiento, tu amiga te suelta: ¡°Lo que me pasa es que tengo que estar sola. No he aprendido a quererme yo ni a disfrutar de mi soledad¡±. Y t¨² te quedas mir¨¢ndola y asientes (no queda otra) pero en el fondo piensas: ¡°?En qu¨¦ momento, criaturita m¨ªa, en qu¨¦ momento te han dicho que la soledad va a salvarte?¡±.
?Qui¨¦n ha sido el que empez¨® con este discurso? ?Qui¨¦n fue, qu¨¦ clase de art¨ªculo de psicolog¨ªa barata nos vendi¨® la versi¨®n de que solo estando solos ¨¦ramos libres? No s¨¦ qu¨¦ clase de ser humano fue pero espero que el confinamiento le haya pillado sin m¨¢s compa?¨ªa que la de un cactus. Creer que no necesitas a nadie, que eres autosuficiente, que eres m¨¢s independiente cuanto m¨¢s solo, es un error que no refleja otra cosa que un trauma despu¨¦s del cual uno cree que nadie en el mundo est¨¢ a su altura. Es el miedo a mostrarse vulnerable ante el otro. Miedo a decir: ¡°Te necesito¡±. Los artistas han tenido parte de culpa en promover este discurso en el que no se puede producir si no es en solitario. Y no me malinterpreten, la soledad elegida es admirable pero la romantizaci¨®n de un estado en el que vivimos desconectados del resto de los seres humanos solo me produce amargura. Y ¡°tienes que aprender a estar solo¡± es una frase que no le dir¨ªa ni a la persona que menos trago en el mundo. Ni siquiera a Ayuso.
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