Orcasitas se indigna con la ¡®banda del moco¡¯
Los vecinos de Orcasitas denuncian una escalada de actos vand¨¢licos desde noviembre que atribuyen a dos grupos de menores y reclaman m¨¢s presencia policial en el barrio
El 18 de abril Javier Jim¨¦nez se despert¨® con una llamada de la polic¨ªa. Baj¨® a la calle para ver c¨®mo su medio de vida hab¨ªa sido arrasado por las llamas. La furgoneta con la que reparte ox¨ªgeno estaba chamuscada delante de sus ojos. Apenas quedaba rastro en un lateral del veh¨ªculo del letrero de ¡°gases medicinales¡± que anuncia el trabajo con el que se gana la vida. Esta es una de las ¨²ltimas consecuencias de la escalada de vandalismo que los vecinos del barrio madrile?o de Orcasitas aseguran que viven desde noviembre.
La impotencia provoc¨® que Javier, de 42 a?os y padre de dos ni?as peque?as, expresara su frustraci¨®n con un mensaje en la farola cercana: ¡°Me has fastidiado a m¨ª y a mi familia. La furgoneta era mi herramienta de trabajo. Ojal¨¢ el d¨ªa que necesites ox¨ªgeno pueda ir a traslad¨¢rtelo a instal¨¢rtelo, eso significar¨¢ que ha ido bien. Firmado: Un padre de familia aut¨®nomo y jodido por ti¡±. El mismo mes que pagaba la ¨²ltima letra de ese veh¨ªculo ten¨ªa que meterse en un cr¨¦dito para empezar a pagar uno nuevo cuyo coste est¨¢ estimado en m¨¢s de 38.000 euros.
Maica Mart¨ªnez y Paco Palomera llevan d¨¦cadas en Orcasitas. Ambos est¨¢n involucrados en asociaciones vecinales. En un paseo van enumerando los destrozos que ha sufrido el barrio en los ¨²ltimos meses. Al pasar al lado de un contenedor, se?alan que hace unos d¨ªas ardi¨®. Los toldos de una de las escuelas infantiles aparecieron quemados a finales del a?o pasado y los han repuesto hace unas semanas. Cuando se acercan a una cancha en la que juega un grupo de chavales a baloncesto mientras otros esperan su turno, cuentan que las canastas amanecieron un d¨ªa desatornilladas. ¡°Todo lo hacen de madrugada¡±, apunta Palomera. La peor noche la vivieron a finales de mayo cuando un incendio acab¨® con un parque infantil valorado en m¨¢s de 600.000 euros. Mart¨ªnez ense?a en su m¨®vil la foto de la gran torre puntiaguda en llamas en mitad de la noche. Hoy permanece precintado y sin fecha de reconstrucci¨®n.
?Qui¨¦n lo hace? La polic¨ªa no tiene una respuesta concreta, y los vecinos han recopilado informaci¨®n de aqu¨ª y de all¨¢. ¡°Creemos que son dos grupos de menores que empezaron haciendo trastadas y han acabado haciendo actos vand¨¢licos¡±, explica Mart¨ªnez. Estos grupos incluso han sido bautizados como la ¡°banda del moco¡± en las redes, y tambi¨¦n en las calles. Seg¨²n los datos recabados por la polic¨ªa, no se puede atribuir estos destrozos a una ¡°banda¡± y los actos vand¨¢licos ¡°no son exclusivos de Orcasitas¡±. Ambos cuerpos mantienen abierta una ¡°l¨ªnea de investigaci¨®n¡± para esclarecer qui¨¦nes son los autores de los diferentes desperfectos. ¡°Nuestro temor es que esto siga yendo a m¨¢s y se produzca alguna desgracia seria¡±, se?ala Mart¨ªnez.
Uno de los que m¨¢s ha alzado la voz contra este problema de convivencia es el concejal de M¨¢s Madrid e hist¨®rico activista vecinal F¨¦lix L¨®pez-Rey. Baja de su coche tras acabar la junta de seguridad del distrito con un papel en el que ha escrito a mano los puntos que ha tratado en la reuni¨®n. ¡°Esto en verano por las noches se convierte en el far west, hay carreras de quads por las avenidas, incendios, alboroto hasta altas horas...¡±, indica.
¡°Yo me niego a hablar de un problema de seguridad sin hablar a la vez de una falta de inversi¨®n en educaci¨®n y en abandono escolar¡±, puntualiza. Seg¨²n los datos facilitados por el Ayuntamiento a la organizaci¨®n vecinal, en Usera (distrito al que pertenece Orcasitas), la tasa de absentismo ha aumentado en el ¨²ltimo curso un 18%, el doble que la media de Madrid. El presupuesto en 2020 para el programa que trata de frenar la falta a clase disminuy¨® un 4% respecto a 2019 en Usera, mientras que en Moncloa-Aravaca, con mucho m¨¢s poder adquisitivo, aument¨® un 26,7%.
¡°El problema no es solo de seguridad. Ahora hay mucha menos inversi¨®n en actividades de tiempo libre y educadores, los chavales est¨¢n m¨¢s en la calle y se nota cierto descontrol¡±, respalda Paco Palomera. Francisco Redondo, conductor de autob¨²s de la l¨ªnea 6, se top¨® con ese descontrol el 21 de mayo a las once y media de la noche. Ese d¨ªa iba por la calle Rafael Ybarra cuando oy¨® un golpe muy fuerte. Una piedra. ¡°Debi¨® de dar en la chapa, no rompi¨® nada, pero el susto me lo llev¨¦. A otros compa?eros si les han reventado lunas¡±, cuenta.
Los conductores se intercambian en Whatsapp fotos y v¨ªdeos de vidrios destrozados y de las piedras que les arrojan. ?l tambi¨¦n atribuye los destrozos a chavales del barrio que no tienen freno. ¡°A veces los ves venir y te paras, pero cuando no, el frenazo lo das. El miedo que tenemos es que hasta que no pase algo grave, no act¨²en¡±, cuenta. Redondo asegura que rara es la semana que no notifican varias agresiones semejantes a los veh¨ªculos de la Empresa Municipal de Transportes.
En el camino hasta el campo de f¨²tbol municipal, L¨®pez-Rey saluda a todos los vecinos con los que se cruza y habla de las bondades de su barrio. Aunque esta tarde ha tocado abordar el tema del vandalismo, no todo es malo e incluso describe algunas zonas como ¡°id¨ªlicas¡±. Mientras come una tortilla de patatas en el bar del centro deportivo se?ala a los j¨®venes que echan un partido. ¡°Lo que inviertas en que estos chavales est¨¦n aqu¨ª haciendo deporte, te lo ahorras en muchas otras cosas, pero cuesta mantenerlo y muchos de ellos no tienen recursos para la equipaci¨®n¡±, sentencia. El concejal presume del c¨¦sped artificial estrenado hace poco m¨¢s de un a?o. Hay cosas a salvo de los v¨¢ndalos.
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