Sharon Corr, la mujer madura que venci¨® al escorpi¨®n
La violinista de The Corrs fija su residencia en Madrid y adelanta en la sala Clamores un LP en solitario marcado por el desamor y la autoestima
Sharon Corr siente debilidad por el cuento de El traje nuevo del emperador, y as¨ª lo ha dejado traslucir en la letra de alguna de sus canciones. Ya saben la historia: a un gerifalte engre¨ªdo le hacen creer que le han tejido el atuendo con unas telas tan deslumbrantes y suntuosas que solo las personas muy inteligentes son capaces de verlas, as¨ª que el muy cretino termina desfilando por sus dominios en pelota picada. ¡°Para m¨ª ser¨ªa un poco embarazoso pasear desnuda por lo ancho de la calle en Madrid, a mis 51 a?os¡±, se carcajea Corr. ¡°Pero, pese a mi timidez, no me importa desnudarme en las canciones. Y ahora menos que nunca. Incluso he aprendido a re¨ªrme de mis propios errores¡±.
Compartimos caf¨¦ y terraza a menos de 100 metros de la sala Clamores, el rinc¨®n de la ciudad que acoge hasta siete conciertos de la irlandesa a lo largo de este mes de julio. La segunda de los cuatro hermanos Corr ¨Cvocalista angelical, violinista de excepci¨®n y pianista incansable¨C lleva un par de a?os largos residiendo en Madrid, una ciudad donde se siente a sus anchas y por la que pasea y se relaciona sin que apenas nadie la reconozca. Y eso que como integrante de The Corrs vivi¨® a?os de popularidad extraordinaria, con aquellos temas de pop pegadizo y aromas celtas (So young, What can I do, Runaway, Love to love you¡) que no paraban de sonar en las radios. Ella sigue disfrutando con aquellos recuerdos de juventud plet¨®rica, sonrisas radiantes y buenrollismo fraternal. Pero, superada la frontera del medio siglo, parece evidente que su momento emocional es muy distinto. Y cuando sus abundantes seguidores descubran The fool and the scorpion, el ¨¢lbum en solitario que publica justo a la vuelta del verano, ese cambio de ciclo resultar¨¢ todav¨ªa m¨¢s evidente.
¡°Mi gran punto de inflexi¨®n se produce en 2015, coincidiendo con la muerte de nuestro padre¡±, se sincera Sharon Helga Corr, profunda pero serena cuando la conversaci¨®n se adentra por los vericuetos del alma. ¡°Eleg¨ª ese momento para corregir mi manera de ver la vida, para dejar de exigirme y rega?arme tanto a m¨ª misma. Comprend¨ª al fin que debes luchar por aquello en lo que crees, siempre sin hacer da?o a nadie. Que es mejor alejarse de aquellos que te molestan. Y que solo merecen la pena los integrantes de nuestra tu propia tribu, esas personas que sentimos cercanas. Ya no necesito tener un mill¨®n de amigos, solo un pu?ado de amigos buenos¡±.
Ese proceso de maduraci¨®n intensa se quintaesencia en sus 10 nuevas canciones, producidas en Los ?ngeles por el reputad¨ªsimo Larry Klein, coautor y exmarido de Joni Mitchell. Adi¨®s a los paisajes buc¨®licos; ni rastro de bosques, druidas, campi?as o caricias folkies. Pensemos m¨¢s en cantautores amigos de escarbar en nuestros m¨¢s ¨ªntimos laberintos emocionales, desde Jackson Browne a Nick Drake. O en grandes damas del pop jazz¨ªstico: Madeleine Peyroux, Melody Gardot. Por resumir: mucha m¨¢s Costa Oeste que Mar de Irlanda.
Me siento una Sharon distinta, una mujer en proceso de renacimiento. Ser¨¢ normal que a algunos no les guste tanto como mi obra anterior
¡°Puede que algunos fans se sientan al principio desconcertados¡±, asume. ¡°Pero me siento una Sharon distinta, una mujer en proceso de renacimiento. Ser¨¢ normal que a algunos no les guste tanto como mi obra anterior, no hay problema. Me siento relajada, dispuesta a disfrutar, a vivir el presente. He dejado de ser una persona nerviosa. No tengo nada que demostrar, salvo el compromiso conmigo misma de ser cada vez una mejor persona¡±. Incluso su poderosa imagen para la portada prescinde de la dulzura consabida de esos ojos azul¨ªsimos y su incuestionable belleza ga¨¦lica. ¡°Ahora no quiero sentirme tan hermosa como fuerte, y de ah¨ª que prefiriera mostrar una expresi¨®n casi tribal¡±.
