Corte de pelo y robo: detenida una peluquera por gastar 10.000 euros de sus clientas para comprar lujo

¡°?C¨®mo lo quieres, las puntas o un poco m¨¢s?¡±. Mientras las clientas de una peluquer¨ªa en el centro de Madrid trataban de decidir hasta qu¨¦ punto dejaban a su peluquera meter la tijera, ya les hab¨ªan birlado la tarjeta. Una trabajadora de la peluquer¨ªa a la que iban a cortarse, te?irse o arreglarse el pelo hab¨ªa aprovechado el momento en el que amablemente les ofrec¨ªa colgar sus pertenencias en la percha para quitarles la tarjeta de cr¨¦dito. Con ellas se daba caprichos lujosos como perfumes o ropa cara. Hasta 10.000 euros lleg¨® a gastarse. La polic¨ªa la ha detenido despu¨¦s de descubrir que el punto en com¨²n de cuatro denunciantes era que acababan de pasar por el mismo establecimiento del centro de Madrid.

Las alarmas saltaron a finales de diciembre. De entre todas las denuncias por hurto y compras fraudulentas con tarjetas robadas, los agentes detectaron que hab¨ªa al menos cuatro casos en los que las cantidades y los productos adquiridos se parec¨ªan mucho. Pero las mujeres no ten¨ªan nada que ver entre s¨ª. Proven¨ªan de diferentes barrios, cada una ten¨ªa su trabajo, no hab¨ªan salido de fiesta por los mismos sitios... En ese recorrido mental por los ¨²ltimos lugares en los que hab¨ªan estado y en qu¨¦ momento pod¨ªan haber estado lejos de sus carteras, investigadores y v¨ªctimas acabaron cayendo en que la soluci¨®n al enigma estaba en sus cabezas. ?La peluquer¨ªa!

Todas ellas eran habituales del mismo establecimiento del barrio de Malasa?a, en el centro de Madrid. Y todas ellas recordaban a la misma peluquera que se hab¨ªa ofrecido a ayudarles con el abrigo y el bolso. Para que no la pillaran en el momento, la detenida se aseguraba de que la v¨ªctima llevara varias tarjetas de cr¨¦dito, de modo que siempre dejaba una en la cartera.

Anillos, bolsos de lujo y pulseras son algunas de las piezas que adquiri¨® con un dinero que no era suyo. Al menos fue generosa, porque no solo las compraba para ella, sino que se dedicaba a hacer regalos a varios familiares. La investigaci¨®n la desarrollaron agentes del distrito Salamanca precisamente porque la zona de Goya, una de las m¨¢s exclusivas de la ciudad, era su preferida para pasar por el dat¨¢fono las tarjetas que hab¨ªa robado. Las c¨¢maras de varios establecimientos del barrio registraron su imagen, que solo era un rostro sin nombre hasta que los investigadores ataron cabos y cayeron en la peluquer¨ªa.

La mujer, espa?ola de 39 a?os, ya no trabaja en el establecimiento, y no podr¨¢ meter m¨¢s la mano en abrigos ajenos. Hace unos d¨ªas la polic¨ªa mont¨® un dispositivo a las puertas de la peluquer¨ªa para detenerla. A¨²n se investiga si hay nuevas v¨ªctimas de la peluquera amiga de lo ajeno.

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