Un aparcamiento log¨ªstico para el nuevo Bernab¨¦u
La catedral blanca alojar¨¢ 1.600 plazas rotativas para coches, una plataforma de movilidad compartida y un centro subterr¨¢neo de distribuci¨®n mercantil
Nada en el nuevo estadio Bernab¨¦u puede calificarse de modesto. La pol¨ªtica triunfalista del Real Madrid residir¨¢ en una construcci¨®n tan gal¨¢ctica como su tridente mediocampista durante el primer mandato de Florentino P¨¦rez. Cubierta retr¨¢ctil, piel de acero y asimetr¨ªas nada casuales que le confieren un aspecto espacial a la altura de su presupuesto ejecutorio: 520 millones de euros. A esta cifra habr¨ªa que sumarle adem¨¢s los 36 millones del ¨²ltimo elemento, un aparcamiento subterr¨¢neo que flanquear¨¢ la catedral bajo el paseo de la Castellana y la calle del Padre Dami¨¢n. Contar¨¢ con 1.600 plazas rotativas para coches, una plataforma de movilidad compartida y un centro subterr¨¢neo de distribuci¨®n mercantil.
El brazo de la Castellana ser¨¢ m¨¢s extenso, con 35.600 metros cuadrados de superficie repartida en cuatro niveles. Los ¨²ltimos acoger¨¢n tres de cada cuatro aparcamientos y una zona de recarga para veh¨ªculos el¨¦ctricos. Se acomodar¨¢ en la entreplanta un espacio para el transporte compartido de emisiones cero, con un centenar de autom¨®viles, 23 motos y 96 bicicletas. En cuanto al lado opuesto, el del Padre Dami¨¢n, medir¨¢ 26.300 metros y se dotar¨¢ con accesos bajo rasante a los centros escolares m¨¢s cercanos. Habr¨¢ all¨ª una zona de kiss & drive, donde el alumno aguardar¨¢ a sus mayores lejos del tr¨¢fico rodado. Al otro lado de una cristalera, deben alargarse 12 d¨¢rsenas para autobuses de la Empresa Municipal del Transporte (EMT). Un centro de distribuci¨®n de ¨²ltima milla, por su parte, ocupar¨¢ el tercer s¨®tano.
Este ¨²ltimo espacio busca aliviar las molestias relacionadas con el reparto a domicilio. Liberando as¨ª espacio urbano de semejante imposici¨®n y mejorando unas emisiones contaminantes que la consultora Deloitte, encargada de valorar la viabilidad del aparcamiento, atribuye al reparto de mercanc¨ªas en un 25%. De acuerdo con su informe, Madrid ofrece 8.000 plazas de carga y descarga, una cantidad muy inferior a la demanda, sobre todo durante el horario de ma?ana. Este d¨¦ficit provoca estacionamientos en doble fila, congesti¨®n del tr¨¢fico y una poluci¨®n que se reducir¨ªa con la bajada de viajes. Esta firma eval¨²a tambi¨¦n las conexiones para bater¨ªa y su pertinencia. Considera que estos permitir¨¢n ¡°acelerar la migraci¨®n de flota de veh¨ªculos de combusti¨®n hacia veh¨ªculos el¨¦ctricos¡±.
Pertinente viaje en una zona que acumula malos datos de contaminaci¨®n. El medidor de la avenida de Ram¨®n y Cajal con Pr¨ªncipe de Vergara arroj¨® el a?o pasado el cuarto nivel medio de di¨®xido de nitr¨®geno m¨¢s alto. Una posici¨®n que antes de la pandemia lleg¨® a subir hasta dos escalafones y que Juan B¨¢rcena, activista de Ecologistas en acci¨®n, relaciona con los grandes eventos futbol¨ªsticos. ¡°Hemos podido observar que esta clase de partidos masivos, donde pueden congregarse m¨¢s de 6.000 personas, coinciden en horario con los indicadores m¨¢s altos de la semana en esta estaci¨®n. Parece obvio que muchos aficionados se mueven en transporte privado y eso incrementa los gases t¨®xicos. En una idea p¨¦sima establecer aparcamientos en zonas que sufren esta clase de tensiones. Crear¨¢ un efecto llamada¡±, sostiene el vir¨®logo.
El club, por el contrario, sostiene que esta nueva infraestructura acabar¨¢ con una imagen tradicional en los d¨ªas de partido: la larga fila india de autobuses pe?istas que invaden Concha Espina hasta el final de la competici¨®n. La mayor¨ªa aparcar¨ªan ahora en los subterr¨¢neos, donde tampoco cabr¨¢n todos, por lo que el Real Madrid prev¨¦ desviarlos hacia Valdebebas una vez descarguen a los hinchas. Algo parecido suceder¨¢ con los turoperadores, muy dados a estacionar junto al estadio, generando interrupciones y problemas de contaminaci¨®n ac¨²stica. Las plazas de turismos, por su parte, se regir¨¢n por las mismas tarifas horarias que el resto de estacionamientos p¨²blicos. Madrid tiene en su haber 55 lugares de este tipo, pero solo 11 se gestionan ¨ªntegramente desde la EMT. El resto opera mediante contratos de concesi¨®n como el que estar¨¢ vigente en el Bernab¨¦u.
El titular de Medio Ambiente Borja Carabante aclara que esta no es una iniciativa municipal, sino del Real Madrid, que sufragar¨¢ el total de gastos y explotar¨¢ a cambio las instalaciones. Una actuaci¨®n que est¨¢ lejos de ser filantr¨®pica. La monograf¨ªa de Deloitte calcula que el club habr¨¢ recuperado su inversi¨®n inicial en 15 a?os, cuando la concesi¨®n alcanza las tres d¨¦cadas, lo que asegura una rentabilidad satisfactoria. ¡°El Bernab¨¦u es uno de los pocos estadios importantes del mundo que se encuentra en una gran avenida como la Castellana y, sin embargo, nunca llega a producir en ella problemas graves¡±, subraya el concejal. ¡°Eso es porque el transporte p¨²blico sigue siendo la mejor forma de llegar hasta all¨ª, algo que no cambiar¨¢ con el parquin¡±, prosigue. Lo que s¨ª alterar¨¢n los trabajos, previstos para este mismo a?o, es el carril bici de enfrente.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.