Pijos contra progres
El gran logro de la campa?a de Ayuso es aparentar inter¨¦s por los que sirven en las mesas cuando en realidad se dirige a los due?os del local
Una vez le¨ª en el blog de una cronista del moderneo madrile?o de los dosmiles que una buena forma de detectar a un pijo es observar su conducta con los camareros: tanto si los desde?a como si le dan pena estamos ante uno. La l¨¢stima y el desd¨¦n son una pareja con una hija tambi¨¦n muy pija: la condescendencia. Esa cl¨¢sica frase de casa bien que es ¡°a la chica la tratamos como si fuese una m¨¢s de la familia¡± contiene un 75 por ciento de las tres cosas. El cuarto quesito que queda para completar el gr¨¢fico corresponde a un 25 por ciento de practicidad: los pijos son muy pragm¨¢ticos y saben que siempre se gana m¨¢s lamiendo que mordiendo. De la misma manera que todos los momentos de la vida (incluso los peores) son ocasiones perfectas para hacer networking o vender algo, de todo el mundo -incluso de aquellos que suscitan esencialmente desprecio o pena- se puede sacar provecho.
A?ado yo ahora que otro indicador muy pijo es indignarse por el impuesto de sucesiones. A los pijos, que son propietarios, les gusta m¨¢s la caridad que los impuestos y a quienes viven de alquiler no les inquieta lo m¨¢s m¨ªnimo tener que donar una parte de su herencia al Estado, b¨¢sicamente porque no la tienen. Quien lea esto podr¨ªa pensar que la etiqueta ¡°pijo¡± es bastante anticuada: el mundo ha avanzado much¨ªsimo desde que los Hombres G compusieran Sufre mam¨®n como para que ahora nos pongamos a etiquetar a las personas de esta forma tan burda.
A quienes viven de alquiler no les inquieta lo m¨¢s m¨ªnimo tener que donar una parte de su herencia al Estado, b¨¢sicamente porque no la tienen.
En este pa¨ªs existe la movilidad social y vivimos bajo el consenso constitucional de que todas las personas, se dediquen a lo que se dediquen y hayan nacido en el ¨¢mbito que hayan nacido, deben tener acceso a una vivienda, a una formaci¨®n y a una sanidad. Sin embargo, no es menos cierto que en pol¨ªtica ¨²ltimamente se utilizan este tipo de estereotipos para desacreditar sibilinamente sin rubor. Miren por ejemplo las palabras ¡°progre¡± y ¡°barrio¡±: en su interior lo mismo cabe un tuitero bon vivant que un partidario de regular el precio de los pisos, una zona de aluvi¨®n que una urbanizaci¨®n con piscinas.
La Presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a ¨ªdem, Isabel D¨ªaz Ayuso, se crio en un barrio donde, seg¨²n dicta el estereotipo m¨¢s rampl¨®n, vive mucha gente que ha empezado su vida profesional haciendo de camarero en servicios de catering donde se sirven canap¨¦s a pijos y progres. Esto hasta los 18 a?os. Despu¨¦s, muchos siguen trabajando en hosteler¨ªa pero preferiblemente en el papel de propietarios o como se dice ahora, emprendedores. El gran logro de la campa?a de Ayuso es aparentar inter¨¦s por el voto de los que sirven en las mesas cuando en realidad se dirige a los preocupados por el impuesto de sucesiones. Fin¨ªsima condescendencia.
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