El ¨¦xodo inmobiliario que viene tras el virus: de la ciudad al campo
El teletrabajo y el miedo a otro confinamiento impulsan la b¨²squeda de casas m¨¢s grandes lejos de los centros urbanos o en ¨¢reas rurales
El tel¨¦fono de algunos intermediarios inmobiliarios suena en estos d¨ªas tan adversos con una petici¨®n: poner kil¨®metros de por medio para ganar metros cuadrados y calidad de vida. La idea de un confinamiento intermitente y, sobre todo, la implantaci¨®n del teletrabajo en Espa?a que, en muchas empresas ha llegado para quedarse, han dado un empuj¨®n a la deslocalizaci¨®n residencial. Los urbanitas a la fuerza se rebelan. La crisis del coronavirus ha sido el ¨²ltimo empuj¨®n que necesitaban estos propietarios para pensar en abandonar su piso en la gran ciudad y mudarse a un municipio m¨¢s peque?o, o incluso a un pueblo, donde poder adquirir una vivienda mejor.
No ser¨¢ de hoy para ma?ana y tampoco ser¨¢ masiva porque no todos los trabajos pueden deslocalizarse, pero sin pretenderlo ¡°el virus ha acelerado un proceso inevitable durante la pr¨®xima d¨¦cada en Espa?a¡±, advierte Carles Vergara, profesor del IESE, quien reside a 35 kil¨®metros de su centro de trabajo, ubicado en Barcelona, gracias a una flexibilidad laboral que ahora da un paso m¨¢s.
¡°Durante mucho tiempo los l¨ªmites geogr¨¢ficos los marcaba la distancia al puesto de trabajo. El desarrollo del teletrabajo permite romper esta l¨®gica espacial. Hoy, se ha demostrado que son muchas (pero tampoco todas) las ocupaciones que pueden desarrollar sus tareas desde cualquier lugar con conexi¨®n a Internet¡±, argumenta Mariano Urraco, doctor en Sociolog¨ªa y profesor en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).
Ahora bien, el soci¨®logo deja claro que el impulso de la desconcentraci¨®n urbana en Espa?a va a depender de la estabilidad que se tenga en el empleo. ¡°De poco sirve comprar una casa en la sierra porque en un momento concreto se est¨¢ teletrabajando si al a?o siguiente tienes que volver a trabajar en el centro de la ciudad, a m¨¢s de una hora de trayecto de tu flamante nueva residencia deslocalizada¡±, precisa Urraco, cuya vivienda dista 200 kil¨®metros de su lugar de trabajo. Y del tipo de empleo: ¡°Est¨¢ asociada a sectores de alto valor a?adido¡±, apunta Joaqu¨ªn Reca?o, profesor titular del Departamento de Geograf¨ªa de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona.
De momento, las b¨²squedas de fincas r¨²sticas de enero a abril se han incrementado en un 46% en el portal Fotocasa; los chal¨¦s, un 36% y las casas adosadas, un 24%. La inmobiliaria Servihabitat da cuenta de un incremento de las b¨²squedas en las provincias lim¨ªtrofes a Madrid: 100% en el caso de Guadalajara y 240% en Segovia.
¡°Un 80% de las peticiones que estamos recibiendo son de clientes que quieren salir de las ciudades en las que operamos, Madrid, Barcelona y M¨¢laga, y trasladarse a las primeras coronas, donde los precios son entre un 15% y un 20% m¨¢s bajos¡±, comenta Enric Jim¨¦nez, fundador y director general de Property Buyers by SomRIE. Cuanto m¨¢s lejos, m¨¢s barato es el coste del metro cuadrado. Esto es as¨ª de momento, porque es m¨¢s que previsible que el precio de estas casas de las afueras no tarde en subir. ¡°Son m¨¢s deseables que nunca despu¨¦s del trauma del coronovirus¡±, razona Urraco.
