Vivir encima de una gasolinera
Miles de madrile?os residen junto a surtidores, pese a que diversos estudios se?alan el preocupante impacto en el entorno
F¨¦lix Adeva vive, literalmente, con la R de Repsol iluminando los visillos de su cocina. Este madrile?o de 58 a?os, compr¨® su piso pegado a la autov¨ªa de Extremadura a modo de inversi¨®n hace m¨¢s de 20 a?os y no dio demasiada importancia a la actividad incesante de la gasolinera instalada a escasos metros de la casa. Pero hace 12 se traslad¨® all¨ª con su pareja y la historia es otra. ¡°Hay que mantener las ventanas cerradas porque el olor a gasolina es intenso y el ruido muy molesto¡±, explica Adeva que abre la puerta de la cocina y no dice nada m¨¢s.
Es suficiente, el adagio ¡°una imagen vale m¨¢s que mil palabras¡± se cumple aqu¨ª a la perfecci¨®n. Desde el balc¨®n y estirando un poco el brazo se podr¨ªan tocar las coronillas de los trabajadores vestidos con chalecos naranjas que atienden a los coches que entran a repostar como bolas de pinball. ¡°Con la persiana bajada amortiguo un poco el ruido, pero esto es un continuo y ahora en verano es mucho peor¡±. Poco se puede hacer al respecto, ¡°salvo intentar vivir lo mejor posible¡±. Los vecinos afectados tienen la esperanza puesta en el soterramiento de la A-5, que podr¨ªa obligar a cerrar la gasolinera por la falta de clientes. Puras conjeturas.
¡°La gasolina tiene muchos compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles que pasan al aire f¨¢cilmente y uno de ellos es el benceno, reconocido como cancer¨ªgeno por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud¡±, explica Marta Doval, referente en el estudio de las repercusiones de las gasolineras en la calidad del aire. No es una relaci¨®n causa efecto directa, pero el trabajo cient¨ªfico en el que particip¨® Doval comprob¨® que los contaminantes que se encuentran en el aire cercano a una gasolinera son diferentes a los que hay en el resto de la ciudad: tienen una concentraci¨®n de benceno hasta ocho veces superior a las presentes en otras ¨¢reas.
Cuanto m¨¢s te alejas de una gasolinera, m¨¢s baja el nivel de bencenoMarta Doval, ingeniera
¡°Cuanto m¨¢s te alejas de una gasolinera, m¨¢s baja el nivel de benceno¡±. El estudio de la investigadora termina con una conclusi¨®n: los surtidores deben situarse, preferiblemente, a m¨¢s de 75 metros de las viviendas, y a m¨¢s de 100 si se trata de lugares frecuentados por personas vulnerables, como hospitales, centros de mayores y colegios. Distancias que no son universales, ya que ¡°depender¨¢n de muchos factores como el tama?o de la gasolinera, el n¨²mero de surtidores o el volumen de gasolina expedido anualmente¡±, precisa Doval.
El estudio de la ingeniera sobre el impacto de las estaciones de servicio en el entorno cercano, Assessing the impact of petrol stations on their immediate surroundings, no es el ¨²nico que se ha hecho al respecto. El publicado por el University Collage de Londres apunta en la misma direcci¨®n: ¡°Todas las simulaciones han demostrado la importancia de controlar las concentraciones de vapor de gasolina, especialmente en las proximidades de las ¨¢reas de bombeo. Adem¨¢s, puede ser beneficioso dise?ar la configuraci¨®n de las estaciones de servicio de forma que se favorezca la dispersi¨®n de los vapores y su r¨¢pida diluci¨®n por el aire¡±.
Tambi¨¦n el que llev¨® a cabo la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health: ¡°Los ¨ªndices de emisi¨®n registrados en los conductos de ventilaci¨®n de las gasolineras eran m¨¢s de 10 veces superiores a las estimaciones utilizadas para establecer la distancia a la que han de colocarse las gasolineras. Estas distancias deber¨ªan revisarse para tener en cuenta la variabilidad temporal y los controles de contaminaci¨®n¡±.
O el estudio de la Universidad de Columbia: ¡°Durante el funcionamiento de la estaci¨®n de servicio, el combustible no quemado puede ser liberado al medio ambiente. Debido a la toxicidad de sus compuestos, hemos desarrollado un marco para estimar el riesgo de c¨¢ncer a lo largo de la vida por la exposici¨®n al benceno que podr¨ªa ser adoptado por las agencias reguladoras para determinar las distancias a las que se sit¨²an las estaciones de servicio¡±. La OMS, por su parte, a trav¨¦s de la rese?a toxicol¨®gica que public¨® sobre el benceno, ¡°observa recomendaciones de buenas pr¨¢cticas en relaci¨®n a su localizaci¨®n y dise?o¡±. Aunque no especifica una distancia concreta. Y la lista de investigaciones sobre los efectos de la exposici¨®n al benceno de la gasolina sobre la poblaci¨®n en todo el mundo suma y sigue.
Han pasado 10 a?os desde que la profesora del Departamento de Ingenier¨ªa qu¨ªmica y ambiental de la Universidad Polit¨¦cnica de Cartagena publicara junto a sus colegas este estudio pionero y Doval a¨²n recibe emails de ciudadanos preocupados por estas instalaciones. No solo de Espa?a, tambi¨¦n de EE UU, de Australia o de Israel. ¡°El problema es que no hay regulaci¨®n, ni aqu¨ª ni en casi ning¨²n pa¨ªs¡±, a?ade. Tampoco existen m¨¢s estudios que expliquen los efectos de la exposici¨®n a este gas sobre la poblaci¨®n general. La OMS, a trav¨¦s de la rese?a toxicol¨®gica que public¨® sobre el benceno, ¡°observa recomendaciones de buenas pr¨¢cticas en relaci¨®n a su localizaci¨®n y dise?o¡±. Pero no especifica una distancia concreta.
