Bronca en la Asamblea por la ley que permite circular en ciudad a veh¨ªculos privados que compiten con el taxi
Un grupo de taxistas interrumpe el pleno mientras otro protesta a las puertas de la C¨¢mara contra una modificaci¨®n legal que sale adelante gracias a PP y Vox
¡°?Vendido!¡±. La bronca estalla en la Asamblea de Madrid cuando el consejero de Transportes, David P¨¦rez, va a comenzar este jueves su defensa de la modificaci¨®n de la Ley de Ordenaci¨®n y Coordinaci¨®n de Transportes, que permite a empresas como Uber, Bolt o Cabify seguir operando en la regi¨®n. Un grupo de taxistas invitados al pleno por la oposici¨®n empieza a increparle, porque consideran la decisi¨®n contraria a sus intereses y favorable a los de las empresas con licencia VTC (veh¨ªculos de transporte con conductor). ¡°?Quedan expulsados de la sala!¡±, ordena la presidenta del Parlamento regional, Eugenia Carballedo, mientras los funcionarios de la C¨¢mara y su equipo de seguridad se apresuran a cumplir con la orden de desalojar a los conductores. El estallido marca el tono del debate entre el Gobierno madrile?o y la oposici¨®n. En los aleda?os del hemiciclo, y con la banda sonora de los cl¨¢xones que truenan en la calle para protestar contra la norma, se enfrentan M¨®nica Garc¨ªa, la l¨ªder de M¨¢s Madrid, y Enrique L¨®pez, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior.
¨D¡°?Mira c¨®mo tienes al sector!¡±¨D, le recrimina la l¨ªder de la oposici¨®n al consejero de Isabel D¨ªaz Ayuso, con el que se cruza en el pasillo acristalado que une los dos edificios que conforman la Asamblea de Madrid.
¨D¡°A una parte del sector¡±¨D, matiza ¨¦l, mientras Emilio Delgado, diputado de M¨¢s Madrid, se suma a la discusi¨®n en una escena p¨²blica inusitada entre representantes p¨²blicos.
Siempre con el servicio p¨²blico del taxi.
— Podemos Comunidad de Madrid (@PodemosCMadrid) June 2, 2022
Frente al ataque de los especuladores, #TaxiEnLucha ? pic.twitter.com/VbQZ0FCTa9
Luego, la sesi¨®n contin¨²a y Vox acaba con cualquier duda: permite que se apruebe el texto porque el PP se ha comprometido a elaborar lo m¨¢s pronto posible un reglamento en el que se unifiquen los requisitos t¨¦cnicos que deben cumplir ambos medios de transporte, que compartir¨¢n las mismas condiciones en los servicios previamente contratados. Esta futura normativa tambi¨¦n acabar¨¢ con la restricci¨®n de que un mismo titular no pueda tener m¨¢s de tres licencias de taxi. Es un punto de encuentro ante una situaci¨®n de urgencia: en cumplimiento de un decreto estatal, Madrid ten¨ªa que aprobar su norma antes de octubre para que las VTC pudieran seguir operando en la regi¨®n como hasta ahora.
La decisi¨®n de la extrema derecha hace que suba la temperatura en la concentraci¨®n de taxistas que hay a las puertas de la Asamblea, donde el ambiente est¨¢ incluso m¨¢s caldeado que dentro de la C¨¢mara. All¨ª, una veintena de conductores recibe con indignaci¨®n y decepci¨®n la decisi¨®n de la extrema derecha, que podr¨ªa haber tumbado la iniciativa del PP de haberse sumado al voto negativo de M¨¢s Madrid, PSOE y Podemos.
¡°Vox nos ha enga?ado. Los han comprado¡±, sentencia el presidente de la Federaci¨®n de Taxis, Julio Sanz, tras conocer la abstenci¨®n del grupo, anunciada justo despu¨¦s de que este conductor y sus compa?eros hayan sido expulsados de la C¨¢mara. ¡°Es una aut¨¦ntica verg¨¹enza. Hay m¨¢s de 25.000 familias afectadas y vamos a seguir en lucha por la v¨ªa constitucional¡±. Su compa?ero, ?scar Manuel Santos, se derrumba. ¡°Siento decepci¨®n y muchas ganas de llorar¡±, dice resignado, a lo que a?ade su resquemor con el partido de ultraderecha: ¡°Los de Vox son el felpudo del PP¡±.
Todo empieza a las diez de la ma?ana, cuando un grupo de taxistas se concentra frente al edificio del Parlamento regional y sigue el debate desde sus m¨®viles. Como Tom¨¢s Aparicio, un taxista jubilado de 76 a?os, que sostiene una pancarta en la que se lee ¡°Ayuso, abuso¡±.
¡°Lo que est¨¢ haciendo la presidenta es una dictadura¡±, dice, desesperado, refiri¨¦ndose al procedimiento de lectura ¨²nica con el que se tramita la ley, impidiendo las enmiendas de la oposici¨®n. Su compa?ero Carlos P¨¦rez, de 67 a?os, tambi¨¦n muestra su descontento: ¡°No pueden saltarse la ley a la torera¡±.
Los taxistas consideran que las VTC suponen una competencia desleal. Sus precios y la falta de regulaci¨®n de las condiciones laborales de estas plataformas se contraponen, seg¨²n denuncian, a los requisitos que ellos deben cumplir: n¨²mero de veh¨ªculos con licencia, ITV peri¨®dicas, tarifas de obligado cumplimiento y jornada laboral tasada. Unas diferencias que el PP y Vox esperan solventar en el desarrollo de los reglamentos que dotar¨¢n de sustancia a la modificaci¨®n de la ley.
¡°Defendemos la convivencia de todos los modelos, no queremos acabar con la libertad de los ciudadanos para elegir la movilidad que quieren¡±, asegura Ayuso. ¡°Aqu¨ª no se va a ir en burra¡±, ironiza. Un argumento que tambi¨¦n emplea Javier P¨¦rez Gallardo, de Vox, para justificar su posici¨®n de permitir el cambio legal: ¡°En Vox hemos alcanzado un acuerdo con el Gobierno que garantiza el futuro de taxis y VTC. La izquierda ha venido aqu¨ª a decir ¡®solo taxi¡¯. Y nosotros hemos dicho ¡®taxi y VTC¡¯. Ese es el esp¨ªritu con el que hemos llegado a un acuerdo¡±.
La oposici¨®n muestra su disconformidad. M¨¢s Madrid, PSOE y Podemos lamentan que no se tenga en cuenta la solidaridad de los taxistas en todas las cat¨¢strofes que han golpeado a la regi¨®n en los ¨²ltimos a?os (el 11-M, Filomena, la pandemia). Pero son palabras que caen en saco roto mientras el ruido de los cl¨¢xones se cuela desde la calle y hasta el debate.
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