La torre de Oiza merece una plaza
La nueva edificaci¨®n que el Corte Ingl¨¦s levante junto al coloso deber¨ªa retranquearse desde el Paseo de la Castellana, procurando un necesario espacio p¨²blico de relaci¨®n con la ciudad
El 15 de enero de 2019, la Comunidad de Madrid declar¨® Bien de Inter¨¦s Cultural, en la categor¨ªa de Monumento, la torre del paseo de la Castellana n¨²mero 81, antigua sede del Banco de Bilbao, obra que el arquitecto y maestro Francisco S¨¢enz de Oiza proyect¨® y construy¨® (1972-1981) tras ganar un concurso.
Su localizaci¨®n destacada en el gran eje de la Castellana le asegura una presencia en el paisaje urbano madrile?o como hito arquitect¨®nico de primer orden. Su visibilidad lejana como referencia urbana es incuestionable. Pero, ?qu¨¦ ocurre con su entorno inmediato y su relaci¨®n m¨¢s cercana con la ciudad?
Una de las peculiaridades del edificio es su primigenia implantaci¨®n en el terreno. Sin posibilidad de espacio exterior adecuado, la torre se hunde, rode¨¢ndose de una especie de patio ingl¨¦s desconectado de la ciudad.
Aunque en su momento el dise?o de Azca no contemplaba, obviamente, la construcci¨®n de un BIC en ese emplazamiento, aparecido este, la ciudad debe de reaccionar y dar respuesta adecuada. A¨²n estamos a tiempo.
Si la propia declaraci¨®n de un edificio como BIC conlleva la protecci¨®n de su entorno, a esta obligaci¨®n legal proponemos sumarle un pensamiento arquitect¨®nico que otro maestro, Alejandro de la Sota, nos dej¨®: ¡°Proteger el patrimonio no solo con ordenanzas, sino con sensibilidad¡±.
Es necesario conseguir un espacio urbano que permita una relaci¨®n pr¨®xima adecuada entre la torre BIC y la ciudad, hoy inexistente. No podemos dejar de pensar en el magn¨ªfico ejemplo que en este sentido dej¨® Ludwig Mies van der Rohe en Manhattan. En 1958, proyect¨® y construy¨® el edificio Seagram, retranque¨¢ndolo sabiamente de la alineaci¨®n de la calle, para obtener delante un espacio urbano de relaci¨®n con gran calidad.
El solar situado al sur de la torre, en la esquina de Azca y la Castellana, aunque en proyecto, est¨¢ todav¨ªa sin construir. Pertenece a El Corte Ingl¨¦s, que levantar¨¢ un inmueble de oficinas que deber¨ªa retranquearse desde el Paseo de la Castellana lo necesario para dejar libre todo el desarrollo de la fachada sur de la torre, procurando as¨ª la creaci¨®n de ese necesario espacio p¨²blico de relaci¨®n. Justa cortes¨ªa de la ciudad hacia la torre BIC.
Ganar¨¢ el nuevo edificio. Ganar¨¢ la torre. Ganar¨¢ la ciudad. Ganaremos todos. Para ello quiz¨¢ haga falta, con rapidez, alg¨²n cambio normativo en el planeamiento actual que, en este caso, solo el Ayuntamiento de Madrid y el propietario del solar podr¨ªan acordar. Intuir, pensar, desear ese espacio es cuesti¨®n de sensibilidades. Conseguirlo, cuesti¨®n de voluntades.
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