Esteban ?lvarez: ¡°Los directores de Galicia no saben si darme el p¨¦same¡±
El presidente de Adimad, la asociaci¨®n de directores de secundaria y FP de Madrid, se queja de la falta de di¨¢logo con el Gobierno regional y de su improvisaci¨®n en materia educativa
A Esteban ?lvarez le duele la educaci¨®n madrile?a tanto que se ha propuesto rebatir al Gobierno regional desde dentro del sistema para ganar la ¨²nica batalla que le interesa, la del ¨¦xito de todos los alumnos. Madrile?o, de 60 a?os, lleva 16 como director del instituto Sierra de Guadarrama (Soto del Real) y dos como presidente de Adimad, la Asociaci¨®n de Directores de secundaria y Formaci¨®n Profesional de la regi¨®n que le vio nacer. Viene de la docencia de Geograf¨ªa e Historia, por eso le gusta poner todo en su contexto adecuado, para que se entienda que cuando critica la gesti¨®n de la Comunidad de Madrid lo hace con conocimiento de causa. Lleva dos a?os siendo un dolor de muelas para el consejero de Educaci¨®n, Enrique Ossorio, al que no duda en enmendarle la plana cada vez que lo considera oportuno. ¡°No es una cuesti¨®n ideol¨®gica. Es una cuesti¨®n de gesti¨®n. En Castilla y Le¨®n, Andaluc¨ªa o Galicia, gobernados por el PP, se est¨¢n haciendo las cosas mejor. Para que te hagas una idea, cuando he hablado con compa?eros directores gallegos me han dicho que no sab¨ªan si darme el p¨¦same¡±.
Pregunta. ?Por qu¨¦ parece que le tiene declarada la guerra al consejero? ?l defiende que no hay que regalar los t¨ªtulos ni aprobar a los chicos sin que lo merezcan. ?No est¨¢ de acuerdo?
Respuesta. Lo primero que sorprende a cualquier miembro de la comunidad educativa es el desconocimiento que tiene el consejero de c¨®mo funciona el sistema educativo madrile?o. Sobre todo en cuanto a la repetici¨®n de curso de la que tanto habla o a la titulaci¨®n con alguna materia suspensa. Sorprende el desconocimiento del sistema educativo por parte de sus responsables cuando se habla de la evaluaci¨®n, la repetici¨®n de curso o la titulaci¨®n con alguna materia suspensa. Con la actual ley educativa en Madrid, aprobada por el Gobierno del propio PP, se puede pasar de curso con hasta cuatro o cinco materias suspensas: con dos de forma regular y con otras dos o tres m¨¢s porque hay materias que no cuentan para repetir. Y la titulaci¨®n en 4? de secundaria puede hacerse tambi¨¦n con hasta dos materias suspensas en la actualidad siempre y cuando no sean Lengua y Matem¨¢ticas de forma simult¨¢nea.
P. ?Pero est¨¢ a favor de la denominada cultura del esfuerzo que tanto repite Ossorio?
R. Cuando se habla de la cultura del esfuerzo se hace referencia a la superaci¨®n personal, a la capacidad de respuesta ante la realidad social y laboral. Es decir, al esfuerzo de los dem¨¢s, de los alumnos y de sus familias. Y eso es cierto. Pero quien primero tiene que aplicarse esa cultura del esfuerzo es el propio Gobierno, dedicando los recursos necesarios para desarrollar un sistema educativo m¨¢s justo y eficiente. Porque Madrid, una de las comunidades con mayor riqueza, es una de las que menos porcentaje de esa riqueza dedica a la educaci¨®n.
P. ?Todo se solucionar¨ªa con m¨¢s dinero?
R. Por un lado. La financiaci¨®n es b¨¢sica, para empezar. Pero hace falta tener una pol¨ªtica educativa coherente, que tenga unos objetivos claros, que cuente con todos los agentes del sistema educativo y que persiga sobre todo el ¨¦xito de todos los alumnos, no la excelencia de unos pocos. Es decepcionante ver las medidas que se van a adoptar y tambi¨¦n las que se adoptaron el curso pasado. No tienen unos objetivos claros. Tratan de resolver los problemas sobre la marcha. Si queremos el ¨¦xito de los alumnos, este curso hemos tenido un buen ejemplo. Primero y segundo de la ESO han tenido unas ratios [un n¨²mero de alumnos por aula] de 20 o 23 alumnos. El ¨¦xito educativo de esos alumnos ha sido hist¨®rico. Nunca antes los resultados hab¨ªan sido tan buenos. Eso demuestra lo que todos sabemos: que el n¨²mero de alumnos por aula permite una atenci¨®n personalizada, garantiza que los alumnos puedan seguir un ritmo educativo adecuado y superar el curso. Bien, pues el curso pr¨®ximo volvemos a las ratios de 30 y 35.
P. Pero la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, se ha comprometido a bajarlas.
R. Es decepcionante. La presidenta en enero nos anunci¨® p¨²blicamente que la reducci¨®n del n¨²mero de alumnos que ten¨ªamos hab¨ªa llegado para quedarse. Sin embargo, en el curso pr¨®ximo la reducci¨®n de ratios se va a aplicar al primer curso de infantil, es decir, hasta dentro de ocho a?os no va a llegar a la educaci¨®n secundaria. Al mismo tiempo, la presidenta coment¨® hace unos d¨ªas que la situaci¨®n de la ense?anza en Madrid es un ¡°desastre¡±. Ojal¨¢ sea un lapsus. Porque si no lo es, habr¨ªa que recordar que la gesti¨®n de la educaci¨®n ha estado en manos de los gobiernos del PP durante 25 a?os. No creemos que sea un desastre, pero s¨ª que estos 25 a?os han supuesto un grave deterioro de la educaci¨®n p¨²blica.
