Las enfermeras en la primera l¨ªnea de atenci¨®n a los madrile?os: ¡°Nos han quemado¡±
Los sanitarios insisten en la importancia de cada categor¨ªa profesional a la hora de atender a los pacientes en los centros de salud, donde todos los trabajadores cumplen tareas complementarias
Maripaz S¨¢nchez, de 30 a?os, lleva meses trabajando m¨¢s de la cuenta. Es enfermera de atenci¨®n primaria en un centro de salud de Villaverde, donde desde enero tienen la plantilla reducida al 40%. Faltan m¨¦dicos de familia, muchos, y los pocos que hay est¨¢n saturados. En algunos casos, son las mismas enfermeras las que se cargan del trabajo de los facultativos, en un intento de evitar m¨¢s bajas y sustituciones y garantizar la atenci¨®n m¨¦dica a los pacientes que acuden a diario. ¡°Cuando sali¨® el protocolo no nos pill¨® nada por sorpresa, lo vimos venir. De hecho, llevamos as¨ª desde enero¡±, comenta por tel¨¦fono desde su casa, donde est¨¢ confinada desde hace una semana por padecer covid.
Habla del ¨²ltimo procedimiento de actuaci¨®n que difundi¨® el Servicio Madrile?o de Salud (Sermas) entre los sanitarios: 10 p¨¢ginas escuetas donde se detalla c¨®mo actuar en un centro de salud ante la falta de m¨¦dicos. La toma de decisi¨®n final depender¨¢ de la enfermera que haga frente a esta situaci¨®n¡±, cita el documento. En estos meses, S¨¢nchez tuvo que encargarse de la revisi¨®n de los medicamentos, de dar seguimiento a nuevos tratamientos y a los efectos secundarios de los f¨¢rmacos, labores que normalmente son competencia de los doctores. No solamente hace ex¨¢menes y otros tipos de pruebas como los electrocardiogramas ¨Dalgo habitual para las enfermeras¨D, sino que tambi¨¦n le toca interpretarlos. ¡°Legalmente, no tengo ninguna de estas competencias. Es agotador¡±, reconoce.
Joaqu¨ªn Villena conoce bien las necesidades de la atenci¨®n primaria, donde trabaja como enfermero dese hace 30 a?os, e insiste en la importancia de cada eslab¨®n de la cadena a la hora de atender a los pacientes. ¡°Las tareas est¨¢n organizadas teniendo en cuenta un equipo multidisciplinar. M¨¦dicos de familia, enfermeros, t¨¦cnicos. Todos somos complementarios y ninguno sustituye a los dem¨¢s¡±, dice.
En el centro de salud Ciudades, en Getafe, tienen numerosas bajas en la plantilla, pero a¨²n no se han encontrado con la circunstancia de que no haya ni un solo m¨¦dico. ¡°Esto no quiere decir que esta situaci¨®n no se vaya a dar en verano. Me da miedo pensar en lo que va a pasar cuando una enfermera con menos experiencia reci¨¦n salida de la carrera se tenga que enfrentar a una emergencia¡±, afirma Villena. ¡°No estamos jur¨ªdicamente amparados para actuar en ese momento. Si no lo hace, a lo mejor podr¨ªa tener problemas ante un juez por falta de asistencia. Y si lo hace y pasa algo, tambi¨¦n va a ser una traba¡±.
El problema, explican estos sanitarios, no est¨¢ solamente en la yuxtaposici¨®n de competencias entre diferentes categor¨ªas profesionales. Al tener que hacerse cargo del trabajo de los m¨¦dicos, todo el sistema de atenci¨®n primaria acaba comprometido.
En un d¨ªa normal y corriente, S¨¢nchez tiene que conseguir contrapesar sus tareas habituales con las exigencias de los pacientes, que en muchos casos no tienen idea de la situaci¨®n precaria en la que se encuentran las plantillas de los centros de salud. ¡°Los primeros que se llevan las broncas son los de administraci¨®n, que tienen que explicar a los pacientes por qu¨¦ incluso si piden la asistencia de un m¨¦dico, ser¨¢ una enfermera quien los visite. Luego nos toca a nosotras interrumpir las consultas que ten¨ªamos programadas para hacernos cargo de las urgencias. En algunos casos no podemos hacer nada, y nos toca redirigir al paciente a un centro de salud donde haya facultativos, o a los hospitales. Y al final el sistema sanitario acaba saturado¡±, aclara.
En su centro de salud se han organizado de forma que haya una enfermera que se va turnando semanalmente para gestionar las emergencias de los pacientes que acuden sin cita. ¡°Es una soluci¨®n a medias, porque si cuando te toca ten¨ªas visitas a domicilios programadas, acabas con sobrecargar de trabajo a tus compa?eras¡±, afirma.
Las grandes olvidadas
La decisi¨®n de la Gerencia de Atenci¨®n Primaria ha puesto en pie de guerra a estas profesionales madrile?as. ¡°La respuesta de la Comunidad ante la falta de personal no es buscar m¨¦dicos, sino matar de trabajo a las enfermeras, que tienen incluso que emprender tareas que por categor¨ªa y convenio no nos corresponden¡±, lamenta Marisa Fern¨¢ndez (65 a?os).
Le faltan pocas semanas para jubilarse. Podr¨ªa prorrogar, pero decidi¨® desistir. ¡°Estoy decepcionada. Trabajo en atenci¨®n primaria desde 1984, y solo he podido comprobar c¨®mo han ido a peor las cosas. Ya no tengo ganas, nos han quemado¡±, dice en la puerta del centro de salud Rafael Alberti de Palomeras Sureste, en el distrito de Vallecas. Cuando el Servicio Madrile?o de Salud empez¨® a hacer circular el protocolo, Fern¨¢ndez y sus compa?eras de trabajo se lo tomaron como una ofensa personal. ¡°Lo venden como si estuvieran empoderando a las enfermeras, pero no lo hacen porque nos reconozcan como personal v¨¢lido, sino porque es la ¨²nica forma que encontraron de salir del l¨ªo en el que se han metido¡±, explica.
Tras dos a?os de pandemia, las enfermeras se sienten como las grandes olvidadas. Mariano Arag¨®n (60 a?os) reconoce que en su centro de salud Sierra de Guadarrama, en Villalba, la moral est¨¢ muy baja. ¡°Cuando lleg¨® la vacuna vimos por fin la luz al final del t¨²nel, pero ahora nos toca lidiar con la falta de personal. No podemos m¨¢s con esta situaci¨®n de cansancio cr¨®nico. Ahora empieza el verano y los m¨¦dicos tienen todo el derecho a irse de vacaciones. Pero es que el problema ya no es solamente la falta de m¨¦dicos, es que ni con las enfermeras llegamos a cubrir la plantilla¡±, a?ade desconsolado.
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