El terremoto provocado en el PP por la guerra entre Pablo Casado e Isabel D¨ªaz Ayuso seguir¨¢ teniendo r¨¦plicas hasta 2023, cuando tocar¨¢ elaborar las listas para las elecciones municipales y auton¨®micas de mayo de ese a?o. La posibilidad de que la baronesa controle ese mecanismo de premio y castigo de lealtades al lograr la presidencia del PP de Madrid fue el primer punto de fricci¨®n entre los dos l¨ªderes conservadores. Y ahora, con el conflicto interno descontrolado, permite retrasar el ajuste de cuentas por las adhesiones recibidas por cada bando: tanto en el grupo parlamentario popular de la Asamblea como en el Gobierno hay representantes con peso espec¨ªfico que saben que su futuro est¨¢ en peligro.

Todos los cargos populares operan bajo la premisa de que el posicionamiento de cada uno en el conflicto interno afectar¨¢ a la elaboraci¨®n de las listas de 2023. Queda poco m¨¢s de un a?o para esos comicios, y nadie sabe qui¨¦n estar¨¢ al mando del PP nacional y del madrile?o para entonces. Lo ¨²nico seguro es que las decisiones presentes sobre la guerra civil de la formaci¨®n conservadora tendr¨¢n efectos futuros: por ahora, D¨ªaz Ayuso, que puede dar y quitar tanto en el Gobierno como en el grupo de la Asamblea, parece inclinada a esperar.

¡°No est¨¢ prevista una crisis de gobierno¡±, dice una fuente de la confianza de la l¨ªder conservadora sobre la posibilidad de un cambio de alineaci¨®n inmediato en el Ejecutivo auton¨®mico, claramente dividido entre los consejeros que han mostrado en p¨²blico su apoyo a la l¨ªder (la mayor¨ªa), los que se mantienen al margen, y los que no.

¡°Me reafirmo en mi orgullo de pertenecer a un gobierno presidido por Isabel D¨ªaz Ayuso y de estar dentro de una organizaci¨®n como el PP que preside Pablo Casado¡±, afirmaba este lunes el titular de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique L¨®pez, protagonizando un dif¨ªcil ejercicio de equilibrismo que refleja la precariedad de su situaci¨®n. Al tiempo que asesor de D¨ªaz Ayuso, L¨®pez es vicesecretario de Casado. Una situaci¨®n imposible que le ha colocado en el ojo del hurac¨¢n, como a su compa?ero y responsable de Transportes e Infraestructuras, David P¨¦rez, que tampoco ha expresado en p¨²blico su apoyo a la presidenta regional.

Pero la situaci¨®n es incluso m¨¢s complicada en el grupo parlamentario del PP en la Asamblea. Aunque m¨²ltiples fuentes consultadas quisieron restar importancia a que apenas una veintena de diputados se quedaran tras el pleno del jueves para hablar con D¨ªaz Ayuso (¡±salimos a la carrera¡±), lo cierto es que una minor¨ªa de menos de una decena de representantes est¨¢ en una posici¨®n cr¨ªtica.

Entre ellos se encuentra Diego Sanjuabenito, que al mismo tiempo es diputado del PP regional y jefe de gabinete de Casado. Y sus dos jefes est¨¢n enfrentados. Lo mismo le ocurre a Ana Camins, diputada gracias a ir en las listas de D¨ªaz Ayuso, pero tambi¨¦n senadora y secretaria general del PP de Madrid por su v¨ªnculo a Casado, que se remonta a sus tiempos en las juventudes del partido, cuando ¨¦l le llamaba a ella su ¡°general secretaria¡±. Un puesto, este ¨²ltimo, que no retendr¨¢ en la organizaci¨®n madrile?a si D¨ªaz Ayuso logra el poder en el PP regional, puesto que prefiere a Alfonso Serrano, el actual portavoz parlamentario, para ese cargo.

El mensaje est¨¢ claro. Aplaudida por haber conseguido movilizar a un partido deprimido por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, los desencuentros del equipo de Camins con el de D¨ªaz Ayuso ya no tienen marcha atr¨¢s. Entre otras cosas, porque G¨¦nova puso a circular su nombre como alternativa para presidir el PP de Madrid.

Cordones sanitarios

¡°Pero desde que hay problemas, en el grupo nunca ha habido cordones sanitarios en funci¨®n de qui¨¦n est¨¢ a favor o en contra de la presidenta, que adem¨¢s nunca ha pedido nada de eso¡±, asegura una fuente conocedora del d¨ªa a d¨ªa del grupo parlamentario popular en la Asamblea. ¡°Salvo algunos, que pueden tener sus dudas, o sus adhesiones a la direcci¨®n nacional, el resto lo tiene muy claro¡±, a?ade, en referencia al evidente y mayoritario apoyo de los diputados madrile?os a su presidenta.

En ese discreto segundo plano estar¨ªan los llamados diputados paracaidistas, sin vinculaci¨®n con Madrid, pero con esca?o en el Parlamento auton¨®mico, y que en el PP regional siempre se han considerado como parte de la cuota de G¨¦nova en la elaboraci¨®n de la lista electoral. Ser¨ªa el caso, por ejemplo, de Mari Mar Blanco, que dej¨® su cargo como asesora de vivienda del Ayuntamiento de la capital para llegar a la C¨¢mara regional. O de Alicia S¨¢nchez-Camacho, exl¨ªder del PP de Catalu?a, muy activa en la ¨²ltima campa?a electoral de D¨ªaz Ayuso, pero sin ninguna ra¨ªz en la pol¨ªtica madrile?a.

Tambi¨¦n mantiene un calculado silencio Toni Cant¨®, normalmente muy expansivo en sus redes sociales. El exdiputado de UPyD y Cs lleg¨® al puesto que ocupa ahora en la Administraci¨®n madrile?a (director de la oficina del espa?ol; 75.000 euros anuales), gracias a la insistencia de la direcci¨®n nacional, y pese a que el equipo de D¨ªaz Ayuso no apreci¨® que se le impusiera para su lista electoral. Es decir, su cargo depende de D¨ªaz Ayuso y se lo debe a Casado. Mejor mantenerse en silencio.

No es el caso, sin embargo, de los diputados de Cs que fich¨® D¨ªaz Ayuso de cara al 4-M, cuando quiso lanzar el mensaje de que la absorci¨®n de ese partido por el PP pod¨ªa conseguirse por la v¨ªa de los hechos y de las urnas. As¨ª, tanto Sergio Brabezo como Marta Barb¨¢n han mostrado su apoyo a la l¨ªder conservadora. Cuesti¨®n de valores, y de convicciones, pero tambi¨¦n de defender sus opciones para repetir como diputado en apenas un a?o, cuando se celebren las elecciones de mayo de 2023.

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