Algunos propietarios ni siquiera se conforman con el extrarradio. Durante el confinamiento ha aumentado la demanda de casas en pueblos y aldeas que cuentan con acceso a Internet. ¡°Hasta ahora lo importante era tener buenas comunicaciones y hoy los m¨¢s importante es tener buenas telecomunicaciones. Va a ser un importante empuj¨®n para la Espa?a vaciada¡±, opina Jes¨²s Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Y puestos a alejarse, qu¨¦ m¨¢s da 20 kil¨®metros que 200. Guillermo Mel¨¦ndez, un empleado de 40 a?os de la Bolsa de Madrid (BME) ha decidido dar un triple salto mortal con su familia. Vive en un piso en la ciudad de Guadalajara y hasta el estado de alarma iba cada d¨ªa en su coche a trabajar al centro de la capital madrile?a. La idea le rondaba ya, pero ahora est¨¢ seguro de poner m¨¢s kil¨®metros de por medio. Carmelo Ant¨®n, de la agencia R¨²sticas Singulares, busca para ¨¦l una casa en un pueblo de la provincia castellano-machega con un gran jard¨ªn. ¡°Por un piso de 200.000 euros en Guadalajara puedes tener una casa con 4.000 metros de jard¨ªn a 30 o 50 kil¨®metros¡±, cuenta Guillermo que, como tantos otros trabajadores, cree que su empresa pondr¨¢ facilidades para el teletrabajo de cara a la ¡°nueva normalidad¡±.
Adem¨¢s de espacio y jard¨ªn, lo que m¨¢s importa a este perfil de cliente es el acceso a Internet. ¡°La mayor¨ªa de municipios lo tienen y para las casas aisladas en el campo hay empresas que facilitan conexi¨®n v¨ªa sat¨¦lite¡±, cuenta Ant¨®n. Su principal cliente es un profesional liberal de 40 a 45 a?os (abogados, publicitarios, pilotos¡). Aunque tambi¨¦n hay gente en situaci¨®n precaria que busca casas rurales con licencia y en funcionamiento para explotarlas y comenzar una nueva vida.
Reservas en aldeas
Nada menos que diez casas en aldeas y pueblos espa?oles ha reservado Elvira Fafian, de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas, durante el estado de alarma. ¡°Es gente a la que le ha entrado mucha prisa, que quieren hacer un cambio inmediato, que saben que es ahora o nunca. Como no pueden visitar las casas porque no pueden desplazarse a otra provincia, las han reservado¡±, cuenta. Todos se han decantado por localizaciones rurales apartadas de n¨²cleos habitados. ¡°Tenemos un perito agr¨®nomo de Valencia que ha reservado una casa en una aldea de Asturias¡±. Las viviendas demandadas son grandes y se mueven en torno a 160.000 euros.
Un perfil bien distinto es el que recurre a la agencia Cavalier. ¡°Todos los d¨ªas recibimos consultas de clientes que residen en el centro de Madrid interes¨¢ndose por viviendas independientes a no m¨¢s de 40 minutos, en la sierra. Es una tendencia que desde el inicio de la crisis se ha multiplicado exponencialmente¡±, comenta Jos¨¦ Mar¨ªa Raya, de Cavalier Real Estate. Se trata de profesionales y empresarios de renta media y alta que teletrabajan y buscan vivir con sus familias en poblaciones como Los Molinos, Cercedilla y Guadarrama.
Por esto, la previsible mayor deslocalizaci¨®n residencial no saldr¨¢ gratis. Los soci¨®logos creen que esta crisis agrandar¨¢ las diferencias sociales. ¡°Habr¨¢ una divisi¨®n entre la ¨¦lite que pueda deslocalizarse residencialmente y teletrabajar, con estabilidad y confianza en que su empleo se mantendr¨¢ en el tiempo y aquellos otros que, incluso compartiendo ese sue?o, no pueden dar el salto a una residencia que puede resultar demasiado alejada de futuros puestos de trabajo¡±, apunta Mariano Urraco. Los ¨²ltimos ¡°deber¨¢n reconducir sus preferencias hacia ofertas m¨¢s asequibles que deber¨¢n estar bien conectadas con los centros de actividad, probablemente manzanas degradadas del centro urbano y periurbano¡±, comenta Luis Camarero, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la UNED.
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