Sara Cano, folcl¨®rica
Los Veranos de la Villa reestrenan ¡®Vengo!¡¯, coreograf¨ªa que, desde nuestro tiempo, se aproxima al folclore nacional
Corren aires del mundo rural por el escenario. La fiesta de la cosecha bailando jotas. La fuerza de las pandereteiras gallegas, mujeres solas del campo que fueron al mismo tiempo madre y padre cuando ellos emigraron. El delicado equilibrio de la mu?eira vella, con ellas bailando con sus panderos en la cabeza. La ruda masculinidad competitiva de los hombres vascos en las danzas del norte. La alegr¨ªa de la jota de la vendimia en Ciudad Real. La tierra olvidada en la ga?anada del folcor toledano¡
¡°De all¨ª vengo¡±, dice con orgullo Sara Cano (Talavera de la Reina, 1979), bailarina y core¨®grafa que ha apostado por el folclore desde su realidad de artista del siglo XXI, en Vengo!, la coreograf¨ªa que estren¨® en el Festival de Teatro de Olite, en 2019, y que sin prisa pero sin pausa ha ido creciendo paulatinamente. Emociona all¨ª donde llega, quiz¨¢ porque no se trata de un collage de danzas populares y tradicionales, sino un recorrido por las emociones y motivaciones de aquellos que, qui¨¦n sabe desde cu¨¢ndo, las han bailado y vivido, mezcladas ahora con las de los 10 j¨®venes bailarines que las reinventan en el escenario.
El Premio Max a la Mejor Coreograf¨ªa aquel a?o y el del Certamen de Danza Espa?ola y Flamenco (compartido) el a?o pasado, han contribuido sin duda a consolidar Vengo!, una creaci¨®n que naci¨® peque?a y se va haciendo grande. El patio enorme de Condeduque la recibe ahora los d¨ªas 30 y 31 de julio, en el c¨¦nit del Festival Los Veranos de la Villa, de Madrid.
El punto de partida, la primera imagen, es la celebraci¨®n. Ellos all¨¢ celebraban la cosecha y la siega, pero yo aqu¨ª pongo la celebraci¨®n a la vidaSara Cano
¡°El punto de partida, la primera imagen, es la celebraci¨®n. Ellos all¨¢ celebraban la cosecha y la siega pero yo aqu¨ª pongo la celebraci¨®n a la vida¡±, dice la creadora de su deslumbrante tapiz folcl¨®rico de nuestro tiempo. ¡°Todo empez¨® escuchando a Coetus interpretando la canci¨®n popular La molinera¡ escucharla me reconect¨® con la fuerza, el arraigo y el chorro de energ¨ªa que tiene el folclore. Me regres¨® a mis or¨ªgenes porque yo empec¨¦ bailando jotas en Toledo muy peque?ita, con cinco a?os. Este apego al folclore lo ten¨ªa dormido, pero latente y decid¨ª entonces que era el momento de hacer algo¡±.
Yo empec¨¦ bailando jotas en Toledo muy peque?ita, con cinco a?os. Este apego al folclore lo ten¨ªa dormido, pero latente y decid¨ª entonces que era el momento de hacer algo
En principio, Sara Cano no viene de una familia de artistas pero hay una leyenda que podr¨ªa vincularla. ¡°Mi abuelo dec¨ªa que mi tatarabuelo aseguraba que ¨¦l era pariente de Pepita Oliva, una famosa bailarina en la l¨ªnea de La Bella Otero¡±, comenta entre incr¨¦dula y divertida.
Bailarlo todo
A los 18 a?os, quiz¨¢ sintiendo que el folclore se le quedaba peque?o, se march¨® Sara Cano de Toledo a Madrid, con ganas de aprender toda la danza posible. La espa?ola y el flamenco, pero tambi¨¦n la contempor¨¢nea. ¡°Empezar tarde cuesta m¨¢s, pero fue lo que me permiti¨® acercarme a todo tipo de danzas, ten¨ªa esta ans¨ªa de meterme en todo lo que pod¨ªa y me asom¨¦ a diferentes universos¡±. Se liber¨® tambi¨¦n la core¨®grafa que siempre tuvo dentro. Sus creaciones, principalmente solos (A palo seco, Sin Tempo, Mujer de pie¡), dibujan un mapa de sus estados de ¨¢nimo en los momentos de cada creaci¨®n.
A m¨ª es que no me sirve el movimiento por el movimiento. Lo respeto, pero yo necesito contar algo
¡°No sabr¨ªa decir por qu¨¦, pero cuando bailo me voy m¨¢s cerca del flamenco, el contempor¨¢neo y, cada vez m¨¢s, lo teatral. Para m¨ª no son t¨¦cnicas, sino herramientas de expresi¨®n, uso todo lo que me sirva para que emerja la emoci¨®n. A m¨ª es que no me sirve el movimiento por el movimiento. Lo respeto, pero yo necesito contar algo¡±.
Cuando se despert¨® en ella este renovado inter¨¦s por retomar aquel folclor que la movi¨® de ni?a, aparecieron otras necesidades. ¡°Supe que no podr¨ªa sola. El folclore es arraigo, pueblo y comunidad, y yo necesitaba crear mi pueblo para hacerlo. Convoqu¨¦ a bailarines que vienen de la danza espa?ola y a otros que vienen del contempor¨¢neo. Tambi¨¦n decid¨ª quedarme fuera sin bailar y descubr¨ª lo precioso que es ver a unos int¨¦rpretes fieles y entregados a tu propuesta. Los ves a ellos pero al mismo tiempo te ves a ti misma¡±.
No da detalles pero admite que los proyectos nuevos en su cabeza seguir¨¢n este sendero del folclore que se despleg¨® en Vengo!, pero que en realidad es la danza m¨¢s arraigada y antigua en su propio cuerpo. ¡°Me gusta hablar de folclore actualizado pero por encima de eso, de personas que celebran la vida en clave de folclore¡±.
Neofolk
Para horror de los que se declaran puristas y benepl¨¢cito de los que no, las danzas populares y tradicionales est¨¢n desvelando un potencial inimaginable para la nueva danza. Kukai y los ¡®dantzaris¡¯ vascos, La nova galega de danza y las tradiciones gallegas o en el terreno internacional Akram Khan y el ¡®kathak¡¯ de La India son buenos ejemplos de reinvenci¨®n de la tradici¨®n desde la mirada contempor¨¢nea, en lo que se ha venido a llamar ¡®neofolk¡¯. ¡°En Vengo! no invento nada extraordinario, ofrezco una visi¨®n global y la idea es que te quedes con la riqueza y posibilidades de nuestro folclor, que no lo veas como algo casposo de los abuelos¡±, asegura Sara Cano, que parece querer huir de cualquier casilla. De hecho, le cuesta definirse a s¨ª misma. ¡°En otro tiempo hubiese dicho que soy bailarina pero hoy dir¨ªa que soy creadora, que me gusta crear mundos. La verdad es que cada vez soy m¨¢s yo y todo lo que ello conlleva¡±, concluye.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.