Los oyentes m¨¢s minuciosos tal vez ya intuyeran la evoluci¨®n al escuchar Season of our love, una de sus aportaciones a Jupiter calling (2017), el por ahora ¨²ltimo trabajo de The Corrs. Pero el verdadero cambio de registro llegar¨ªa, como tantas veces, inducido por una abrupta ruptura sentimental. Ella, madre orgullosa de dos peque?ajos, descubri¨® de repente que su pareja no era el tipo de persona que aparentaba ser. Y todos los afectos y certidumbres se le resquebrajaron para siempre en cuesti¨®n de horas.
¡°Al d¨ªa siguiente de todo aquello ten¨ªa que tomar un avi¨®n de Madrid a Ginebra para participar en el Festival de Montreux¡±, relata. ¡°Era una jornada de fuertes tormentas el¨¦ctricas y grandes retrasos en los aeropuertos, pero yo misma tambi¨¦n me sent¨ªa como un volc¨¢n en erupci¨®n. Los versos de The fool and the scorpion [La loca y el escorpi¨®n] comenzaron a brotar sin descanso, a llenar notas y m¨¢s notas del m¨®vil. Los estaba expulsando, o m¨¢s bien vomitando, desde lo m¨¢s profundo de m¨ª. Dos semanas m¨¢s tarde, sentada al piano, acert¨¦ con esa melod¨ªa un poco hipn¨®tica. Cuando le mand¨¦ por wasap a Larry Klein la primera maqueta, ¨¦l me contest¨® entre sonrisas y admiraciones: ?Vaya, est¨¢s con los dientes afilados!¡±.
Aquella muchacha candorosa de los a?os mozos, ya lo ven, ha crecido. Es cauta y elude cuestiones hoy de alcance para la prensa rosa, como la ilustre identidad de la actual pareja de su exmarido, pero se felicita de tener un trabajo ¡°con el que hacer lo que quieres y escribir y expresar lo que sientes¡±. Y augura que algunas de sus nuevas composiciones, tan personales (Freefall, Running on rooftops, The heart is a lonely hunter¡), adquirir¨¢n un significado mucho m¨¢s global en cuanto sean conocidas entre sus fieles. ¡°La m¨²sica es mi terapia, y a trav¨¦s de ella expreso mis sentimientos de frustraci¨®n, deseo, desamparo, angustia, rabia o venganza. No son historias de una sola direcci¨®n, tienen algo de ying y de yang. Y quedan abiertas a la interpretaci¨®n de cada cual: en este mundo en el que estamos sobreinformados, en el que todo se encuentra a nuestro alcance y enseguida nos aburre, defiendo que resulta mucho m¨¢s atractivo dejarle un margen al misterio¡¡±.
¡°?Claro que volver¨¢ a haber en el futuro alg¨²n disco de The Corrs!
La hora se ha pasado en un suspiro, casi como una sesi¨®n de catarsis con un poquito de cafe¨ªna, as¨ª que Sharon ha de dar cuenta de la prueba de sonido y cerciorarse de que el vestido escogido para la velada le sienta la mar de bien (?aunque no sea de emperatriz!). El aguij¨®n de los escorpiones puede escocer, y mucho, pero ella no ha permitido que el veneno la doblegara. Y antes de bajar las escaleras de la Clamores, un mensaje de tranquilidad para los fans de la vieja guardia. ¡°?Claro que volver¨¢ a haber en el futuro alg¨²n disco de The Corrs!¡±, exclama. ¡°Nos pasamos 10 a?os sin grabar nada juntos, entre 2005 y 2015, pero en realidad nunca nos llegamos a separar. Sucedi¨® que nos pusimos a tener hijos y discos en solitario, pero solo eso. Yo ahora voy a estar un buen tiempo ocupada con este nuevo trabajo, pero habr¨¢ gira y ¨¢lbum con mis hermanos. No s¨¦ cu¨¢ndo, pero dadlo por seguro¡¡±.
Sharon Corr en Sala Clamores (c/Alburquerque 14, metro Bilbao). Conciertos pendientes: 13, 14, 20 y 21 de julio, a las 20.30. Entradas: 34 euros
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