La Comunidad de Madrid: cada vez m¨¢s perif¨¦rica, dispersa y con m¨¢s coches
La capital ha pasado de contener el 57% de la poblaci¨®n regional en 1996, a raspar el 49% en 2020, mientras que las ¨¢reas metropolitanas no han dejado de crecer
La Comunidad de Madrid es cada vez menos Madrid. As¨ª lo confirman los datos de poblaci¨®n por municipios de la regi¨®n del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). La capital de Espa?a ha pasado de concentrar al 57% de la poblaci¨®n de la comunidad en 1996 a apenas el 49,2% en 2020. ?Significa esto que Madrid ciudad ha perdido poblaci¨®n? No, de hecho, ha ganado un 16% en ese periodo, pero su peso proporcional, con respecto al resto de ciudades y pueblos de la comunidad, ha ca¨ªdo considerablemente. Seg¨²n los expertos consultados, este desplazamiento demogr¨¢fico tendr¨ªa su origen en el boom inmobiliario y el precio del suelo, al mismo tiempo que ha tenido un efecto potenciador del uso del coche en detrimento del transporte p¨²blico.
La ¡°expulsi¨®n¡± del centro a la periferia
La explosi¨®n demogr¨¢fica de las ¨¢reas metropolitanas madrile?as es un fen¨®meno que se remonta a los a?os sesenta, cuando municipios como M¨®stoles, Legan¨¦s, Alcorc¨®n o Fuenlabrada se poblaron con cientos de miles de personas que emigraban del campo a la ciudad en busca de unas mejores condiciones de vida. Sin embargo, el empuj¨®n demogr¨¢fico que se da desde principios de este siglo ha relegado a esa primera franja de municipios a un segundo plano, seg¨²n Antonio Giraldo, ge¨®grafo y urbanista. ¡°Es una segunda ronda de crecimiento metropolitano. La onda expansiva de la primera ola va incluso m¨¢s lejos, cuando ya crecieron esas zonas, se encareci¨® el suelo, por lo que la poblaci¨®n la han recogido otros municipios¡±, explica Giraldo.
Como las ondas que se forman en el agua al caer una piedra, desde Madrid hacia el exterior, los nuevos pobladores llegaron primero a los distritos perif¨¦ricos de la capital (Vallecas, Carabanchel, Moratalaz, ...) y despu¨¦s a los municipios del cintur¨®n industrial entre los sesenta y ochenta. A principios de este siglo, y al calor de las grandes promociones urban¨ªsticas, una nueva onda fue m¨¢s all¨¢. As¨ª se poblaron Parla, Arroyomolinos, Rivas o Valdemoro, en una oleada que deton¨® con el boom inmobiliario.
Desde los primeros a?os de la d¨¦cada del 2000, la especulaci¨®n inmobiliaria hizo escalar los precios por metro cuadrado a unos niveles nunca vistos en la ciudad de Madrid, un piso de 60 metros cuadrados costaba, de media, 200.000 euros, mientras que un chalet adosado con piscina en Arroyomolinos, de 100 metros, pod¨ªa adquirirse por 175.000, aproximadamente. Aunque los precios han variado, un informe del Banco de Espa?a hecho p¨²blico este agosto apunta a que el costo de la vida en ciudades como Madrid y Barcelona es un 20% m¨¢s caro que en el resto del pa¨ªs, en buena medida por el gasto que supone la vivienda para los hogares.
Pedro Torrijos, arquitecto, escritor y divulgador cultural, no duda en calificar de ¡°expulsi¨®n¡± este fen¨®meno: ¡°La enorme subida de precios que se produce desde 2002 a 2008, expulsa a los nuevos compradores hacia las periferias. Ya no es hablar de Legan¨¦s o Coslada, sino de Mejorada del campo, Morata de Taju?a, Aranjuez o Ciempozuelos.¡±. Y a?ade: ¡°Ese crecimiento de la poblaci¨®n no lo pueden absorber los centros porque la burbuja inmobiliaria hace imposible que la gente pueda vivir bien¡±.
El perfil predominante entre los nuevos compradores era el de una familia que aspiraba a comprarse una casa con jard¨ªn o con piscina, seg¨²n Giraldo: ¡°Eran familias j¨®venes que quer¨ªan independizarse y tener hijos, y en parte [mudarse fuera de Madrid] era la manera de posibilitarlo mucho m¨¢s f¨¢cilmente, era complicado desarrollar una familia en Chamber¨ª¡±, explica el urbanista.
Muchos nuevos compradores tuvieron que endeudarse, un hecho que despu¨¦s, cuando estall¨® la crisis econ¨®mica, hizo que la vida de muchas familias se viniera abajo. En Madrid, el endeudamiento fue notorio: de los 50 municipios espa?oles con m¨¢s porcentaje de hipotecas en 2011, 13 estaban en la Comunidad de Madrid, seg¨²n el INE. Arroyomolinos, Rivas, Valdemoro, Ciempozuelos, eran algunos de ellos. Los 13 superaban el 50% de viviendas hipotecadas sobre el total. Pero Arroyomolinos capitaneaba la lista a nivel nacional, con el 79,83%.
La ciudad dispersa
Que Arroyomolinos fuera la localidad con mayor n¨²mero de hipotecas en 2011 no es de extra?ar. El municipio recibi¨® el ladrillo y las leyes que liberalizaron el suelo de finales de los noventa con los brazos abiertos. El municipio apuntaba maneras desde 1986, como recogi¨® entonces este diario en un reportaje de 1986. Pas¨® de tener 2.709 habitantes en 1996 a 16.207 en 2010 y 32.935 en 2020. Un pueblo peque?o pas¨® a ser ciudad a golpe de ladrillo en apenas 20 a?os.