P. ?En qu¨¦ considera que Madrid est¨¢ tan mal?
R. La situaci¨®n de Madrid es excepcional no solo en Espa?a sino en Europa. En la UE, la ense?anza p¨²blica supone el 80% del sistema educativo y en pa¨ªses como Alemania, Francia, los pa¨ªses n¨®rdicos, hasta el 89%. En Madrid, el 55%, y en algunas zonas como Madrid capital, el 50% o menos. B¨¦lgica, Malta y el Reino Unido tienen cifras superiores a Madrid. El 70% de los centros concertados son religiosos. Sin embargo, ese 55% de la red p¨²blica escolariza al 85% de alumnos inmigrantes o con necesidades educativas especiales. Es decir, Madrid es uno de los lugares de Europa donde mayor segregaci¨®n se produce, solo superada por alg¨²n pa¨ªs de Europa del Este.
P. El a?o pasado los directores criticaron, incluido usted, a la Comunidad porque planific¨® tarde el inicio de curso. ?Se est¨¢n cometiendo los mismos errores para el pr¨®ximo?
R. S¨ª. Se est¨¢n cometiendo errores muy parecidos. A d¨ªa de hoy, no hay una estrategia de vacunaci¨®n para la poblaci¨®n escolar de 12 a 18 a?os, y la incidencia en este grupo de edad es elevad¨ªsima, mucho m¨¢s que la media. Podemos hablar de 800, 900¡ en algunos momentos ha estado en 1.000 por cada 100.000 habitantes. ?Qu¨¦ va a pasar en septiembre? ?Se va a tener en cuenta eso para adoptar medidas y pasar de un escenario a otro? ?O se va a tener en cuenta la media de todos los grupos de edad? ?Alguien ha pensado que en septiembre vamos a tener en algunos centros a 800 o 900 alumnos con mascarilla, sin apenas poder evitar aglomeraciones en los pasillos o los ba?os, sin guardar la distancia de seguridad, salvo en algunos casos y algunas aulas? ?Qu¨¦ medidas se van a tomar? ?Se va a vacunar como ocurri¨® con la meningitis en los centros? No sabemos. ?Se va a modificar el inicio de curso a finales de agosto como el a?o pasado? No sabemos. ?Qu¨¦ planes tiene la consejer¨ªa en caso de que la incidencia contin¨²e tan alta? ?Pasar a la semipresencialidad? ?Mantener a 30 alumnos de primero y segundo de la ESO en las aulas? No lo sabemos. La falta de previsi¨®n que ya ocurri¨® el a?o pasado parece que se repite. Y cuando esto se plantea p¨²blicamente parece que estamos actuando de agoreros.
P. El a?o pasado hubo una huelga del profesorado y el consejero y la presidenta la achacaron a que estaba organizada por un grupo de sindicalistas, radicales de izquierda. Sin embargo, los directores no pertenec¨¦is a ese grupo y ten¨ªais las mismas quejas. ?Se sienten parte de una sociedad antisistema que se queja por nada?
R. Nosotros como directores somos parte de la administraci¨®n educativa y gestionamos centros p¨²blicos y tenemos a las familias y los alumnos en el d¨ªa a d¨ªa en nuestros centros. Tambi¨¦n trabajamos con el profesorado y somos los primeros interesados en que esto funcione y funcione bien. Las propuestas que hacemos, como la reducci¨®n de ratios, la gesti¨®n de los centros, sistemas inform¨¢ticas con plataformas educativas¡ son siempre constructivas. Cuando decimos que algo no funciona adecuadamente o cuando decimos que algo puede mejorar, proponemos las alternativas para que eso se pueda hacer. Nosotros lamentamos profundamente desde hace ya unos cuantos a?os la falta de di¨¢logo. Y te vuelvo a poner un ejemplo concreto: Castilla y Le¨®n, una comunidad gobernada por el mismo partido pol¨ªtico que en Madrid. All¨ª se lleg¨® a un acuerdo hace dos meses, con todos los agentes sociales, directores, profesores, familias, todos, para reducir el n¨²mero de alumnos por aula a 23 en todos los niveles y garantizar as¨ª las cuestiones b¨¢sicas para el curso pr¨®ximo: la presencialidad y la seguridad sanitaria de los alumnos.
P. ?Por qu¨¦ en Madrid no son capaces de sentarse y llegar a acuerdos de ese tipo?
R. En Madrid hemos sido informados de las medidas que se han tomado por medio de una rueda de prensa, sin que podamos plantear alguna pregunta. No hemos tenido ocasi¨®n ni siquiera de hacer nuestras propuestas. Hay dos cuestiones aqu¨ª, la primera es que no es tanto de partidos pol¨ªticos como de gestores educativos. Y la segunda, en Madrid no se nos dan la oportunidad de presentar alternativas. No hay di¨¢logo. Las medidas son unilaterales. Y hablamos de Castilla y Le¨®n pero tambi¨¦n podemos hablar de Andaluc¨ªa. All¨ª el curso pasado el n¨²mero de profesores de refuerzo en un centro de 800 alumnos fue de unos ocho profesores que se mantuvieron durante todo el curso. En Madrid fueron dos y estuvieron solo hasta diciembre. Y son dos comunidades aut¨®nomas gobernadas por el mismo partido.
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