El legado feminista de Pardo Baz¨¢n y Concepci¨®n Arenal, en c¨®mic
Las ilustradoras Carla Berrocal y Olalla Ruiz homenajean a las escritoras a trav¨¦s de distintos pasajes de su vida
Para dar visibilidad a la vida de Emilia Pardo Baz¨¢n en el centenario de su muerte, la ilustradora madrile?a de c¨®mic, Carla Berrocal, presenta La Imprescindible, un retrato en diez actos de la ensayista gallega, cr¨ªtica literaria y autora de Los Pazos de Ulloa, una de sus novelas m¨¢s conocidas. Saldr¨¢ una entrega cada mes hasta diciembre en eme21magazine, la revista ilustrada del ?rea de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento. ¡°Cuando empiezas a documentarte de Pardo Baz¨¢n te das cuenta de que en muchos planos es muy actual, ten¨ªa un concepto bastante abierto de la vida y de c¨®mo entend¨ªa las relaciones¡±, declara Berrocal, sentada en una terraza de la plaza de Santa Ana. Con ella se encuentra Olalla Ruiz, que tambi¨¦n ha contribuido a dar voz en la misma revista a la pensadora Concepci¨®n Arenal con un relato titulado Una alumna con sombrero de copa. Ambas han querido resaltar el legado feminista de estas dos mujeres coet¨¢neas que rompieron con los estereotipos de su ¨¦poca y abrieron las puertas a las generaciones venideras.
Los pasajes de la vida de Pardo Baz¨¢n que ha escogido Berrocal son esos hitos dentro de su biograf¨ªa en los que coinciden los que se han dedicado a estudiar a esta precursora del naturalismo en Espa?a. ¡°Es fundamental la educaci¨®n del padre porque fue un hombre muy adelantado a su tiempo y es el que influye de alguna manera en Emilia y hace que ella se forme, que era una cosa un poco extra?a en mujeres del siglo XIX. Tambi¨¦n est¨¢ el punto de la separaci¨®n de su marido, sus encuentros con L¨¢zaro Galdiano o Benito P¨¦rez Gald¨®s¡±, explica.
Uno de los episodios que m¨¢s le gusta a Berrocal es aquel en el que Pardo Baz¨¢n conoce a Galdiano, que ten¨ªa por aquel entonces 27 a?os, en la Exposici¨®n Universal de Barcelona. Ella rozaba los 38, pero la diferencia de edad no les fren¨® para desaparecer durante tres d¨ªas en Arenys de Mar y vivir un ¡°t¨®rrido romance¡± , a pesar de que la escritora ya ten¨ªa una relaci¨®n con Gald¨®s. ¡°Pero es muy puntual, los dos ten¨ªan claro lo que era y mantuvieron la amistad durante toda su vida. De hecho, Galdiano quer¨ªa mucho a los hijos de Emilia. Esta es una aventura muy importante en la vida de ella¡±, comenta Berrocal.
Aunque hubo cierta rencilla entre las escritoras sobre un premio literario, Pardo Baz¨¢n siempre admir¨® a Concepci¨®n Arenal. ¡°Arenal era muy orgullosa y le sent¨® mal que al ser tan joven Emilia se lo llevara¡±, matiza Olalla Ruiz. Esta ilustradora de Torrijos (Toledo) transforma en un c¨®mic de dos p¨¢ginas una an¨¦cdota muy concreta de la vida de Arenal: cuando se visti¨® de hombre para poder asistir a las clases en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. ¡°Le interesaba mucho el conocimiento y quer¨ªa tener estudios superiores, y la ¨²nica forma que encontr¨® fue esa. Se cort¨® el pelo y pas¨® desapercibida hasta que la pillaron. Ella insisti¨® mucho al rector y ¨¦l le dio una oportunidad a trav¨¦s de un examen que super¨® con creces. La dejaron asistir pero con condiciones muy rocambolescas¡±, detalla.
Concepci¨®n Arenal ten¨ªa que acudir acompa?ada de un hombre, no pod¨ªa ir sola, y adem¨¢s le esperaba el bedel en la puerta para dejarla en una habitaci¨®n. Ah¨ª era recogida por el profesor de turno, que la conduc¨ªa a la clase. Despu¨¦s la sentaban separada del resto de alumnos y no la permit¨ªan relacionarse con nadie. No se le permiti¨® hacer ning¨²n examen y, por supuesto, tampoco le dieron el t¨ªtulo. Tambi¨¦n se vestir¨ªa de hombre para acudir a las tertulias literarias con su marido, en donde las mujeres no eran bien recibidas. De ah¨ª que la educaci¨®n fuese su bandera; la herramienta para conseguir que prosperasen los colectivos marginados.
Ambas escritoras contribuyeron a la igualdad entre hombres y mujeres, cada una a su manera. ¡°Lo que me gusta de Arenal es que era una mujer de acci¨®n. Ten¨ªa un pensamiento social y humanista muy profundo, pero no se quedaba en eso, le gustaba llevarlo a la pr¨¢ctica. Visitaba prisiones y estaba muy interesada en los m¨¢s desfavorecidos, en los pobres, en las mujeres, en los hu¨¦rfanos y quer¨ªa que el estado se implicara en eso¡±, recalca Ru¨ªz sobre esta pionera del Trabajo Social en Espa?a que estaba en tierra de nadie, siendo liberal con ideas cristianas, pero que mantuvo una personalidad propia basada en sus convicciones.
Pardo Baz¨¢n era m¨¢s hedonista, disfrutaba de la buena vida y no se avergonzaba de su posici¨®n de privilegio, que tambi¨¦n us¨® para mostrar la realidad social que maltrataba a las mujeres, opina Berrocal. Pertenecer a una clase social alta le permiti¨® viajar por Europa para formarse y tener mejores oportunidades. ¡°Era muy ambiciosa, por eso quer¨ªa entrar en la RAE y ser la primera socia del Ateneo de Madrid. Arenal, en cambio, era m¨¢s de batalla y guerra¡±, concluye Berrocal.
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