Viaje a las ra¨ªces de la historia mexicana
La exposici¨®n ¡®Ra¨ªz y Rizoma¡¯ representa el legado del pa¨ªs latinoamericano a trav¨¦s de la mirada de 12 artistas contempor¨¢neos, quienes indagan en la memoria personal y colectiva de la regi¨®n
¡°La tensi¨®n volvi¨® a las calles de Brasil¡±. ¡°Matan a otro profesor en Acapulco¡±. ¡°Doce muertos en un atentado en la revista Charlie Hebdo en Par¨ªs¡±. Son algunos de los titulares que se publicaron en varios peri¨®dicos mexicanos en 2015, y que Maril¨¢ Dardot escribe con agua en un muro de hormig¨®n durante una acci¨®n art¨ªstica grabada en v¨ªdeo. El calor abrasador de la costa de Oaxaca hace que las palabras desaparezcan casi inmediatamente, incluso antes de que Dardot consiga componer la frase completa: una met¨¢fora sobre lo ef¨ªmero de las noticias, cuyos titulares vuelven c¨ªclicamente como la historia, condenada a repetirse hasta el infinito. La Fundaci¨®n Casa de M¨¦xico presenta la exposici¨®n Ra¨ªz y Rizoma, un viaje por la historia y el legado de M¨¦xico a trav¨¦s de las obras de la colecci¨®n Otazu.
Con acciones art¨ªsticas en v¨ªdeo, escultura, textil y fotograf¨ªa, 12 artistas de la escena contempor¨¢nea latinoamericana exploran la tensi¨®n entre memoria colectiva ¡ªtambi¨¦n concebida como entidad nacional¡ª e individual. Sof¨ªa Mariscal, comisaria de la exposici¨®n, considera que no existe un solo M¨¦xico: ¡°No es un universo jerarquizado, y por esto es tan importante que no todos los artistas sean mexicanos. Queremos transmitir una idea m¨¢s amplia de lo que es nuestra cultura en la actualidad, sin olvidar nuestros or¨ªgenes¡±.
El chileno Carlos Arias encontr¨® sus ra¨ªces en la intensidad de Arias, la f¨®rmula que sirve para determinar el riesgo s¨ªsmico en todo el mundo y que desarroll¨® su padre, quien fue uno de los cient¨ªficos m¨¢s trascendentales de Am¨¦rica Latina. Paisajes con c¨¢ncer naci¨® como un homenaje a su padre, pero tambi¨¦n como una forma de sanar el conflicto interior provocado por la ausencia del progenitor. Arias, que se form¨® art¨ªsticamente como pintor y est¨¢ acostumbrado a trabajar con las manualidades, tard¨® cuatro meses para bordar el esquema de la f¨®rmula cient¨ªfica en la tela negra, que al mismo tiempo asume la apariencia de una silueta humana. ¡°El acto de bordar me permite tener el tiempo de reflexionar, ralentizar y aprovechar de todas las capacidades de los materiales con los que trabajo¡±, explica el artista que, aparte de su padre, ha querido mostrar su admiraci¨®n al trabajo artesanal, fundamentalmente realizado por mujeres.
Sigue la misma l¨ªnea la acci¨®n perform¨¢tica que H¨¦ctor Zamora realiz¨® en la Bodega Otazu antes de la pandemia. Para Movimientos emisores de existencia se inspir¨® en la imagen ic¨®nica de las mujeres que recorren kil¨®metros de caminos para conseguir agua, muy representativa de los territorios m¨¢s profundos de Latinoam¨¦rica y ?frica. Coloc¨® 900 vajillas de barro no cocidas en el suelo y dej¨® que las trabajadoras en la bodega caminaran libremente entre ellas, aplast¨¢ndolas y deform¨¢ndolas, con el fin de reivindicar la labor de las mujeres, que la historia ha infravalorado. ¡°Mientras participaban en esta acci¨®n se empoderaban, se convert¨ªan en las verdaderas protagonistas de las noches¡±, recuerda Zamora. En Casa de M¨¦xico se puede observar el resultado de esta acci¨®n art¨ªstica: unas vajillas instaladas en el suelo ¡ªque han asumido unas formas vaginales, un resultado que el artista asegura que fue absolutamente involuntario, aunque fue la confirmaci¨®n de que su experimentaci¨®n iba por el buen camino¡ª y la proyecci¨®n de Movimientos emisores de existencia que realiz¨® con esas mujeres.
Patrimonio colectivo
Para preservar la memoria colectiva, la artista Ximena Labra decidi¨® crear calcos de grafitos gigantes que reproducen el tama?o original de los tomos que se encontraban en la biblioteca de la casa de Miguel ?ngel Gallardo, en San Salvador, quien consigui¨® juntar la colecci¨®n privada m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica. Durante dos fuertes terremotos de 2001, la casa donde se custodiaban m¨¢s de 55.000 vol¨²menes sufri¨® graves da?os, y los libros fueron rescatados y trasladados al Palacio Nacional de la capital salvadore?a. Con Biblioteca fantasma, Labra reproduce idealmente, y f¨ªsicamente, uno de los pasillos del para¨ªso cultural que era la casa Gallardo, duplicando las estanter¨ªas donde se conservaban los libros. ¡°Es una reflexi¨®n acerca de la memoria y la p¨¦rdida¡±, puntualiza Mariscal. ¡°P¨¦rdida del patrimonio material, algo que sucede a menudo en M¨¦xico y otros pa¨ªses de la regi¨®n, pero tambi¨¦n cultural y social¡±.
La v¨ªdeo instalaci¨®n de Tania Candiani sirve para recordar que no todo se perdi¨® a lo largo de la turbulenta historia de la colonizaci¨®n de Am¨¦rica. En Reverencia la artista parte de la danza tradicional de los quetzales ¡ªuno de los pocos bailes ceremoniales que sobrevivieron a la evangelizaci¨®n en Mesoam¨¦rica, y que a¨²n se practica en la regi¨®n entre los estados mexicanos de Puebla y Veracruz¡ª y crea una coreograf¨ªa pausada, muy poderosa, en la cual dos bailarines celebran la diversidad. ¡°De los muchos elementos de esta danza, he decidido dejar solo la reverencia, el movimiento m¨¢s significativo de todos¡±, explica Candiani. ¡°Al inclinarse los bailarines se reconocen en su igualdad y celebran la diferencia, que es el verdadero motor del arte¡±.
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