Hortensias y ver¨®nicas: las flores m¨¢s deseadas son las azules
A las flores azules se les han atribuido propiedades curativas por el mero hecho de su color, como ocurri¨® en el pasado con la espuela de caballero
El romanticismo adopt¨® una flor azul como s¨ªmbolo del conocimiento de uno mismo, del deseo y del amor. En el ideal de este pensamiento de finales del siglo XVIII y del XIX, una flor azul gen¨¦rica englobaba tambi¨¦n la persecuci¨®n de las cosas inalcanzables. Esta b¨²squeda anhelaba un supremo gusto por la belleza, como tambi¨¦n ocurre en la tarea diaria del cuidado de un jard¨ªn. De manera irremediable, la gran mayor¨ªa de esos jardines estar¨¢ ligado a las flores que lo pueblan. En el deambular por cualquiera de estos rincones, la vista se ver¨¢ excitada por el atisbo de colores que veamos en la distancia.
De este modo, una camelia en flor accionar¨¢ como por arte de magia un resorte en el cerebro, y nuestros pasos nos llevar¨¢n, en consecuencia, a visitar la lujuria exuberante de sus rojos, rosas o encarnados. Quiz¨¢s podr¨ªamos pensar que las flores de colores c¨¢lidos ser¨¢n las que m¨¢s atractivas nos resulten. Pero en 2016, Martin H?la y Jaroslav Flegr, de la Universidad Carolina de Praga, decidieron investigar qu¨¦ tipo de flores captaban m¨¢s nuestra atenci¨®n. Entre sus resultados descubrieron que hab¨ªa una clara preferencia por las flores que pose¨ªan una simetr¨ªa radial, como una margarita, por ejemplo. Entre los colores, el m¨¢s apreciado era el azul, en detrimento del amarillo, que es el que menos adeptos ten¨ªa.
Es cierto que las flores de color azul suelen causar admiraci¨®n y una viva curiosidad en aquellas personas que las contemplan. Quiz¨¢s porque no es el color m¨¢s abundante en la naturaleza, y siempre la singularidad y escasez de algo lo convierte en m¨¢s valioso. Quiz¨¢s tambi¨¦n porque el azul tiene un nexo con elementos muy apreciados en nuestras vidas, como el cielo o el agua. De hecho, incluso a las flores azules se les han atribuido propiedades curativas por el mero hecho de su color, como ocurri¨® en el pasado con la espuela de caballero (Delphinium spp.), una planta muy apreciada en los jardines de los pueblos y en las huertas, donde todav¨ªa se suele cultivar esta espiga azul celeste. Pues bien, el agua destilada de sus flores se utiliz¨® para fortalecer la vista, e incluso se dec¨ªa que pod¨ªa producir el mismo efecto ben¨¦fico con tan solo mirar los manojos de esta planta colgados en la habitaci¨®n.
Otras plantas que tradicionalmente nos han cautivado con sus azules son las hortensias (Hydrangea macrophylla). Este arbusto asi¨¢tico, de cultivo tan habitual en ciertas regiones de Espa?a, guarda uno de los azules m¨¢s vivos que podemos encontrar en un jard¨ªn. Mantener esa coloraci¨®n es una de las tareas del jardinero en aquellas tierras que no son muy ¨¢cidas, ya que necesita un pH de alrededor de 5,5. Adem¨¢s, debe haber una cantidad apreciable de aluminio en el suelo a disposici¨®n de la hortensia. De lo contrario, si falla alguno de estos dos par¨¢metros, sus flores virar¨¢n hacia los rosados, por cosas de la qu¨ªmica.
Tambi¨¦n podemos dejarnos enamorar por otra planta arbustiva de unas llamativas flores azules, y que estas semanas resplandece en jardines como los del parque del Retiro, en la zona adyacente a la puerta de Murillo, al pie de la calle Alfonso XII. Entre la espesura veremos unos fogonazos azules sacados de un cuento, bajo el dosel de los ¨¢rboles. Habremos descubierto una variedad de la lila de California (Ceanothus spp.). Este g¨¦nero de arbustos proviene en exclusiva de Am¨¦rica del Norte, principalmente de las cordilleras costeras de California. Por eso mismo, la forma de algunas de sus especies es postrada, totalmente tumbada, para hacer frente a los vientos que dominan esos parajes.
Sus inflorescencias tienen un aroma muy delicado, que complementa a la perfecci¨®n su belleza. Teresa Pe?a, responsable de Viveros Pe?a, comenta como todav¨ªa no es una planta demasiado utilizada en jardiner¨ªa, por desconocimiento: ¡°La variedad que m¨¢s se utiliza es Ceanothus thyrsiflorus ¡®Repens¡¯, as¨ª como variedades de lilas de California m¨¢s altas, como la ¡®Concha¡¯ o la ¡®Puget Blue¡¯. Es bastante resistente a la sequ¨ªa, y, aunque le gusta el sol, en Madrid funciona mejor en una semisombra, para que descanse de la insolaci¨®n fuerte del verano. Hay que tener cuidado con el agua, para no pasarse con el riego, y asegurarse tambi¨¦n de que disponga de un suelo bien drenado¡±.
Para nuestra terraza o balc¨®n tambi¨¦n contamos con plantas m¨¢s peque?as que atrapan el azul para nuestros ojos, como las ver¨®nicas (Veronica spp.) o como la campanilla de Dalmacia (Campanula portenschlagiana), una especie de un azul lila que siempre es un acierto para un alf¨¦izar al que solo le ba?e el sol durante un par de horas al d¨ªa. As¨ª podremos comprobar si es cierto que sus colores nos roban la mirada.
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