Y con tu esp¨ªritu
Tengo fe en que el ruido no nos enmudezca y los gritos no nos cieguen
Yo soy de esas personas que se meten en una clase de mindfulness, inspiro, espirar¡ Y mientras el resto medita con los ojos cerrados Yo los voy abriendo para ver si ya hemos acabado con esa parte y nos ponemos con lo interesante. A activar el cuerpo.
Mientras los dem¨¢s ¡°liberan su mente¡±, Yo voy recordando la lista de la compra y lo que me queda por hacer. Esas clases son para personas como Yo.
Os lo cuento porque despu¨¦s de pasarme toda la vida huyendo de frases de Mr. Wonderful y de sentir verg¨¹enza ajena con los coach motivacionales, el mundo ha conseguido agotarme de tal forma que ahora lo primero que hago al levantarme por la ma?ana es recitar mi mantra y comenzar el d¨ªa con la certeza de que ning¨²n energ¨²meno me har¨¢ olvidar ¡°mi felicidad depende de m¨ª¡± .
No creo en Dios, ni tengo nada malo que decir de la iglesia como conjunto de personas, pueblo, que es lo que significa ¡°iglesia¡±. Puedo entender y entiendo que dios es el refugio de muchas personas que encuentran consuelo y respuestas en ?l. Aunque me pregunto c¨®mo es posible que algunos de los que m¨¢s le reivindican odien a tantos de nosotros cuando, deber¨ªan saberlo, Dios es amor.
Me considero una persona bastante espiritual y con una creo que destacable capacidad de sentir a aquellos que me rodean, incluidos a aquellos que piensan distinto, no me parece que ese respeto sea contradictorio con pedirles que tambi¨¦n piensen en m¨ª.
Creo en las energ¨ªas, creo en que hay personas que irradian sensaciones que te hacen avanzar, que hay personas que no necesitan estar de cuerpo presente para que sus ense?anzas te sigan llevando lejos, que hay seres que traen consigo una luz que alumbra casi todo aquello que tocan sin que eso les convierta necesariamente en seres de luz.
Y que por el contrario hay personas con miradas en las que no quieres entrar, con un aura que te aleja.
Recuerdo que me regalaron un collar y c¨®mo tres personas que no se conoc¨ªan entre s¨ª me dijeron que les daba escalofr¨ªos. Yo, que no soy nada supersticiosa, acab¨¦ ¡°drama queen¡± total, tirando el collar al r¨ªo desde un puente.
Soy una persona de fe, o lo era al menos. Tengo fe en que el ruido no nos enmudezca y los gritos no nos cieguen. Y sigo conservando la fe en que te den las gracias y cuelguen al decir ¡°no me interesa, gracias¡±.
?ltimamente he sentido la necesidad de profundizar en un Yo mucho m¨¢s espiritual y ligero porque todo es tan palpable que se me ha hecho pesado.
Abuela, que s¨ª cree en dios, dir¨ªa que esto, en cierta manera, es una oraci¨®n.
Quiero acabarla como Snoop Dogg, d¨¢ndome las gracias a m¨ª por creer en m¨ª.
Amen.
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