Peticiones sin ¨¦xito
Cada vez que una asociaci¨®n de vecinos se pone en contacto con Doval, ella contesta con una carta dirigida al alcalde de la localidad en cuesti¨®n, donde insta a alejar la gasolinera de la zona residencial. Pocas veces tiene ¨¦xito. ¡°En la actualidad, muchas gasolineras han quedado ubicadas en n¨²cleos urbanos debido al crecimiento de las ciudades. Otras quiz¨¢s han sido mal planificadas desde el principio. Con los conocimientos actuales, las nuevas gasolineras deber¨ªan dise?arse y proyectarse de modo que se garanticen unas distancias m¨ªnimas de seguridad para salvaguardar la salud de la poblaci¨®n¡±, escribe la cient¨ªfica en su misiva.
F¨¦lix Adeva no sabe que vivir cerca de una gasolinera aumenta las posibilidades de padecer c¨¢ncer, igual que muchos otros ciudadanos que residen cerca de surtidores en Madrid. Enterados a medias de este hecho probado cient¨ªficamente, los vecinos conviven con el queroseno sin rechistar.
Pero el distrito de San Blas-Canillejas, los vecinos no dejan de luchar. Ya lo hicieron hace 20 a?os, cuando organizaban manifestaciones diarias para parar las obras de una gasolinera que se estaba construyendo frente a su edificio y pared con pared del IES San Blas. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, de la encendida protesta queda solo el murmullo de fastidio de los m¨¢s veteranos que a¨²n recuerdan aquella derrota. Como Pablo Morena, de 83 a?os, presidente de la asociaci¨®n de vecinos Las Rosas-Las Musas. ¡°Cuando ve¨ªamos que no la paraban, la denuncia se desinfl¨®. Ahora llamamos a la polic¨ªa de vez en cuando si hay mucho ruido, pero poco m¨¢s¡±, dice taciturno.
Protesta vecinal
Hace dos a?os, sin embargo, las protestas de esta asociaci¨®n de vecinos y de particulares consiguieron paralizar durante tres meses las obras de una nueva gasolinera en el barrio de Rosas. Un alivio moment¨¢neo, porque los surtidores funcionan ahora a todo gas. ¡°A 20 metros de la cabecera de mi hijo¡±, dice un vecino para dar m¨¢s se?as. Entre las calles de Sof¨ªa y de Mosc¨², la gasolinera termin¨® de instalarse en agosto de 2020, a menos de 13 metros de las primeras viviendas donde a¨²n queda alg¨²n cartel que denuncia: Gasolineras NO.
¡°Nosotros seguimos en pleitos, no nos damos por vencidos¡±, asegura ?ngel P¨¦rez, de 63 a?os, que vive con su mujer y sus tres hijos en el bloque desde finales de los noventa. ¡°El Ayuntamiento solo nos dice que pongamos las denuncias en la Junta del distrito, y eso es lo que hacemos¡±. Mientras tanto, cuando llega el cami¨®n cisterna a llenar los dep¨®sitos, cierran las ventanas, ¡°porque no hay quien respire dentro de casa, por no hablar de la iluminaci¨®n y el ruido¡±.
770 gasolineras en la regi¨®n
En la Comunidad de Madrid hay 770 gasolineras, 213 est¨¢n dentro de un municipio, seg¨²n cifras oficiales. La normativa para que los Ayuntamientos concedan o no la licencia a las gasolineras es estatal, no municipal. ¡°Casi todas se implantan ya en centros comerciales y pol¨ªgonos, no en las calles de la ciudad¡±, insisten desde el ¨¢rea de Desarrollo Urbano de Madrid. La ¨²nica referencia a la distancia que debe respetarse entre estas instalaciones y los edificios aparece en el Real Decreto 706/2017. En concreto, el apartado 7.1.4 que establece que la distancia m¨ªnima entre los surtidores y la propiedad ser¨¢ de dos metros. ¡°No obstante, para las gasolineras en la ciudad se suele aplicar 17 metros de distancia, que era una norma de un plan municipal de gasolineras que existi¨® hace mucho¡±, aseguran desde el ¨¢rea.
Esta distancia no siempre se cumple y muchos vecinos contin¨²an moviliz¨¢ndose. Seg¨²n registra la FRAVM, ha habido protestas en Hortaleza, en Retiro (Centro) o en Butarque (Villaverde Bajo). Tambi¨¦n en la regi¨®n, en Velilla de San Antonio, en Getafe, en Villanueva de la Ca?ada o en Alcal¨¢ de Henares, con mayor o menor ¨¦xito. ¡°Las quejas se dan ante los proyectos nuevos de gasolineras en entornos residenciales, y gracias a protestas vecinales se han paralizado numerosos proyectos, pero una vez que la gasolinera se pone en marcha la cosa se desinfla¡±, explican desde la Federaci¨®n. Sin embargo, hay muchas vidas frente a gasolineras que no hacen ruido.
Vecinos como Adeva que viven, literalmente, encima de una gasolinera sin saber el potencial peligro que supone para su salud. ¡°El benceno puede tambi¨¦n desencadenar disfunciones en los sistemas reproductivo, inmunol¨®gico, cardiovascular, respiratorio, endocrino y nervioso, incluso a peque?as concentraciones si la exposici¨®n es cr¨®nica¡±, explica la cient¨ªfica. No hay ninguna normativa que lo impida.
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