Se ve¨ªa venir
Que nuestras reivindicaciones valen una mierda frente a la necesidad de un hombre de celebrar un gol rodeado de sus camaradas
S¨¦ que el tema viene de mucho antes pero el borrado de aquel mural con mujeres feministas que hab¨ªan marcado la historia a m¨ª me puso la piel de gallina.
Cuando ocurren cosas como esas no pienso tanto en la persona o personas que se levantan una ma?ana diciendo ¡°he visto un cartel feminista, vamos a borrarlo¡±, sino en todas aquellas que intervienen posteriormente y que teniendo tiempo a reflexionarlo solo alcanzan a decir ¡°Yo lo veo¡±.
Parece que hab¨ªa un objetivo muy claro, porque al poco tiempo, se prohibi¨® la manifestaci¨®n feminista del 8M. A las mujeres se les PROHIBI? salir, gritar y reivindicar sus derechos, la excusa fue que en plena pandemia aquello no se pod¨ªa consentir, pero a juzgar por todos los hombres que se juntaron posteriormente a celebrar campeonatos y todo tipo de eventos futbol¨ªsticos, entre otros, Yo jurar¨ªa, que el fin era ¨²nica y exclusivamente demostrar que en pleno siglo XXI a las mujeres todav¨ªa se nos pueden prohibir cosas por el mero hecho de serlo.
Que nuestras reivindicaciones valen una mierda frente a la necesidad de un hombre de celebrar un gol rodeado de sus camaradas.
Esta vez no quitaron un mural, lo pusieron, se?alando a menores migrantes como personas violentas y ¨²nicos beneficiados de las ayudas del estado.
20 mujeres llevamos asesinadas en lo que llevamos de 2021, casi la mitad de Ellas en lo que llevamos de mes y todav¨ªa hubo personas que salieron a gritar ¡°que viva Espa?a¡± mientras hombres y mujeres nos un¨ªamos a reclamar justicia. Pues ¡°viva¡±, claro que s¨ª, cuando dejen de asesinar a 10 mujeres en 30 d¨ªas.
Esta vez no quitaron un mural, lo pusieron, se?alando a menores migrantes como personas violentas y ¨²nicos beneficiados de las ayudas del estado.
La fiscal¨ªa de Madrid lo denunci¨® por entender que se estaba cometiendo un delito de odio, la jueza no vio odio por ninguna parte y dej¨® el mural en su sitio.
No vieron el amor en el primer mural y lo quitaron, no vieron el odio en el segundo y lo dejaron.
El d¨ªa 14 de junio asesinaron a Younes Bilal, uno de esos hombres marroqu¨ªs a los que nos est¨¢n ense?ando a odiar desde ni?os. Un exmilitar blanco, espa?ol, le peg¨® tres tiros al grito de ¡°no quiero moros¡±.
Hoy han apu?alado a una mujer migrante en una cola de un comedor social. ?su motivaci¨®n? ¡°nos quit¨¢is la comida¡±.
Seg¨²n la prensa ambos agresores ten¨ªan problemas mentales, si fueran personas racializadas estar¨ªamos hablando de terrorismo y toda su etnia ser¨ªa requerida para condenar los actos de dos personas a las que no conocen.
El mensaje era claro y conciso, lo fue desde el principio, sin consideraci¨®n y sin eufemismos, era f¨¢cil que calara por la mera repetici¨®n y un contexto de miedo, inestabilidad general y desconcierto. ?no se ve¨ªa venir?.
Pero les dio igual.
Porque hab¨ªa otros intereses que estaban por delante de las personas, y a¨²n m¨¢s, si esas personas son racializadas o simples mujeres a las que se puede borrar.
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