Ayuso acusa a Vox en el Parlamento regional de perjudicar la convivencia en Madrid con su estrategia pol¨ªtica
La presidenta choca con su socio en la Asamblea, donde Monasterio la culpa de no tomar medidas para evitar incidentes como los vividos en Par¨ªs, en la final de la Champions
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, abre en canal la alianza del PP con Vox en Madrid mientras este jueves muestra en la Asamblea todos los conflictos larvados entre dos socios mal avenidos. Ocurre que este mes hay elecciones en Andaluc¨ªa, y que para las de Madrid queda menos de un a?o. Que los dos partidos pelean por seducir a los mismos votantes. Y que toda la tensi¨®n acumulada por las semanas de campa?as electorales pasadas y futuras estalla cuando Roc¨ªo Monasterio, la portavoz de la extrema derecha, dibuja un Madrid apocal¨ªptico e inseguro, en el que en breve, dice, pueden vivirse episodios como los del pasado fin de semana en Par¨ªs, donde se sucedieron los robos y las peleas alrededor de la final de la Champions (Real Madrid, 1-Liverpool, 0).
¡°Muchos madrile?os han visto el horror de Saint-Denis¡±, dice Monasterio sobre el departamento parisino en el que se disput¨® el partido. ¡°Han visto c¨®mo mujeres eran abusadas, c¨®mo gente era atracada, y rodeada, y estos franceses de origen africano que atacaban a todos los madrile?os que iban all¨ª es lo que tendremos en los barrios de Madrid si usted no toma medidas¡±, advierte a Ayuso. ¡°Vox tomar¨¢ medidas¡±, anuncia. ¡°Usted no se atreve hacerlo. Y no queremos acabar como Saint-Denis¡±.
Quejas a gritos
Esa breve intervenci¨®n, oculta en una m¨¢s larga relacionada con las rebajas de impuestos, incendia inmediatamente la C¨¢mara auton¨®mica. Serigne Mbay¨¦, diputado de Podemos nacido en Senegal, al que Monasterio ya dirigi¨® alusiones racistas en junio de 2021, se queja a voz en grito mientras la presidenta de la C¨¢mara, Mar¨ªa Eugenia Carballedo, le reclama silencio. A sus gestos le acompa?an los de otro compa?ero de partido, Jacinto Morano, que no da cr¨¦dito ante lo que est¨¢ oyendo. El momento provoca una rara coincidencia. Pocas veces habr¨¢n coincidido en los ¨²ltimos a?os Podemos y Ayuso, que toma la palabra para dirigirse a su socia en los t¨¦rminos m¨¢s duros.
¡°No pierden la oportunidad de hacer siempre lo mismo, de provocar de la misma manera y de mezclarlo todo¡±, lamenta la l¨ªder conservadora, que ya se quej¨® en un pleno anterior de que Vox ponga en la diana constantemente a los menores extranjeros no acompa?ados que llegan a la regi¨®n. ¡°Me parece absolutamente irresponsable¡±, subraya. ¡°Debe ser que en los grupos de trabajo [electorales] les dicen que arremeter de una determinada manera contra la emigraci¨®n les da votos¡±, sigue, vinculando la intervenci¨®n de Monasterio con las elecciones auton¨®micas de Andaluc¨ªa. ¡°Pues bienvenidos a una pol¨ªtica que a m¨ª me parece que es nefasta, y que crea much¨ªsimo m¨¢s perjuicio a la convivencia en la Comunidad de Madrid que soluciones¡±, remarca. ¡°Porque si usted fuera a la ra¨ªz de los problemas, y quisiera realmente acabar con ellos, a m¨ª no me vendr¨ªa a hablar de pol¨ªticas que no tienen nada que ver con la Comunidad de Madrid (¡) De m¨ª depende la integraci¨®n, dar oportunidades a todos los ciudadanos. ?Qu¨¦ irresponsabilidad!¡±.
Cultura de la violaci¨®n
El choque culmina varias semanas de desencuentros entre dos partidos que juegan constantemente al gato y al rat¨®n. El PP ha rechazado apoyar distintas propuestas de Vox sobre rebajas impositivas. Por su parte, Vox ha amagado con tumbar leyes del PP, para finalmente apoyarlas, como ocurri¨® con la ley de autonom¨ªa financiera. El balance no es solo un reflejo de qui¨¦n tiene en este momento la sart¨¦n por el mango (Ayuso), sino tambi¨¦n de lo dif¨ªcil que resulta el d¨ªa a d¨ªa de una legislatura en la que el PP no tiene mayor¨ªa absoluta, pero gobierna como si la tuviera. Con el resultado de las elecciones de 2021 como trampol¨ªn, y las de 2023 como acicate, la formaci¨®n conservadora act¨²a en el Parlamento regional con agresividad. Hasta el punto de que este jueves en la sesi¨®n de control al Gobierno la presidenta parece fiscalizar a la oposici¨®n, en lugar de que ocurra lo normal, que es lo contrario.
¡°Hacen pol¨ªtica muy baja, de muy poco nivel¡±, le espeta la presidenta a Alejandra Jacinto, coportavoz de Podemos, que la hab¨ªa acusado antes de fomentar la cultura de la violaci¨®n por haber llamado, en la sesi¨®n de la semana pasada, ¡°malcriadas¡± a las feministas y tildar de fr¨ªvola la ley del aborto.
¡°Son unas manifestaciones asquerosas¡±, le afea Jacinto a la presidenta. ¡°Seg¨²n usted, ?qu¨¦ cree que nos debe pasar a las mujeres que volvemos a nuestras casas despu¨¦s de habernos tomados unas copas? ?Cree tambi¨¦n que es propio de malcriadas llevar minifalda? Tiene la oportunidad de rectificar¡±, insiste. ¡°?Retira usted sus palabras?¡±
Y no, Ayuso no las retira. Al contrario, responde al ataque. Lo mismo ocurre cuando interviene Juan Lobato, portavoz del PSOE. O cuando Monasterio, l¨ªder de Vox, le afea su pol¨ªtica econ¨®mica: ¡±[Muchos de los cargos de Vox] no se fueron del PP a Vox por principios, sino porque se quedaban fuera de las listas. Dar lecciones de principios ahora me parece tremendo¡±, espeta la presidenta.
Todo ello se suma para que M¨®nica Garc¨ªa, la portavoz de M¨¢s Madrid, tire de iron¨ªa cuando llega su turno en la sesi¨®n de control. ¡°Ya que viene todos los jueves a hacer de oposici¨®n de la oposici¨®n, qu¨¦ le parece si hago yo de presidenta y ocupo la vacante que lleva vac¨ªa tres a?os¡±, le suelta a Ayuso.
No parece que a la presidenta le haga gracia la broma. Al poco abandona el pleno. Tiene una larga lista de tareas, seg¨²n transmite una fuente de su confianza: reorganizar el grupo parlamentario (en el que Pedro Mu?oz Abrines ser¨¢ el nuevo portavoz); el partido (con una convenci¨®n en octubre) y el Gobierno (prev¨¦ cambios en cargos intermedios). Todo, con una meta: impedir el crecimiento de Vox en Madrid para intentar llegar a la mayor¨ªa absoluta en las elecciones de 2023.
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