Ayuso, tras las pol¨¦micas con su padre y su hermano: ¡°A mi familia, disculpas, y gracias¡±
Del aval a una empresa participada por su progenitor al contrato por el que cobr¨® su hermano, los allegados de la presidenta suman tres a?os en el ojo del hurac¨¢n
Isabel D¨ªaz Ayuso, contundente siempre con sus rivales (¡°a la pol¨ªtica hay que venir llorado de casa¡±, le recet¨® hace dos semanas a M¨®nica Garc¨ªa, de M¨¢s Madrid), se emociona al hablar del coste que est¨¢ teniendo su ¨¦xito pol¨ªtico para su familia. Ese instante emotivo se ha producido este s¨¢bado, durante el discurso con el que ha clausurado el congreso extraordinario que la ha proclamado presidenta del PP de Madrid. D¨ªaz Ayuso pena por el desgaste al que, seg¨²n ella, somete a sus allegados que sea la pol¨ªtica de moda en la derecha, y al hacerlo trae al escenario dos pol¨¦micas que no nombra. La primera: el aval concedido por la compa?¨ªa semip¨²blica Avalmadrid a una empresa participada por su padre, que nunca fue completamente devuelto. Y la segunda: el contrato de la empresa Priviet con la comunidad que ella preside, que permiti¨® a su hermano ganar m¨¢s de 55.000 euros, y que investiga la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
¡°De mi familia, poco puedo decir m¨¢s que pedirles disculpas, y darles las gracias¡±, ha dicho D¨ªaz Ayuso al final de un discurso repleto de cr¨ªticas a la izquierda. ¡°Disculpas porque es una familia normal y corriente a la que han robado la tranquilidad y el anonimato, que est¨¢n pagando como nadie apellidarse D¨ªaz, y no digamos Ayuso, pero que nunca eligi¨® esta situaci¨®n¡±, ha a?adido. ¡°Y gracias por ser un ejemplo. Nunca le han podido quitar el humor, la autenticidad, y la fortaleza¡±, ha seguido. ¡°Y as¨ª me contestan siempre: nosotros estamos bien si t¨² est¨¢s bien¡±.
Primero fue el caso Avalmadrid, que estall¨® en 2019. Esta entidad semip¨²blica, seg¨²n el discutido dictamen de una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria de la pasada legislatura, dio un trato ¡°preferente¡± y ¡°personalizado¡± a D¨ªaz Ayuso en 2011, cuando inform¨® a la entonces diputada popular sobre las condiciones de un aval concedido a una empresa participada por su padre (MC Infort¨¦cnica) para que lograra un cr¨¦dito de 400.000 euros. El dinero de la operaci¨®n nunca se recuper¨® en su totalidad. Y antes de cualquier impago, la hoy presidenta de la Comunidad de Madrid acept¨® la donaci¨®n del piso paterno, que as¨ª qued¨® luego fuera del alcance de los acreedores.
Ya en este 2022, lleg¨® el caso mascarillas. Anticorrupci¨®n lleva semanas investigando un contrato de 1,5 millones de euros concedido por la comunidad por la v¨ªa de emergencia (a dedo) a la compa?¨ªa Priviet, liderada por un amigo de la infancia de los hermanos D¨ªaz Ayuso en Sotillo de la Adrada (?vila). Seg¨²n reconoci¨® la propia l¨ªder conservadora, como fruto de las gestiones para conseguir los tapabocas, la empresa contratada pag¨® a su hermano Tom¨¢s m¨¢s de 55.000 euros. Desde entonces, ambos est¨¢n en el ojo del hurac¨¢n: el acuerdo, que se firm¨® tras presentar Priviet una breve oferta comercial de tres l¨ªneas, fue considerado sospechoso por Pablo Casado, entonces l¨ªder del PP, y desat¨® una guerra con D¨ªaz Ayuso que acab¨® con el presidente nacional fuera de la pol¨ªtica. Y algo m¨¢s: sometido a la damnatio memoriae, o condena de la memoria, que se practicaba en la antigua Roma.
¡°El sacrificio, el desgaste personal, es tal...¡±, acaba resumiendo una fuente de la confianza de la presidenta regional sobre los duros meses de enfrentamiento interno, gobierno regional y preparaci¨®n del congreso en el que casi nadie se acord¨® de Casado.
Casado, borrado del congreso
As¨ª, tras dos d¨ªas de largos discursos en el congreso extraordinario de Madrid, solo una persona se ha acordado del presidente ca¨ªdo en desgracia: ha sido Ana Camins, la secretaria general saliente y amiga ¨ªntima del l¨ªder defenestrado, que se atrevi¨® a nombrarlo en el estrado durante su intervenci¨®n del viernes. El resto de intervinientes, de Isabel D¨ªaz Ayuso a Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ha guardado silencio.
Todo rastro del hombre que presidi¨® el PP hasta marzo ha quedado borrado. En un ejercicio colectivo de desmemoria, los videos que han proyectado las pantallas gigantes, conectando con im¨¢genes el pasado y el presente de la formaci¨®n, han obviado a Casado. El mensaje es evidente: su presidencia no existi¨®, fue una pesadilla, un mal sue?o. As¨ª se entierra en el PP la guerra civil entre D¨ªaz Ayuso y su antiguo amigo, que abri¨® en canal el partido y amenaz¨® con dinamitarlo.
¡°Todos sabemos que este congreso llevaba demasiado tiempo pendiente¡±, ha dicho Feij¨®o este domingo. ¡°Extendernos sobre ello es un ejercicio de nostalgia que no lleva a ninguna parte¡±, ha a?adido antes de rematar: ¡°Nos hemos preocupado demasiado sobre las cuestiones internas, yo no pienso dedicarle ni un segundo No me interesa el pasado, sino lo que va a pasar¡±.
¡°Este congreso ha costado un pel¨ªn¡±, ha ironizado luego D¨ªaz Ayuso, que pidi¨® la convocatoria del c¨®nclave en septiembre de 2021, y no lo obtuvo porque Casado se opuso a que concentrara el poder institucional y org¨¢nico mientras no se aclaraban las circunstancias en las que el hermano de la presidenta hab¨ªa ganado m¨¢s de 55.000 euros tras un contrato para traer mascarillas de la empresa Priviet con la Comunidad de Madrid.
En 2019, cuando Casado present¨® a D¨ªaz Ayuso y Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida como sus candidatos para Madrid, opt¨® por una cita de Shakespeare para reflejar que daba igual que fueran unos absolutos desconocidos, y que lo importante era su coincidencia en los puntos clave del proyecto del PP. ¡°We few, we happy few, we band of brothers¡±, recit¨®. ¡°Es decir, los pocos que tenemos claras las cosas, los felices pocos que tenemos claro c¨®mo hay que apelar a la mayor¨ªa social¡±, tradujo, alabando las virtudes de tener cuadros convencidos que se quieren como hermanos. Tres a?os despu¨¦s, los pocos ya son apenas ninguno. Casado est¨¢ fuera de la pol¨ªtica, y Mart¨ªnez-Almeida ya est¨¢ subordinado a D¨ªaz Ayuso, jefa absoluta y sin ataduras del PP de Madrid.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.