Los tipos de viviendas que se promovieron en estos a?os fueron dos: el chal¨¦ unifamiliar y el bloque de viviendas con espacios comunes privados, normalmente con zonas verdes o piscina. La inversi¨®n fue muy suculenta a ojos de los nuevos compradores. ¡°La persona que se iba a estos lugares era alguien que quer¨ªa invertir un dinero en algo que le reportara mejor calidad que la que pudiera tener con un piso en el centro de Madrid. Buscaban un jard¨ªn, un incremento en su nivel de vida¡±, explica Giraldo.
El caso de Arroyomolinos, aunque es el m¨¢s llamativo, no es el ¨²nico. Los 13 municipios que m¨¢s han crecido desde 1996 ese a?o apenas sumaban 19.510 habitantes entre todos. Sin embargo, en 2020, esas mismas localidades sumaban 118.145 empadronamientos (un 606%), alrededor de 4.000 m¨¢s que en el distrito de Villa de Vallecas en 2021.
En muchos casos los desarrollos fueron tan extensivos y vertiginosos que pr¨¢cticamente reconfiguraron el trazado urbano de muchas poblaciones. En Arroyomolinos, el chal¨¦ domin¨® sobre el bloque de viviendas, lo que hizo crecer tanto la extensi¨®n del municipio que duplic¨® varias veces su tama?o original.
Una movilidad m¨¢s contaminante
La construcci¨®n, sin embargo, no solamente trajo consigo la edificaci¨®n de viviendas, tambi¨¦n se crearon grandes v¨ªas de comunicaci¨®n, como las radiales, que permit¨ªan conectar r¨¢pidamente las nuevas urbanizaciones con el centro de Madrid. ¡°Puedes irte a 30 kil¨®metros que vas a tener una radial y est¨¢s en el centro de Madrid en 30 minutos¡±, comenta Giraldo.
El transporte p¨²blico no llegaba o lo hac¨ªa con dificultad a las nuevas ¨¢reas urbanizadas, por lo que el veh¨ªculo privado pis¨® el acelerador. Las Encuestas Diarias de Movilidad (EDM), los estudios que realiza la Comunidad de Madrid para analizar los medios de transportes m¨¢s utilizados por los madrile?os, apuntan en ese sentido. Aparte de se?alar el desplazamiento demogr¨¢fico hacia las periferias y ¨¢reas metropolitanas, hay dos datos que muestran el uso del transporte privado: el reparto modal y el ¨ªndice de motorizaci¨®n.
El reparto modal indica el porcentaje de uso de cada medio de transporte en la comunidad, y el ¨ªndice de motorizaci¨®n el n¨²mero de veh¨ªculos por cada 1.000 habitantes. En las encuestas realizadas de 1996 hasta 2018, el reparto modal indica, de media, que el transporte p¨²blico pierde peso en beneficio del veh¨ªculo privado. La EDM 2018 se?ala expresamente el desplazamiento demogr¨¢fico a las ¨¢reas m¨¢s alejadas de Madrid como una de las causas de esta evoluci¨®n. Al mismo comp¨¢s avanza el n¨²mero de coches.
Las emisiones de gases contaminantes ya se disparaban con frecuencia en 2008, lo que no es extra?o, ya que de todos los veh¨ªculos matriculados en la Comunidad de Madrid en 2018, el 98,1% usaban motores di¨¦sel, seg¨²n la encuesta de ese a?o.
Cristina L¨®pez es urbanista y forma parte del observatorio espa?ol de movilidad metropolitana. Para L¨®pez, los movimientos demogr¨¢ficos son una constante que fluct¨²a en el tiempo, y cree que la necesidad del desplazamiento servir¨¢ esta vez como catalizador para volver a concentrar la poblaci¨®n: ¡°Con los atascos y la congesti¨®n, la gente quiere volver [a los centros urbanos grandes] por calidad de vida, no quieren dedicar dos horas de su vida a desplazarse¡±. Sin embargo, aunque en la EDM de 2018 el uso del transporte p¨²blico eran ¡°muy equilibrado¡±, seg¨²n L¨®pez, la pandemia lo ha echado por tierra: ¡°El miedo al contagio ha tenido un impacto muy negativo en el uso [del transporte p¨²blico], a pesar de las medidas de limpieza¡±. Y concluye: ¡°La gente ha recurrido a los modos individuales, se han movido menos, o han optado por volver al coche¡±.
Los efectos desconocidos de la pandemia
El confinamiento que se vivi¨® en Espa?a los meses de marzo y abril de 2020 puso de manifiesto la importancia de la calidad de la vivienda. No era lo mismo pasar el encierro en un piso de 50 metros cuadrados en Madrid que en una casa con jard¨ªn en Moralzarzal, un pueblo de la sierra de Madrid.
Las b¨²squedas de casas alejadas de los centros urbanos o en entornos rurales aumentaron. ¡°Yo creo que se ha aprendido a valorar aspectos que antes no se valoraban tanto. Espacios abiertos, jardines, terrazas, alg¨²n elemento que quiz¨¢s s¨ª pueda modificar el mercado inmobiliario¡±, dice Giraldo. Sin embargo, el experto cree que es pronto para poder afirmar que vaya a ser una situaci¨®n que se mantenga en el tiempo. ¡°Creo que todav¨ªa no tenemos datos suficientes para saber si la tendencia es coyuntural o definitiva¡±.
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